ECONOMIA COLOMBIANA Y REGIONAL

ECONOMIA COLOMBIANA Y DESARROLLO REGIONAL

ESP: Jorge Alexander Rosero
EMAIL: economiactual@gmail.com
www.cicloeconomicoyfinanciero.blogspot.com

UNIDAD #1 CONCEPTOS BASICOS SOBRE ESPACIO, VACIO Y TERRITORIO. TEORIA SOBRE EL SIGNIFICADO DE REGION Y REGIONALIZACION, (DIFERENTES ESCUELAS), CRECIMIENTO Y DESARROLLO, DESCENTRALIZACION EN COLOMBIA.

UNIDAD #2 HISTORIA ECONOMICA DE COLOMBIA

UNIDAD#3 ESTRUCTURA ECONOMICA, ANALISIS DE INDICADORES ECONOMICOS, CONTABILIDAD NACIONAL, CUENTAS NACIONALES, PIB, PNB, PNN, VALOR AGREGADO, INGRESO NACIONAL, DISTRIBUCION DEL INGRESO.

UNIDAD #4 HACIA UN NUEVO ORDEN ECONOMICO, SECTORES DE LA ECONOMIA COLOMBIANA AGROPECUARIA, CAFETERA, MINERA, ENERGETICA MANUFACTURERO E INDUSTRIAL.

UNIDAD #5 UNA APROXIMACION A LA SITUACION SOCIO ECONOMICA ACTUAL SECTOR COMERCIO, SERVICIOS, COMERCIO EXTERIOR Y REGIMEN COLOMBIANO, DEUDA EXTERNA E INVERSION EXTRANJERA EN COLOMBIA.


BIBLIOGRAFIA POR UNIDADES

UNIDAD #1: JUAN JOSE PALACIOS, EL CONCEPTO DE REGION “LA DIMENSION ESPACIAL DE LOS PROCESOS SOCIALES .REVISTA SIAP, JUNIO 83

UNIDAD # 2 : CARLOS HERNAN MARIN OSPINA. SOCIOLOGIA ECONOMICA DE COLOMBIA 1994. EDITORIAL GUADALUPE .STA FE DE BOGOTA.
BIBLIOTECA VIRTUAL LUIS ANGEL ARANGO – HISTORIA ECONOMICA DE COLOMBIA – JOSE ANTONIO OCAMPO “COMPILADOR”.

UNIDAD # 3, 4, 5: ESTRUCTURA ECONOMICA DE COLOMBIA, ARANGO LONDOÑO MC GROW HILL. BOGOTA 1996.
ECONOMIA COLOMBIANA- ALFONSO ORTEGA CARDENAS. ECOE EDICIONES, 3 ERA EDICION 1998


UNIDAD NUMERO UNO

EL CONCEPTO DE REGION

LA DIMENSION ESPACIAL DE LOS PROCESOS SOCIALES
SOBRE NACION DEL ESPACIO

Espacio = vacio? Espacio diferente a vacio

El espacio no existe por sí solo, si no que es complemento o de algo real o material “ existe un espacio porque allí hay algo” .


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EL espacio de la superficie existe es porque esta la superficie terrestre.

El espacio del territorio existe es porque esta ese territorio, el cual se ubica en la superficie terrestre, donde habitan los seres humanos con sus procesos sociales y bilógicos.


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Espacio: Es una propiedad de los objetos reales.

Espacialidad: Características de lo que existe posición, tamaño, forma, propiedad de los objetos reales.

Región: Esta tiene 2 significados fundamentales.

Noción Abstracta : Su principal condición es que en su interior existan requisitos de semejanza u homogeneidad , que van desde el mundo material o cualquier lugar del universo, incluso hasta la esfera del pensamiento humano ej.: Región ganadera, cardiaca, convexa, galáctica, bananera, occipital, incluso región del pensamiento o epistemología.

Desde las Ciencias Sociales o Naturales
Es un nivel más reducido a segmentos o porciones determinadas de tierra pueden venir desde las creencias sociales o naturales.
Además una región desde este óptica solo existe si hay un conglomerado humano que le de forma y extensión.
Hasta hoy, se han desarrollado múltiples debates sobre el concepto de región, sin llegar a un acuerdo satisfactorio o de validez universal, que sea aplicado a cualquier contexto.

Podemos Observar Distintos Puntos de Vista:

Geógrafo: Subcontinente. País, polo, sur

Planeación Dptal: Regiones más grandes que un municipio

Economista: Una área del mercado

Abogado: Juzgados

Administrado: un área de la empresa


CIENCIA REGIONAL (WALTERD ISARD): Estudio de los procesos sociales en áreas específicas llamadas Regiones.

Las siguientes son algunas concepciones sobre el concepto de región, las cuales intentan esclarecer un poco mas su significado.


CONCEPCIONES CONVENCIONALES

Espacios Abstractos (escuela francesa) FRANCOUIS PERROUX – JACKES BOUDEVILLE

PERROUX: El espacio puede concebirse:
a) Definido por un plan
b) Un campo de fuerza
c) Un agregado homogéneo


JACKES BOUDEVILLE: Complementa los estudios o teorías de perroux, las cuales no se basaban en funciones de división territorial si no funcional.

a) REGION HOMOGENEA: Unidad territorial definida mediante un factor único de diferenciación o dispersión.
Además, la diferencia en su interior será menor que entre regiones.

Desde el punto de vista económico es un todo diferenciado que se desarrollo de manera uniforme. Ej.: habitantes de Nariño con habitantes de Magdalena Pastusos –Vallunos.



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b) REGION POLARIZADA: Su característica es la relación que tienen los núcleos o polos con las áreas satélites el polo también es llamado centro nodal y en los países en vía de desarrollo generalmente es la capital.



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CRECIMIENTO: Todo lo concerniente a la infraestructura, todo lo que tiene que ver con lo físico ej.: edificios, carreteras, puentes, hospitales, etc.…

DESARROLLO: Es sobre todo aquello que tiene que ver con la tecnología o los avances intelectuales, tecnológicos. Ej. Eléctrico mecatrónico
El crecimiento no siempre tiene que ir de la mano con el desarrollo o viceversa.

Ej. De crecimiento sin desarrollo: los elefantes blancos de los estados, puente del chorizo, estadio la pastusidad, el edificio sin escaleras del parque Nariño.

Ej. De desarrollo sin crecimiento: Como lo es en el caso de china, donde el desarrollo va más adelantado que el crecimiento, ya que ellos ya no tienen para donde crecer.

Es por esta razón que los países en vía de desarrollo (como Colombia), basan su economía en el crecimiento y no en el desarrollo, ya que este lo importan ej: colombianos o personas compitiendo con asiáticos en la elaboración de computadores portátiles y teatros en casa.



NIVEL DE VIDA Y CALIDAD DE VIDA

NIVEL DE VIDA: China tiene un muy buen nivel de vida acceso a la tecnología de primera mano pero su calidad de vida es muy pobre, ya que las jornadas de trabajo son muy arduas, las distancias son demasiado extensas, y el metro cuadrado por habitante promedio es muy bajo.

CALIDAD DE VIDA: Tiene que ver con la satisfacción, la felicidad, los países en vía de desarrollo tienen mejor calidad de vida que los asiáticos aunque un nivel de vida más bajo ($).
Según un estudio COLOMBIA es el país más feliz, esta por la calidad de festividades durante un año, el amor por su selección de futbol.

c) REGION PLAN O PROGRAMA: Se define en función y logro de metas y objetivos específicos de una política económica para alcanzar la eficiencia en la elaboración de planes y programa.

POLITICA ECONOMICA= METAS+OBJETIVOS ESPECIFICOS= EFICIENCIA EN PLANES Y PROGRAMAS.


Las 3 regiones anteriores de Boudeville pertenecientes a la región francesa de las concepciones convencionales, tienen un grado de homogeneidad interna que logran diferenciarlos de otras regiones.

ESCUELA ALEMANA
REGION ECONOMICA
WALTER CRISTHALLER – AUGUST LOSCH

Teoría del lugar central: para losch , las regiones y los estados se ubicaban coincidencialmente . El quería proponer algo duradero que no fuera una variante, si no algo paralelo o equivalente.
Para losch la teoría del lugar central, nos llevaría a una región económica ideal, a un sistema óptimo, que incluso reduciría los costos de transporte.


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Desde la oferta
Desde la demanda
Para la economía en general? Bueno o malo.



REGION PRODUCTIVA
TEORIA DE LA BASE ECONOMICA “TLC”

¿La región que no intercambia sus productos crece y se desarrolla?
R/ Lo hace pero a un nivel mucho más lento que aquellos que intercambian bss y ss con otras regiones. La explicación es la siguiente.

Se parte de la idea de que cada región tiene productos, fruto de sus recursos naturales, su ubicación geográfica y su determinado clima.
Debido a estos factores cada región se especializa en la pcc de sus bienes, el intercambio de estos es lo que genera su existencia.
Si su consumo es local tendrá un crecimiento lento y un bajo desarrollo o competitividad.

Si sus productos se llevan a otras regiones el crecimiento será ágil y dinámico, ya que el dinero llegado por exportaciones permitirá importar; en este caso tecnología, volverse más competitivo y posicionarse en un mercado externo (caso de china).

La región es un todo homogéneo caracterizada por sus actividades económicas (productos) teoría de la base económica.



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Un ejemplo: de la región productiva o de las bondades de la teoría de la base económica.
Es el caso de china: quien hace 30 años se caracterizaba por ser una región muy pobre y productora solo de materias primas como el arroz, ellos manejaran un modelo de tasas fijas , basado en la devaluación del yuan con el fin de incentivar las exportaciones ; con el ingreso recibido por estas a mediano plazo , mejoraran procesos productivos y se concentraron en el desarrollo de sus regiones , hasta 2011 donde pasan a ser la 2da economía más influyente en el planeta .

DE LA MISMA MANERA VIETNAM, lo hizo con el café , esta región rodeada de problemas sociales internos , comenzó a mejorar su sistema productivo e implementaron un sistema moderno de riego, lo cual los llevo a posicionarse en un mercado mundial superando a países como Colombia 2do en cantidad y primero en calidad.

UN EJEMPLO DE UNA REGION QUE NO VA DE LA MANO O SE HA CERRADO AL CAMBIO ES CUBA,
Claro este país crece y se desarrolla, pero a un nivel mucho más lento que los demás países de la región.
Otro caso es Venezuela, Bolivia, entre otros países con tinte socialista.



CONCEPCIONES AVANZADAS

REGION ESPACIAL- TEORIA DE CORAGGIO

En este caso se relaciona:
Material territorial= con lo social = Donde se encuentran los agentes y medios acoplados por relación.

AGENTES: Personas grupos de individuos
MEDIOS: Lo que los rodea

La región es un ámbito de homogeneidad territorial definida a partir del dominio particular o de una relación de acoplamiento o semejanza.


COMPLEJO
SOCIAL
NATURAL

Como conclusión se puede decir que la región es un ámbito donde se aloja la colectividad diversa pero coherente.
También se dice que es la forma espacial de un subsistema históricamente determinado.


REGION INTEGRAL (ESCUELA ARGENTINA) ROFMAN

Cada sociedad organiza su espacio y la imprime en una forma específica, se dice también que la formación social, no es algo históricamente determinado, si no que se da por procesos sociales y fenómenos naturales.

De otra parte se afirma que cualquier sistema subnacional (región), comparativa las características de un modelo nacional.

FORMACION
SOCIAL
Y
REGIONAL


COLOMBIA, NARIÑO = Articulación -Buenas relaciones= Desarrollo país-Autonomía de la región.


REGION HISTORICA (MEXICANA)

Se basa en estudios de historiadores mexicanos, nos habla de fuerzas sociales, políticas y económicas, que atraves de sucesos históricos determinaron la forma y ubicación de las regiones, generalmente bajo sucesos de dominio.

En conclusión la región histórica es producto de un proceso histórico regional, el cual se fundamento con hechos pasados que afectan la historia de un estado.







UNIDAD # 2
HISTORIA ECONOMICA DE COLOMBIA



TERMINOS PARA EXPOCISIONES II CORTE

1) Cabildos
2) Media Anata
3) Mita
4) Adoctrinamiento
5) Memorial De Agravios
6) Chapetones
7) Impuesto Armado Barlovento
8) Rev. De Los Clavijos
9) Amedieros
10) Impuesto Al tabaco
11) Hacienda ( colonia)
12) Cajas Reales
13) Casas Fundición
14) Concertaje
15) Latifundio
16) Quinto Real
17) Diezmo
18) Almojarifazgo
19) Sisas
20) Resguardos
21) Casa Contratación Sevilla
22) Consejo De Indias
23) Cimarrones
24) Regencias
25) Intendencias
26) Alcabala
27) Juicios de residencia
28) Encomienda
29) Encomendero
30) Palenques
31) Bienes de manos muertas
32) Censos
33) Capellanías
34) Ejidos
35) Quina
36) Separación de Panamá
37) Pontazgoz
38) Piratas Corsarios


UNIDAD # 2
HISTORIA SOCIO ECONOMICA DE COLOMBIA

Existen 3 momentos claves de nuestra historia las cuales determinaron el perfil y la estructura de nuestro país, ellos son:
• Conquista
• Colonia
• La independencia

PROCESOS SOCIALES Y ECONOMICOS GENERADOS DURANTE LA COLONIA

No se intenta olvidar la conquista o el descubrimiento, pero en los 250 años que duro la colonia, se muestra el modelo económico de acumulación diseñada por España, el cual sentó las bases de la sociedad colombiana.

Este modelo basado en discriminación tenía unas contradicciones las cuales se dieron en la revolución de los comuneros y en la posterior guerra de independencia, así como también en el departamento de Nariño la revolución de los clavijos. Estos hechos marcaron el fin del modelo colonial.

Durante el XIX se intento insertar algunos productos en mercados agroexportadores entre ellos:
• Quina
• Café
• Tabaco

Pero las secuelas del modelo económico de acumulación son tan fuertes que fracasaron los intentos de llegar a mercados internacionales.


HACIA UN MODELO DE ACUMULACION COLONIAL

Aunque los intereses de la corona eran las que primaban, fueron los conquistadores los que sacaron el mejor partido en cuanto a utilidades por esta corona tomo unas medidas de tipo:

• Fiscal- Impuestos
• Militar-Ejerciendo violencia física
• Religioso –adoctrinamiento

En donde todas las ganancias deben ir a la corona, por esta razón todos los viajes realizados a nuestras tierras, los conquistadores venían acompañados de un funcionario de la corona, quien actuaba atraves de:

• Consejo de Indias
• Casa de contratación de Sevilla

Estos eran los encargados de cobrar impuestos y de colocar una casa de recaudación en cada ciudad conquistada.

1) 1550-1600 PERIODO DE TRANSICIÓN

Es llamado así, porque viene de un periodo violento de muertes y extinción del indígena como lo fue la conquista. En este periodo se llega a una relativa calma, se consolidan ciudades, se fundan otras, y empieza el establecimiento de instituciones político administrativas.
En 1580 España se desintegro, y posee un gran déficit fiscal, y el mal manejo de su economía por esta razón al imperio de Carlos V, solo le quedo el nuevo mundo como fuente de riqueza por esto intentaron mantener su hegemonía armándose militarmente con los recursos de las colonias, por esto sus enemigos de siempre, quiso disminuir su poderío con:

• Piratas
• Corsarios

La actividad productiva de la época se centro en la “Encomienda”, en esta los indios producen bienes y extraen oro, la mayor parte de las utilidades iba al “modelo “económico, el principal problema era el abuso de los encomenderos ante lo cual se emitieron leyes en 1540 con el fin de evitar el exterminio:

• Prohibidos los servicios personales al encomendero
• Este no podrá vivir en territorio de la encomienda
• La encomienda no era hereditaria, ni se podrá traspasar de persona a persona.

• Requisito obligatorio : un cura que evangelizara al indígena
• El tributo era fijado por la corona


Estas leyes no se daban para proteger al indígena, si no para asegurarlo por mucho tiempo mas y con el modelo de acumulación.
Se dio inicio a los JUICIOS DE RESIDENCIA: lugar donde los “conquistadores”, rendían cuentas ante funcionarios de la corona, sobre sus acciones durante la conquista, o sobre su gestión ante un cargo público. “contraloría”.
SE CREARON LOS CABILDOS: Instrumento impulsado por los españoles donde se les daba “participación” a las personas en la búsqueda de soluciones en las ciudades.

En este periodo los españoles después de saquear las tumbas y robarse el oro empiezan a explorar las minas, actividad que se otorgaba a particulares, pero la mayor parte de las utilidades va a la corona, con la minería aparece la mita.

Muchos indígenas fueron desplazados de sus comunidades o centros mineros, y obligados a trabajar en condiciones precarias y con climas muy diferentes a los propios, lo que llevo a la extinción del indígena.
APARICION DE LOS PRIMEROS CENTROS MINEROS

1550- 1570: Santander y Cundinamarca, cuyos centros principales fueron pamplona y mariquita.

1570 -1590: Primera crisis minera, hasta que se descubren yacimientos en Antioquia en caceres
Remedios, Zaragoza.

Con el auge de la minería aparece: LA REAL AUDIENCIA ente creado por el auge de la minería. Solucionaba de manera jurídica los conflictos que se presentaban entre indígenas y encomenderos en su lucha por la riqueza, conformados por un presidente y sus oidores.

DECADENCIA DE LA ENCOMIENDA, FORTALECIMIENTO DE LA HACIENDA.
En esta época debido a la falta de mano de obra se empieza a importar esclavos negros los cuales eran traídos por comerciantes ingleses como “contrabando”

La encomienda se debilito o cambio de perspectiva, ya que comenzó a ser abastecedora de centros mineros y dejo de ser pilar de la economía.
EN 1591 SE EMITE LA LEY DE COMPOCISION DE TIERRAS Ya que la corona tenía grandes problemas fiscales al estar en guerra con Inglaterra, esta permite tomar posesión de tierra y tributación indígena, siempre y cuando:

• Se pague una cantidad de dinero por ellos
• Se exija labor y morada lo cual fue burlado

Una herramienta fundamental en el dominio español fue la “religión”, la cual freno todo intento de iniciativa privada y le significo el poder en todo el territorio americano , por esta razón, en toda encomienda que se iniciase debía haber como requisito obligatorio; un CURA que evangelizara al indígena, algunos fueron hasta encomenderos y obligaron a pagar el “ diezmo”.

HACIENDA COMERCIO Y REGIMEN COLONIAL

Con el paso del tiempo las relaciones sociales se iban modificando,
La tierra fue pasando a manos de españoles privados, y la falla de mano de obra llevo al “ concertaje” , que fue la primera forma de trabajo remunerado , el cual fue , empleado por españoles no encomenderos.

El comercio va a ser fundamental en los años siguientes y la corona empieza a dejar parte del poder solo le quede el tributo.

2) REGIMEN COLONIAL 1600 – 1760

Va desde inicios del XVII, 1600 hasta 1760 época en que España tiene el dominio total del territorio.
La encomienda desaparece, Ya que venía en decadencia, la poca tierra que quedaba se repartió entre españoles no encomenderos. La mano de obra era indígena, que era la más codiciada, el problema era que se estaba extinguiendo = sin ellos era imposible la acumulación.
CONSOLIDACION DE DISTRITOS MINEROS

La extracción del oro era el eje del régimen colonial (economía)
Mariquita, pamplona, remedios, tocaima, Cáceres, Zaragoza, hacia esos lugares iba toda la pcc agrícola de haciendas y encomiendas la mano de obra era indígena, y el sistema era la “mita” se remuneraba en especie.

EN 1610 hubo una disminución de pcc en las minas que hizo disminuir la cantidad de indígenas, los cuales eran muy esforzados, hubo crisis en la corona y crisis para los comerciantes ya que por la escases de circulante, tuvieron que bajar sus precios, y las transacciones se comenzaron a hacer en especie, se beneficiaron los prestamistas, quienes se volvieron personas muy influyentes en un contexto nacional.

EN 1680 FINALIZA LA CRISIS con la explotación de minas en choco y Antioquia, a su vez llegar cuadrillas de negros procedentes de áfrica, para trabajar como esclavos en minas y haciendas

LA HACIENDA CRECE A COSTO DE LA TIERRA INDIGENA: Con la exportación y el despojo de tierras a que fueron sometidos los indígenas y los españoles “pobres”, se fuero acentuando las grandes haciendas, las tierras mas apetecidas fueran: altiplano cundiboyacense, Magdalena, Huila y valle del cauca.

En las haciendas se aseguraban el trabajo reteniendo los salarios y endeudando al indígena para mantenerlo en su propiedad por mucho tiempo.

El” comercio” se convierte en el ente dinamizador de este modelo, ya que atraves de él los comerciantes se vuelven personas muy influyentes y hasta decisivas en un contexto nacional.

POLITICA FISCAL, MEDIO Y FIN, DEL REGIMEN COLONIAL
Esta se convierte en el pilar fundamental para el enriquecimiento de la corona por medio de los tributos a los comerciantes, los cuales iban cada vez en aumento. LA POLITICA FISCAL FUE LA FORMA” LEGAL” DE QUITAR, los excedentes de producción a las personas, España no permitía el comercio exterior, pero los Holandeses, ingleses, franceses ofrecieron productos más baratos y los hacían llegar como contrabando.

MARCO SOCIAL DEL MODELO COLONIAL

ESPAÑOLES BLANCOS: autoritarios, machistas

INDIGENAS: Explotados en lo laboral, sexual, costumbres, religión, música y además permanecieron indiferentes a la pugna del control del gobierno virreinal solo querían respeto a los derechos de los resguardos “w”

NEGROS: Fueron tratados y comercializados como objetos, muchos se escaparon arriesgando su vida y formaron palenques.

Estos 3 se mezclaron, era inevitable, sobresalen los mestizos, español-indio, siempre quisieron y nunca pudieron estar al nivel de los españoles, pero nunca se revelaban con clases inferiores ya que tenían “sangre blanca”, algunos llegaron a ser hasta encomendero, no les daban cargos directivos.

Era una sociedad muy clasista, la cual no era occidental ya que era la que se enseñaba en las universidades “javeriana, del rosario, y santo tomas, todas con tinte católico”.

3) DERRUMBE DEL REGIMEN COLONIAL 1760- 1820

Desde los años 1648 aparece una nueva clase social en Europa “la burguesía” , quien se consolida en los años siguientes en Inglaterra y Francia , pero agudiza unas contradicciones que terminan con la revolución francesa en 1789 paralelo a esto , el mundo atraviesa por una época donde se pasa de lo industrial a lo comercial , con el iluminismo y el surgimiento de las maquinas.

LAS REFORMAS BORBONICAS DE SIGLO XVIII

A cambio de dinastía real se propone una nueva administración para el virreinato que consistía ; en hacer que América produjera la materia prima que a España le hacía falta , y que comprara su pcc ya transformado , además América no debía producir nada que se convirtiera en competencia para España como: telas , vinos,.

• Se inaugura el virreinato de nueva granada 1739
• Luz verde a la expedición botánica , que intento conocer las potencias económicas y de explotación con respecto a sus recursos naturales

• Aparece la imprenta y con ella los primeros periódicos como: Papel periódico de Santafé, La bagatela.

• Inicio de círculos literarios que estudiaban autores europeos no españoles.

• Creación de la Real Biblioteca que inicio con libros dejados por jesuitas, quienes habían sido expulsados.

LA PEQUEÑA PROPIEDAD EN SANTANDER.

A mediados del siglo XVIII, en el oriente colombiano o lo que hoy es Santander, se encontraba una sociedad, que aunque no contaba con indios ni esclavos, y siendo descendientes de españoles, se dedicaron a la producción de tabaco, telas y sombreros, con una técnica muy artesanal y baja producción, estos productos fueron demandados por los centros mineros, lo cual trajo auge y prosperidad para la región.

Al ver esto, la corona incrementa los impuestos, y toma algunas medidas:

• Implemento el impuesto de armada de barlovento.
• La corona era la única que podía comprar y vender tabaco, fijando el precio de compra y venta.

• Regulaba la cantidad de matas sembradas.


INSURRECION DE LOS COMUNEROS

Esto causa un gran descontento, que termina en sublevación en marzo de 1781, Juan Bermeo, consigue el primer triunfo en puente real, y se retira el impuesto al tabaco en algunas regiones.
El movimiento es conformado por:

Medianos propietarios: Comerciantes y Artesanos que querían rebajas en los impuestos, libertad en la producción de aguardiente y tabaco, ellos eran los que llevaban el mando en lo político y en lo militar.
Pequeños Propietarios: “Artesanos”, eran los más numerosos del ejército comunero, sobresale “JOSE ANTONIO GALAN”, el más radical de los jefes comuneros.

Los indígenas: Defender los derechos a los resguardos, sobresale “Ambrosio Pisco”, el cual dicen era la réplica de Túpac Amaru.

Cuando bermeo, estaba en nemocon, el arzobispo de Santafé firma unas capitulaciones para frenar la avanzada del ejército comunero, con estas se suprimen algunos impuestos como: media anata, pontazgos, monopolio, e impuesto al tabaco.

Desmovilizado el ejército solo queda Galán, se fortalece el virreinato, y las capitulaciones se incumplen, Galán es perseguido, torturado y ejecutado. Se restablecen todos los impuestos.

El mejoramiento del comercio con Europa, intensifica el conocimiento, y distancia a algunos criollos de otros grupos de Americanos (Torres, Nariño).


EL VACIO DE PODER Y EL CAMBIO DE GOBIERNO EN AMERICA

En 1808 napoleón invade a España, y el trono es ocupado por su hermano. En América esta situación es aprovechada y se presentan los siguientes hechos:

• Conspiración criolla.
• Motín popular.
• Declaración de cabildo abierto.
• Creación de Juntas, y expulsión de funcionarios de gobierno.
• Posesión de Autoridades criollas.
• Abolición de monopolio español.
• Control e implementación de representantes para comunicarse con el nuevo gobierno.


PATRIA BOBA.

En consecuencia, se declara la independencia en Cartagena en 1811, y se proclama en Antioquia en 1813, y ante esto se presentan los siguientes hechos:

• Guerra entre criollos por el poder.
• Guerra entre provincias fieles a España.

Aparecen 2 grupos:

• Republica de Cundinamarca, “Antonio Nariño”, (Centralismo).
• Provincias unidas de la nueva granada., “Camilo Torres”, (Descentralización).

Esta lucha entre bandos debilita la independencia total, por esto se le llama la patria boba, ya que en 1814, Fernando VII, retoma el trono con un experimentado ejército el cual envía a América, y vence fácilmente a los criollos que fueron juzgados y ejecutados, de esta forma vuelve el monopolio Español a territorio Americano.


LA CAMPAÑA LIBERTADORA.

Aparecen las guerrillas de Santander y Cundinamarca, quienes alistaron un ejército en los llanos del Casanare, en este se encuentran: Bolívar, con formación militar Española, Santander, Páez, Soublette, y los soldados quienes eran blancos pobres, mestizos, mulatos, indígenas, e incluso negros.

Durante tres meses, el ejercito atraviesa los llanos, asciende a la cordillera oriental venciendo al ejército Español, y el 10 de diciembre de 1819, Bolívar entra triunfante a Santafé.
En Diciembre en Angostura comienza “La Gran Colombia”, conformada por la nueva granada y Venezuela.


EL TRANSITO HACIA UNA NUEVA REPUBLICA (mediados del XIX)

Existen dos inconvenientes:

• Externos: Por las diferencias irreconciliables entre Santander y Páez, lo cual termino con “La Gran Colombia”.

• Internos: Ya que se conforman dos grupos: Centralistas,
(polarización, conservadores). Federalistas, (autonomía en las regiones Liberales).

Después de esto el modelo de acumulación se mantuvo, el impuesto al tabaco, al aguardiente, y otras medidas fiscales, las cuales lesionaron el proceso de llegada a mercados externos. Además, se dictan leyes, constituciones, voto popular, abolición de la esclavitud, en medio de guerras civiles y un caos político-social.

4. HACIA UN MODELO ABIERTO 1830-1910.

En esta época, no había un desarrollo económico claro, y se notaba un gran atraso, ya que no existía una clase dirigente preparada, en resumen no existía relación entre lo político y lo económico.

En el mundo, inicia la revolución industrial, y el iluminismo, donde se pasa del mercantilismo a la industria, y se nota un crecimiento desigual entre países, en este caso donde empiezan a figurar fuertemente en el mundo Estados unidos y algunos países de Europa.


QUE OCURRE CON EL ESTADO:

Era un estado débil, que fue surgiendo apoyado por pequeños grupos de oligarquía.

Fue muy difícil imponer una política fiscal, ya que no se contaba con la experiencia, ni con las herramientas para ello, pero se inicio con:

• El uso de puertos (Comercio exterior).
• Comercio de sal (las minas).
• Sacrificio de ganado (Mataderos).
• Peajes (con las pocas vías existentes)

PROBLEMAS DEL SIGLO XIX.

• Alta evasión.
• Guerras Civiles.
• Conformación de un ejército nacional que incremento los gastos.
• Inicio de la deuda externa, la cual fue contraída por la guerra de independencia.


OBSTACULOS PARA LLEGAR A UN MODELO ABIERTO.

Lo que el país necesitaba en esa época para su incentivar el crecimiento y desarrollo, era exportar pero:
• La herencia del modelo Español, hizo que la economía Colombiana estuviera aislada con el mundo y con sus vecinos.
• A nivel interno no existía un mercado fuerte y amplio, solo existían mercados pequeños y aislados entre sí, esto por la topografía y la baja productividad.
• Existía abundancia de factores de producción, como tierra y mano de obra, por lo que lo producido era para el consumo, ósea que no existía el trabajo asalariado, y la fuerza de trabajo no era vista como una mercancía.
• La demanda de productos manufacturados era muy baja.
• El País tenía un pésimo sistema de transporte y muy pocas vías, esto debido a lo difícil de la geografía Colombiana.
A partir de esto tomo fuerza la burguesía Antioqueña a razón de la minería, que jalono las economías locales y permitió traer algunas innovaciones tecnológicas.

Así pues la burguesía Antioqueña, y algunos empresarios de Bogotá, Medellín, Barranquilla, y Cartagena, reemplazaron a los antiguos chapetones.

A pesar de las grandes limitaciones en el siglo XIX, la única salida era exportar, y se presentan entonces los siguientes productos en orden cronológico como motor y base de la economía Colombiana:


EL TABACO: Primera incursión exportadora

El principal inconveniente fue la falta de visión de los incipientes empresarios, que no pensaron a mediano o largo plazo, que además nunca se tecnificaron o modernizaron.

Este sector pertenecía al estado, pero en 1850 se desmonopolizo.
Las exportaciones colombianas se dirigieron a Europa y a Estados Unidos, pero solo hasta 1875, época en que resurge el tabaco norteamericano y productores tecnificados en java y sumatra, los cuales presentaban mejores precios y calidad.

Ambalema Antioquia fue el centro de producción más grande, hasta 1857, siendo después reemplazado por Carmen de Bolívar en 1870, quien tuvo auge hasta 1875, época en que el sector desciende, hasta 1882 donde prácticamente desaparece.

En la primera década del XX, hubo un repunte, pero nunca como a mediados del XIX. La producción no desapareció, es mas se sumaron otras regiones de Santander (Girón, Zapatoca, San Gil, Bari chara y Palmira), pero suplican el consumo interno.

En este primer intento de inserción se nota la falla de productores intermediarios y su visión de corto plazo, ya que eran muy frecuentes las quejas de los puertos europeos, por la mala calidad, diferencias en las hojas, las cuales estaban húmedas y en muy mal estado, sumado al mal proceso de empaque.


LA QUINA: Fue durante mucho tiempo, materia prima para la elaboración de medicamentos contra la malaria.

Durante el siglo XVIII Loja fue el centro de mayor producción y calidad por lo cual la corona monopolizo la producción, en una época de expansión, que duro desde 1790 hasta 1804, año en que los precios se vienen abajo por la guerra entre España e Inglaterra , además se habla del descubrimiento de un alcaloide más efectivo.

La Quina de Bolivia domino hasta 1849 año en que el precio y la oferta fue mínima, desabasteciendo al mundo, lo cual fue aprovechado por Colombia convirtiéndose en el primer productor a nivel mundial (cauca) 1850 1882

Los principales centros de producción fueron: occidente de Cundinamarca, Santander (Cúcuta), Neiva y Silvia cauca

Los países de Europa investigaron con éxito y en 1870 se viene abajo la segunda opción de insertar al país en medios Agroexportadores.


EL CAFÉ: A comienzos de la década del 30 en el mercado, empiezan a darse unos desplazamientos del café, hacia nuevos centros de producción mundial como Brasil.

Después, a mediados del siglo XIX se presenta una escases de café por la roya en Brasil , y además por el fin de la producción basada en sistemas esclavistas.

Por esto a finales del siglo XIX, los precios se incrementaron e impulsados por esta situación, aparecen países como: Guatemala, EL Salvador, México y Colombia, y comienza una nueva era para nuestro país.
En el siglo XIX Brasil tenía el 75% y de la producción mundial.







MATERIAL DE APOYO PARA LAS EXPOSICIONES DE SEGUNDO CORTE. (En construcción)




Estos son apartes de diferentes investigaciones realizadas por estudiantes que durante el transcusro de el tiempo se han recopilado con el fin de compartirlo con ustedes, y que sea una base para la investigacion de segundo corte.

ADOCTRINAMIENTO CULTURAL

CONCEPTO: Desde épocas pasadas se evidencio claramente la influencia de la iglesia un ejemplo claro se dio en la conquista, donde la iglesia mantuvo un papel importante para el adoctrinamiento de nuestros antepasados que consistió en inculcar la religión de los españoles para poderlos dominar socialmente, económicamente y políticamente así la real corona obtendría mas control frente a los colonizados evitando por largos años la rebelión y protestas contra los impuestos de estos, todo este proceso se dio con el fin de que la corona o España se convirtiera como ahora se lo dice en una potencia frente a los de mas países europeos, también se analizara que el adoctrinamiento no fue tan malo puesto que sirvió y servirá para lograr un desarrollo en nuestro país frente a los demás se mirar que el adoctrinamiento no solo fue en la época de la conquista sino que también en varias épocas como la de la nueva granada.

PUEBLOS PARA LA DOCTRINA

Las regiones en las que la población indígena no fue arrasada fueron objeto de una política de adoctrinamiento. Se trata de las tierras de Coyaimas y al Natagaimas en los llanos del Tolima y de balcones al sur del actual departamento del Huila. Lo mismo que el territorio comprendido entre la desembocadura del río Páez al Magdalena y Tierra dentro, ocupado por los paeces, que se otorgó inicialmente a los jesuitas, hasta el año de 1640 y posteriormente, a los misioneros franciscanos.

Aunque las familias indígenas continuaron viviendo dispersas, dedicadas a sus labores agrícolas, para la subsistencia y el pago de un tributo a la Real Corona, encomenderos y el diezmo al cura doctrinero, se vieron obligadas a participar del adoctrinamiento en la capilla, que pasó a ser el centro del caserío, con una población no mayor de 100 habitantes, En estos pueblos de indios no se permitió el asentamiento de blancos.

PUEBLOS DE MESTIZOS

Estas poblaciones surgieron tardíamente desde finales del siglo XVII y hacia el siglo XVIII, en regiones donde desapareció la población aborigen y surgió como resultado colonial, el mestizaje.


Algunas tuvieron su inicio en la capilla de una hacienda que adquirió el rango de curato.

En tierras del Tolima también se vivió situación similar hacia la segunda mitad del siglo XVIII, cuando se fundaron nuevas poblaciones, como consecuencia de un aumento de población y un auge agropecuario: Espinal (1760), Chaparral (1769), Alpujarra (1771), Guamo (1772), Ambalema (1776), Ataco (1778), Cunday (1794).

Este auge también ocurrió en la provincia de Neiva que en 1789 tuvo 15 poblaciones, 4 mil blancos, 1247 indios, 5 mil 703 mestizos y 450 esclavos negros, según Francisco Silvestre.

Durante el siglo XIX, el proceso de incorporación de las comunidades indígenas al Estado-nación en la Nueva Granada se enmarca en el proyecto adoptado por las élites criollas de constituir una nación de ciudadanos.

Este modelo implica la construcción de una comunidad política integrada por individuos libres e iguales, portadores de la soberanía e investidos de derechos y obligaciones. En otras palabras: la implantación de una nación de ciudadanos en el ámbito de una sociedad premoderna, como era el caso de la América Latina postcolonial, exigía una auténtica revolución, no sólo política sino también social y cultural.

En este sentido, la revolución independentista implicaba la necesidad de sustituir una formación social de Antiguo Régimen, corporativista, estamental, jerarquizada y racista, por una moderna, individualista, igualitaria y homogénea.

Se trataba de transformar una sociedad de vasallos en una de ciudadanos. En ese modelo de sociedad no podían tener cabida las diferencias étnicas, ni las formas comunitarias de posesión y explotación de la tierra, ni la tributación diferencial, ni las jerarquías sociales extrañas al nuevo modelo estatal igualitario. De hecho, con su adopción se les extendía la partida de defunción a las formas coloniales de organización social y política de las comunidades indias y a sus tierras resguardadas, eximiéndolas, en compensación, del tributo, en aras de la "igualdad ciudadana".

Sin embargo, el Estado republicano no podía erradicar de un golpe las arraigadas instituciones que heredaba del régimen colonial. Debido a ello, se optó por una serie de cambios graduales que condujeran a la desintegración progresiva de las comunidades indias, logrando de este modo su incorporación en la proyectada nación de ciudadanos. En la prosecución de este fin, la política integradora republicana adoptó como sus líneas maestras la supresión del tributo indígena, la abolición de los resguardos y el menosprecio de la civilización de salvajes, no obstante, la materialización de cada una de estas aspiraciones políticas de las élites en instituciones jurídicas y sociales estables corrió con diversa suerte a lo largo del siglo, y a tono con las diversas circunstancias políticas, sociales, étnicas, culturales y regionales que debieron tomarse en consideración.

SUPRESION DEL TRIBUTO INDIGENA

Este fue el propósito que con mayor rapidez y menor resistencia se logró, lo cual resulta fácilmente comprensible si se tiene en cuenta que el tributo de indios no era sólo un recurso fiscal, sino un antipático y denigrante marcador étnico. De hecho, ya desde 1810 la Junta Suprema de Santa Fe decretó de abolición del tributo, determinación que fue ratificada por el Congreso Constituyente de Cúcuta en 1821,
Y si bien este recurso fiscal discriminatorio fue restablecido transitoriamente por un decreto del Liberador en 1828, apenas disuelta la Gran Colombia y establecida la República de la Nueva Granada, el 6 de marzo de 1832 se expidió el decreto que derogó definitivamente el cobro de cualquier forma particular de tributo a los indígenas.

ABOLICION DE LOS RESGUARDOS

En 1810, al mismo tiempo que se decretó la supresión del tributo, se autorizó la venta inmediata de las tierras de los resguardos indígenas. Esta medida fue igualmente refrendada por el Congreso de Cúcuta. Sin embargo, en este caso el éxito fue menos rotundo, como quiera que al reparto de los resguardos se opusieron obstáculos de diversa índole, entre las cuales cabe destacar: las dificultades técnicas para medir y repartir las tierras, la falta de fondos para pagar agrimensores y repartidores de tierras y la oposición de los indios por medio de demandas y reclamaciones.

A todo ello se agregó la cerrada oposición de algunas de las comunidades con mayor densidad poblacional y cultural a la disposición que las obligaba a arrendar a inquilinos no indios los llamados "sobrantes de resguardos".

Aunque el intento estatal por eliminar los resguardos fue persistente a lo largo del siglo XIX, con frecuencia se debieron hacer concesiones tales como aplazar el proceso en las regiones con mayor población indígena, o donde la resistencia de las comunidades resultaba más amenazante para la estabilidad de la frágil institucionalidad republicana.


Así, aunque en 1834 se expidió una ley que pretendía acelerar la repartición de los resguardos otorgándoles a los gobernadores y cámaras provinciales amplias facultades al respecto, y llegando al extremo de prohibirles a los indios interponer cualquier tipo de reclamación en contra, la resistencia de los indios fue tan vehemente que las propias cámaras provinciales de Riohacha, Cartagena, Chocó, Pasto, Túquerres y Neiva se vieron precisadas a solicitar al gobierno central la suspensión del reparto de resguardos en sus respectivas jurisdicciones,de hecho, la ofensiva liberal en contra de los resguardos se vio frecuentemente obstruida por leyes y decretos "proteccionistas" que pretendieron atenuar los efectos perversos del reparto de las tierras a los indios, prohibiéndoles la libre disposición de sus parcelas.

Normas con ese propósito se expidieron en 1810, 1843, 1859 y 1890, y aunque su intención fuese buena, de hecho se reconocía con ellas el fracaso del proyecto republicano de garantizar la igualdad de los indios con el resto de los ciudadanos. De todas maneras, esta política gradualista de extinción de los resguardos procuró siempre asegurar los medios para facilitar el mestizaje tanto racial como cultural de los indios, mediante su alfabetización, adoctrinamiento y mezcla forzosa con vecinos no indios, supuestamente en procura de lograr su incorporación gradual a la categoría de "ciudadanos".

CABILDOS DE INDIOS

Directamente vinculados a los resguardos y a los pueblos de indios, el Estado colonial hispánico creó los cabildos, cuyas funciones primordiales eran las de administrar las tierras y demás bienes de la comunidad, y garantizar la convivencia "civilizada" de los indios comuneros. En su interés por someter a una jurisdicción única a todos los ciudadanos, el régimen republicano intentó desmontar esta forma particular de administración étnica, como lo hizo también con los cacicazgos.

Sin embargo, ello sólo fue posible en aquellos territorios en los cuales se logró la rápida extinción de los resguardos. Donde éstos subsistieron, el Estado republicano no tuvo más remedio que aceptar la sobrevivencia de los pequeños cabildos, subordinados a las autoridades civiles, pero conservando su jurisdicción sobre los "asuntos económicos" de interés comunitario, así como su estructura tradicional.


LAS MISIONES Y LA CIVILIZACION DE LOS SALVAJES

Al igual que el régimen monárquico español, los gobernantes de la república decimonónica optaron por confiarle la tarea de adoctrinar y "civilizar" a los indios selváticos a las comunidades religiosas que desde las épocas de la conquista se habían ocupado de las misiones.

En este aspecto, la permanencia de las formas tradicionales de relación entre el Estado y los grupos indígenas no sedentarios fue más notoria que en lo relacionado con las demás instituciones de administración étnica,de hecho, a lo largo de todo el siglo XIX,al margen del partido en el poder, la labor civilizatoria de los indígenas fue delegada por el Estado republicano a los misioneros católicos, seguramente más preocupados por la "salvación de las almas" de los indios, que por su incorporación en la comunidad política de ciudadanos iguales requerida por un Estado nacional verdaderamente moderno.


CAJAS REALES

Las Cajas Reales fueron consideradas la institución colonial encargada del recaudo de impuestos en las distintas colonias españolas, además varios historiadores las denominaron como la unidad básica fiscal.

La administración de las Cajas Reales, era confiada por lo general a dos oficiales: un contador, quien era el encargado de llevar los libros contables y un tesorero.

En la Nueva Granada había 37 cajas reales, 13 principales y 24 subalternas, las cajas subalternas enviaban sus excedentes a las principales.

La ciudad de Santa Fe era la capital del Virreinato de la Nueva Granada y por tanto la ciudad más importante, considerada el eje de control del sistema de recaudos. Funcionaba en ella “Un Tribunal de Cuentas”, en el cual se debía presentar informe de las 13 Cajas Reales Principales, de las cuales una era la Caja Real de Santa Fe, caja matriz en la cual rendían cuentas las Cajas subalternas de Girón, La Mesa de Juan Díaz, Pamplona, San Gil, Tunja, Zipaquirá y Mariquita.

Igualmente, funcionaba en la capital una “Dirección General de Rentas Estancadas”, de la que dependían nueve administradores principales; de los territorios aquí considerados, encontramos: Popayán, Villa de Leiva, Ocaña y Santa Fe. Vale la pena aclarar que tal y como sucedió para otras cajas en Latinoamérica, las jurisdicciones de las cajas neogranadinas no necesariamente correspondían a las divisiones políticas o religiosas establecidas previamente.

Con las cajas subalternas de la principal de Santa Fe, se puede determinar los límites geográficos de la región y además de su influencia, que correspondían aproximadamente a 44.500 kilómetros cuadrados.

Adicionalmente, en los distintos pueblos y territorios que conforman esta región se pueden apreciar ciertas regularidades respecto a sus patrones productivos.

En primer lugar, en comparación con las otras actividades económicas, la minería (que a finales del siglo XVIII se encontraba relegada a las regiones occidentales en el caso del oro, y a Mariquita en el caso de la minería de la plata) no fue la principal y si lo pudo haber sido la agricultura.

En segundo lugar, en la región se encuentran dos de las principales regiones del virreinato, la ciudad de Santa Fe y el corregimiento de Tunja, regiones en las que se ubicaban muchos hacendados con actividades agrícolas y comerciales de cierta importancia. Tunja como único corregimiento sujeto al Reino de Santa Fe y cuyos recaudos fiscales se contabilizaban en la caja de la capital.

Entre los impuestos y rentas que se recaudaban encontramos la alcabala, los diezmos, los tributos indígenas, el proyecto, los quintos y cobos, el papel sellado, las medias anatas seculares y eclesiásticas, los oficios vendibles, las composiciones de tierras, las penas de cámara, los novenos de diezmos, las mesadas eclesiásticas, las vacantes mayores y menores eclesiásticas, los expolios, las cruzadas, la sisa y las salinas.

En el caso de las alcabalas, cada Caja Real tenía bajo su dependencia una Administración Principal, de esta dependía tanto la administración en la ciudad principal, como la administración del recaudo del impuesto en la jurisdicción territorial de dicha caja y estaba encargada de remitir cada mes el excedente producido por el total de la recaudación, menos los gastos de funcionamiento de la Caja Real, es decir, remitía únicamente el producto neto y es esto lo que se registra en el Corte y Tanteo remitido a España cada año por la Caja Matriz así como en el Libro principal de la Caja Real.

Para estos efectos se llevaba una contabilidad muy elemental, puesta en práctica desde comienzos de la colonización. Consistía en un libro donde se anotaban los ingresos con el nombre de Cargo y los gastos y egresos con el de Data.

Una de las razones que llevaron a que se realizara esta manera de contabilidad fue el papel central que poseía la obtención del excedente económico, quien llevó a que la administración colonial entendiera perfectamente la importancia de llevar un adecuado registro de los Cargos y la Data, estos dos registros se denominaban nomenclaturas contables con las cuales se designaron los ingresos del tesoro y los gastos que se debían hacer respectivamente.
Así, el registro de los impuestos se realizaba mediante estos libros conocidos como “de Cargo y Data”, los cuales eran llevados, por lo general, con elegante y cuidadosa caligrafía, dada la importancia de los datos que allí se consignaban. Se dice que se llevaba un libro por cada impuesto.

Del año 1627 hacia atrás, el Nuevo Reino de Granada no tenia moneda propia, para que pudieran funcionar como moneda, debían llevar marcado el sello del Rey, que las cajas reales le ponían después de haber pagado los quintos reales.
Los quintos reales, fueron un impuesto que la Corona española reclamó, el cual consistía en el pago de la quinta parte de todo el mineral precioso que se extrajera en América y para hacerlo efectivo se establecieron las Cajas Reales en los lugares destinados a la explotación. A este tipo de moneda se le llamaba plata corriente.

Para solucionar este problema, el Rey Felipe III fundó la Casa de la Moneda de Santafé, que como se dijo anteriormente era la capital del Nuevo Reino de Granada y en ella se puso en circulación por primera vez en América, la moneda de oro.

Las monedas de oro producidas por la Real Casa de Moneda de Santafé, fueron de tipo primitivo hasta 1756, en cuanto a su forma, pues no existían los medios de producción para hacerlas circulares, sino de forma "recortada". Hasta la década del cuarenta, del siglo XVIII, la Casa de Moneda fue de tesoreros particulares facultados por el rey para convertir en moneda los metales preciosos procedentes de las minas.

A mediados del siglo XVIII se resuelve acabar con el sistema de tesoreros particulares y tomar para la corona española los beneficios de la Casa de Moneda.

El edificio donde funcionaría, dicha casa, de ahí en adelante, se comenzó a construir en 1753 por el arquitecto español Tomás Sánchez. La primera casa en la que funcionó dicho establecimiento fue en un local ubicado en la Calle del Sol; que al parecer no subsiste y luego por orden del Presidente de la Real Audiencia se manda a construir en el mismo sitio que ocuparía más adelante la construida por el arquitecto Sánchez.

Con motivo de las revueltas generadas durante el período de la independencia, la Casa es blanco de sucesivos ataques, en uno de los cuales es destruido el escudo de la corona española que coronaba el pórtico de la entrada.

A pesar de los grandes beneficios obtenidos por la manera de llevar la contabilidad, al finalizar el período colonial, en 1784, dentro de la política de modernización administrativa adelantada por los Borbones, se ordenó llevar una contabilidad por partida doble, en tres libros llamados Manual, Caja y Mayor, pero el sistema no recibió aplicación, pues todavía al terminar el siglo XVIII las cuentas se seguían presentando mediante el antiguo sistema de Cargo y Data, practicado en forma desordenada y deficiente.

La denominación de las cuentas variaba de un sitio a otro y de uno a otro año, lo que dificulto cualquier tipo de análisis y estudio del sistema rentístico.

Uno de los muchos fenómenos que ataco a las Cajas reales, fue el contrabando, razón por la cual las cantidades de oro que llegaban a estas eran insignificantes; y a medida que avanzaba la desorganización fiscal española y se acentuaba la pobreza crónica de las Cajas reales, debido a los gastos excesivos en guerras y otras empresas descabelladas, la Corona, para salir de apuros, fue arrendando las rentas anticipadamente y vendiéndolas al mejor postor.

Unos historiadores de la economía hispana e iniciadores de la publicación en línea de estadísticas fiscales sacadas de las Cajas Reales volvieron a abrir un sitio dedicado a la economía hispana, cuya desaparición había decepcionado anteriormente a muchos aficionados a la historia económica hispana. Esta vez, no sólo se pone de relieve las investigaciones en curso sobre el particular sino se propone una verdadera recopilación de datos relacionados con fiscalidad novohispana y americana en general, a la par que se proporcionaría un análisis y bibliografías selectas sobre este interesante tema.



CHAPETONES

Pertenecían a la República de Españoles, los chapetones también eran llamados peninsulares debido a que habían nacido en la metrópoli, es decir en España y por eso se sentían superiores dentro de este segmento social.

Desde el punto de vista social existieron chapetones nobles, burgueses y del pueblo; en el caso de la nobleza residía principalmente en las ciudades y tenían cargos públicos o eclesiásticos, la burguesía era básicamente comercial, mientras que los sectores bajos se dedicaban pequeños comercios o actividades manuales.

La elite chapetona fue desplazada durante los siglos XVI y XVII por la nobleza criolla, sin embargo en el siglo XVIII con las reformas borbónicas los chapetones recuperaron el control político y económico en el virreinato peruano.

Podemos dividir a los hispanoamericanos en dos clases: algunos habiendo nacido en España, han emigrado por su propio gusto a América, han puesto casa y residen allá como ciudadanos. Otros nacidos en América pero de padres españoles, de manera que de americano no tienen sino el nacimiento. Para poder nombrarlos sin confusión. En efecto, desde el principio, los primeros se llamaron chapetones, es decir forasteros, los segundos criollos

Los altos puestos públicos, tanto civiles como eclesiásticos, no se llenaban con criollos, sino con los españoles llamados chapetones.

Los chapetones que representaban la oligarquía dominante en el sistema colonial se caracterizaba en la provincia por la adjudicación de grandes latifundios o bolsas de tierra que se localizaban adyacentes al poblado.

En la época colonial en nombre de blancos se adopta a todos, chapetones y criollos, y a cualquier persona europea o nacida de europeos en América, y es muy honroso e impuesto a ellos para distinguirlos ya de los indios que tienen color rojizo, ya de los africanos llevados a América que son negros.

Decir en América soy blanco, es como decir soy un caballero. Y con razón, porque el nombre de blanco se da a gran parte de los hispanoamericanos. A América emigran muchos nobles de España, allá también nacen muchos que descienden directamente de los antiguos conquistadores o de segundones que se establecieron aquí; “chapetones” se convirtió en una palabra que tenía un sentido peyorativo.

La expresión se inmortalizó cuando adquirió sentido ofensivo hacia los españoles. Su antónimo sería baquiano, pero, históricamente, a sus opositores se les llamaba los criollos.

Esta diversidad de españoles exigía nuevos vocablos para poder nombrarlos sin confusión. En efecto, desde el principio, los primeros se llamaron chapetones, es decir forasteros, los segundos criollos; muchos como fascinados por nuevas riquezas, que creían mayores en América, dejaron sus bienes en España a quien los quería y emigraron con todas sus familias.

Se creó una discrepancia pues se decía que los criollos no son aptos para un trabajo pesado. Criados ordinariamente a la sombra, son delicados. Sin embargo, hay entre ellos personas fuertes, belicosas y aptas para cualquier trabajo, por pesado que sea, especialmente en los climas fríos.

Por tal razón el señor Ulloa atribuye a los criollos la ventaja de ser más blancos que los chapetones; sin embargo los altos puestos públicos, tanto civiles como eclesiásticos, no se llenaban con criollos, sino con españoles de la madre patria, los llamados chapetones. Limitada su permanencia en la colonia generalmente a unos pocos años, les era vedado tanto el contraer matrimonio como el adquirir propiedad raíz.

Tales medidas se basaban en la idea fundamental de excluir la formación de relaciones más estrechas entre los altos funcionarios y la colonia, las cuales, a tan larga distancia, se consideraban como un peligro para incitar a la independencia. Para facilitar la supresión de la población, se trató por todos los medios de mantenerla aislada tanto del exterior como de mayores intercomunicaciones internas.

Al efecto se prohibió el comercio exterior, reduciéndose a la vez el intercambio con el viejo mundo a una sola caravana marítima al año, así como tampoco nada se hizo para mejorar las vías de comunicación dentro del país. No solo nada se hizo para fomentar la agricultura y la industria, sino además se tomaron medidas para retardar su desarrollo.

Numerosos monopolios y gravámenes aduaneros limitaban el progreso de los colonos, en tanto que una rígida censura supervisada por la inquisición mantenía en jaque todo progreso intelectual.

Desde el inicio de la colonia hubo tensiones entre criollos y chapetones. Los segundos decían que las condiciones climáticas de América degeneraban el cerebro y mente de los europeos y por eso los criollos no eran tan capaces como ellos. Los criollos, sin embargo, insistían en que eran iguales y tan leales a la Corona como cualquier español. Obviamente, tanto criollos como peninsulares querían el control sobre las poblaciones indígenas y el acceso al poder político.

El virrey siempre era español y los altos cargos del Ejército los tenían los españoles. Para colmo, las mujeres blancas preferían a los peninsulares antes que a los criollos. La marginación que sufrieron los criollos por los españoles y su reclamo de participar de la vida oficial del lugar donde habían nacido desembocó en un sentimiento que se ha visto como el despertar del espíritu nacional

El Florero de Llorente es uno de los sucesos de la Historia de Colombia.

Este motín, también es conocido como el Grito o La reyerta del 20 de Julio ocurrido en ese día de 1810. El nombre de este incidente se debe en realidad a la denegación de un préstamo de un florero, de parte del comerciante español José González Llorente al señor Luis de Rubio, aprovechada por los hermanos Francisco y Antonio Morales.

De igual manera valiéndose de la invasión que realizaba Napoleón el España y el descuido de la corona, mueran los chapetones, cabildo abierto, fue la consigna del día, y José María Carbonell, el líder de los 'chisperos'.

La verdadera motivación del proceso emancipador fue en realidad el equilibrio de derechos y garantías entre los Chapetones (españoles) y Criollos (descendientes de conquistadores y colonizadores españoles en América).

CHAPETONES

Los españoles llegaron a americe en 1528 durante el segundo viaje de Francisco Pizarro, sin embargo recién lo empiezan a “colonizar” a partir de 1532 con la fundación de San Miguel de Tangaleará en Piura. Los primeros españoles eran la soldadesca de Francisco Pizarro muchos de los cuales se mezclaron con las nativas y dieron origen a los mestizos, sin embargo este grupo siempre estaría relegado frente a los españoles tanto criollos como chapetones quienes eran blancos y “cristianos por sus cuatro costados”.

Ellos conformaron una república con privilegios frente a los otros grupos; La República de españoles por su carácter de 100% cristiana se presentaba como superior a la de Indios y por ello debían ser sus guías hacia Dios, obviamente por su labor debían de ser recompensados a través de la explotación de los aborígenes.

República de Españoles, los chapetones también eran llamados peninsulares debido a que habían nacido en la metrópoli, es decir en España y por eso se sentían superiores dentro de este segmento social.

Desde el punto de vista social existieron chapetones nobles, burgueses y del pueblo; en el caso de la nobleza residía principalmente en las ciudades y tenían cargos públicos o eclesiásticos la burguesía era básicamente comercial, mientras que los sectores bajos se dedicaban pequeños comercios o comercios manuales.


LOS CRIOLLOS

Fueron los hijos de españoles nacidos en América, ocupaban desde el punto de vista del estatus social el segundo plano en la república de españoles, al igual que el caso de los chapetones se encuentran criollos en todos los niveles socio-económicos.

La nobleza criolla fue muy poderosa en el campo político durante el siglo XVII incluso muchos de sus miembros fueron oidores; los burgueses se fortalecieron con el Tribunal del Consulado, por lo general los criollos del pueblo realizaban actividades mercantiles a baja escala.

LA ECONOMÍA PÚBLICA Y ESTRUCTURA FISCAL

Los altos puestos públicos, tanto civiles como eclesiásticos, no se llenaban con criollos, sino con los españoles llamados chapetones; El virrey siempre era español y los altos cargos del Ejército los tenían los españoles.

Los chapetones que representaban la oligarquía dominante en el sistema colonial se caracterizaba en la provincia por la adjudicación de grandes latifundios o bolsas de tierra que se localizaban adyacentes al poblado.

La estructura fiscal del Virreinato fue considerado por sus contemporáneos, incluso por funcionarios de la Corona, como oneroso para los diversos sectores productivos, y sabemos que se convirtió en una de las más fuertes motivaciones de la Revolución Comunera de 1781 y luego del movimiento de Independencia.
Sin embargo, tuvo que ser conservado por los gobiernos republicanos en sus aspectos esenciales y sólo vino a ser sustituido a partir de 1850.

El sistema se caracterizaba por una compleja red de impuestos indirectos y monopolios fiscales como los de aguardientes, tabaco, sal, naipes, pólvora y, al finalizar la época colonial, otros como el de exportación del palo de tinte y el de la quina, de corta duración. Estos estancos o monopolios, especialmente el de aguardientes y tabaco, fueron el blanco de las mayores críticas, porque restaban campos de actividad a comerciantes y agricultores, que estaban en capacidad de hacer inversiones y explotar por su cuenta la siembra, la producción y el mercadeo.

Se los consideraba la mayor restricción a la libertad de comercio, que ya empezaba a ser una de las aspiraciones de hacendados y comerciantes y el más claro ejemplo de la política monopolista del gobierno español.

Pese al confuso número de impuestos, el sistema no producía al Estado colonial ingresos adecuados para cumplir muchas de sus obligaciones. En general, el fisco colonial sólo producía para mantener una burocracia mal pagada e ineficiente, para sufragar los cuantiosos gastos militares causados por el constante estado de guerra que España mantenía con Inglaterra y Francia, y finalmente para unos pocos gastos en servicios.

La noción de servicio público prácticamente no existía, ni los ingresos públicos eran suficientes para adelantar obras de beneficio común. Un ejemplo clásico fue el de la conservación de los caminos que unían las diversas regiones del Reino con el río Magdalena, o a Santa Fe con las provincias de Antioquia, Popayán y Quito; pero la colonia terminó sin que se hubieran hecho progresos en el deplorable estado de los transportes.

Tampoco el fisco colonial contaba con recursos para pagar servicios como el de la educación elemental, que se limitaba al sostenimiento de unas pocas escuelas en la capital y en una que otra villa de provincia, o los más modestos de salud y beneficencia, a no ser el mantenimiento de algún auspicio en Santa Fe y algo que podría llamarse hospital en alguna ciudad como Cartagena.

Los ingresos fiscales de mayor envergadura, que representaban cerca de la tercera parte del total (31.47%), provenían de los estancos o monopolios del tabaco y el aguardiente.

IMPUESTOS EN LA NUEVA GRANADA

(Año común de los inmediatamente anteriores a 1810)
Tabacos
Aguardiente
Naipes
Pólvora
Aduanas
Alcabalas
Quintos de metales

Casa de Moneda
Papel sellado
Venta de tierras baldías
Tributos de indios
Derechos sobre la miel
Derechos de pulperías
Derecho de lanza
Medias anatas de empleos
Oficios vendibles
Salinas
Diezmos y vacantes
Mesadas y medias anatas eclesiásticas
Anualidades
Bulas de Cruzadas
Correos
Confiscaciones
Patios de gallos
Pasos de ríos y peajes
Derecho de bodegas
Réditos de bienes de temporalidades
Masa común de Real Hacienda


Seguían en importancia los quintos, que pesaban sobre la producción minera y que a pesar de su nombre eran equivalentes a un 3% del oro y la plata que se llevaba a las Casas de Moneda de Popayán y Santa Fe o las de fundición.

Comprendían el 9.28%. Los diezmos, que gravaban la producción agropecuaria —4.07% del total—, eran un impuesto que recaudaba la Corona pero que estaba destinado al sostenimiento de la Iglesia. Por acuerdo entre la Santa Sede y el gobierno español, de la suma percibida por este concepto el Estado retenía 2/9 partes y el resto pasaba a las autoridades eclesiásticas. Del diezmo se hallaban excluidos los productos agrícolas producidos por los indígenas, que éstos vendían en los mercados locales.

La renta de aduanas, compuesta por varios impuestos que pesaban sobre el comercio de importación como el almojarifazgo, la avería, la internación, la alcabala de mar, etc., equivalía al 7.78% de los ingresos totales.

Otra renta importante era la alcabala, que gravaba todas las transacciones comerciales de bienes muebles e inmuebles y operaciones de crédito como los censos o hipotecas.

Los bienes llamados de “la tierra”, es decir, de producción nacional, pagaban el 2% del valor de la venta, y los importados o bienes de Castilla el 4%. De la alcabala estaban exentos, como en el caso de los diezmos, los artículos comercializados por los indígenas.

Papel de los chapetones en la independencia

Desde el inicio de la colonia hubo tensiones entre criollos y chapetones. Los segundos decían que las condiciones climáticas de América degeneraban el cerebro y mente de los europeos y por eso los criollos no eran tan capaces como ellos.

Los criollos, sin embargo, insistían en que eran iguales y tan leales a la Corona como cualquier español. Obviamente, tanto criollos como peninsulares querían el control sobre las poblaciones indígenas y el acceso al poder político. Para colmo, las mujeres blancas preferían a los peninsulares antes que a los criollos. La marginación que sufrieron los criollos por los españoles y su reclamo de participar de la vida oficial del lugar donde habían nacido desembocó en un sentimiento que se ha visto como el despertar del espíritu nacional

En 1808 aprovechándose de la invasión que realizo Napoleón en donde miles de soldados franceses invadieron España, produciéndose el descuido de la corona hacia las colonias; en la mañana del 20 de julio, Joaquín Camacho se dirigió a la residencia del virrey Antonio José Amar y Borbón, para solicitar respuesta acerca de una solicitud de la instauración de una junta de gobierno en Santa Fe, mas, la negativa del propio virrey aunada a su arrogancia, hizo que se procediera a formar la reyerta con la excusa del préstamo de un florero.

Luis de Rubio, se dirigió de visita al negocio de José González Llorente para pedir prestado el mencionado objeto, con el fin de ser usado para la cena de visita para el comisario real Antonio Villavicencio, pero de una vez se dio la negativa del préstamo en la actitud altanera del propio Llorente.
Los criollos en vista de esto, y tal como lo tenían planificado desde el día anterior, tomaron el florero y lo rompieron para provocar a Llorente y de esta manera caldear los ánimos del pueblo en contra de los españoles.

Los criollos sabían que Llorente, al ser un comerciante, daría la negativa de prestar el florero, primero porque un comerciante únicamente vende sus artículos, y segundo porque él no prestaría ningún objeto a los criollos para atender a otro criollo (A. Villavicencio), de esta manera el Florero fue la excusa para crear la Reyerta.

La verdadera motivación del proceso emancipador fue en realidad el equilibrio de derechos y garantías entre los Chapetones (españoles) y Criollos (descendientes de conquistadores y colonizadores españoles en América).

La Lenta Ruptura con el Pasado Colonial (1810-1850)

El desarrollo económico de Colombia después de 1810 osciló entre dos modelos: el que luchaba por reconstruir los fundamentos coloniales de la economía nacional y el que aspiraba a una ruptura con múltiples trabas que se oponían al desarrollo moderno.

El segundo, que habría de triunfar hacia 1850, oponía al proteccionismo el libre cambio, a la intervención del Estado en el ordenamiento de la economía la defensa de la empresa privada, y a los esfuerzos de industrialización y protección de los productos nacionales la teoría de que la agricultura y la minería para exportación deberían ser los ejes del desarrollo nacional.

Los gobiernos posteriores a 1830 lograron sostener el patrón de desarrollo sobre parámetros de origen colonial. Sin embargo, a partir del primer gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera (1845-1849) se dieron los primeros pasos tendientes a reorientar la economía colombiana sobre fundamentos liberales. Este movimiento tomó pleno vuelo durante la administración de José Hilario López (1849-1853), en medio de un conflicto social creciente, por la movilización liberal de los sectores populares y la insurrección conservadora de 1851.

LA POBLACIÓN Hasta 1810 la población de la actual Colombia había sido estratificada por castas: negros, indios, libres de todos los colores y blancos. Entre los blancos y los mestizos, grupos dominantes de la sociedad colonial, existían matices que hacían muy difícil homogeneizar sus intereses. Sin embargo, el desarrollo político de finales del siglo XVIII los había llevado a establecer sistemas de alianzas, allí donde era más importante su unión en torno a la ideología de “lo criollo” que una tajante diferenciación de origen socioeconómico.

La independencia reforzó estos sentimientos de cohesión y una de las primeras decisiones del Estado republicano fue la supresión de las castas, quedando únicamente libres y esclavos como categorías sociales básicas.


Hasta 1850, los negros esclavos fueron los únicos que continuaron siendo discriminados formalmente, aunque en la práctica los indios también lo fueron. La población había venido creciendo durante los cien años anteriores a 1810 a tasas que no iban más allá del 1% para el territorio colombiano en su conjunto.

No obstante, a comienzos del siglo XIX se hablaba de una superpoblación, y la miseria abrumadora creaba inquietud en los aparatos políticos del Estado. En la primera mitad del siglo XIX se realizaron cuatro censos generales, en 1825, 1835, 1843 y 1851, que muestran importantes cambios demográficos tanto en el plano de la distribución geográfica como en el volumen de la población.

EVOLUCION DE LA POBLACION COLOMBIANA

Z778-1851
Porcentajes
Deptos. 1778 1825 1835 1843 1851 1778 1851
Boyacá 289.824 409.969 550.472 638.142 739.839 37% 35%
Cauca 116.651 149.778 210.359 268.607 323.574 15 15
Mag/lena 169.221 117.983 239.269 254.119 273.371 22 13
Cund/marca 211.287 391.444 570.759 651.714 768.847 27 37
Totales 786.983 1.129.174 1.570.859 1.812.582 2.105.622 100 100


FUENTES: El presente cuadro se ha levantado siguiendo la división territorial establecida por la Ley 25 de junio de 1824 que creó para la actual Colombia 4 departamentos y 15 provincias así: Depto. de Boyacá, constituido por las provincias de Tunja, Pamplona, Socorro y Casanare; Depto. del Cauca, por las provincias de Popayán, Pasto, Chocó y Buenaventura; Depto. del Magdalena, por las provincias de Cartagena, Santa Marta y Riohacha, y Depto. de Cundinamarca, por las provincias de Bogotá, Antioquia, Neiva y Mariquita. El censo de 1778 se hizo siguiendo un resumen general realizado por el autor, que corrige muchos errores sobre los datos hasta ahora conocidos

Las guerras, como fenómeno demográfico, no causaban solamente perjuicios físicos que dejaron un rastro de crímenes, vagancia, ruina y bandidaje. Muchas gentes huían y otras se escondían o migraban, contribuyendo a deformar los cálculos y a redistribuir los espacios habitados. En primer lugar, las levas arrancaban fuerza de trabajo de las zonas agrícolas y mineras, impidiendo el normal proceso productivo.

Los reclutamientos forzosos llegaron a ser tan desastrosos e inútiles para la población que los peones, indios y aun esclavos terminaban por ocultarse cuando el rumor de que el censo o recuento estaba ligado a una posible movilización.

A su vez, los ejércitos en campaña actuaban contra la población civil, que huía de sus centros de habitación e iba a buscar refugio a zonas de paz o de defensa. Los ciudadanos urbanos se marchaban a otros pueblos y los trabajadores rurales monte adentro, donde no fuera posible sufrir los efectos de la devastación. Son conocidos los desarraigos ocurridos en Cúcuta con motivo de la campaña de los españoles contra Bolívar, los atentados contra la población civil durante la reconquista (1815-16) y los ocultamientos de la gente, en 1843, cuando se levantó el censo de la Nueva Granada.


El Concertaje

En 1601 se estableció el concertaje o concierto de los trabajadores, por el cual éstos acordaban laborar para determinado propietario a cambio de un jornal.

El concertaje robusteció la hacienda, que acabó finalmente con la encomienda, el repartimiento quedó reservado para actividades en las cuales no se encontraban jornaleros, como la minera en Nueva España, donde se implantó desde 1632.

El concertaje funcionó usualmente durante la segunda mitad del siglo XVII, el concierto se hacía por escrito y por un período que iba de seis meses a un año. El trabajador tenía derecho a una casa y a los servicios religiosos.

El salario debía pagarse en dinero y no en especie, pero lo corriente es que se diera una parte en dinero (entre 15 y 30 pesos al año) y otra en especie (ocho fanegas de maíz y media arroba de carne cada dos semanas).
Aunque el patrono procuraba explotar a sus trabajadores, tenía siempre el límite impuesto por la oferta y la demanda. Si apretaba demasiado, el jornalero se buscaba otro patrono, siendo inútil tratar de hacer valer el papel del concierto firmado, pues primero había que encontrarlo.



ENCOMENDEROS

Establecida apenas la ciudad española, los conquistadores que han participado en la empresa de sojuzgamiento de una región esperan y reciben el premio por sus esfuerzos y desvelos.

El reparto de encomiendas efectuado por el jefe de la expedición constituye el acto fundamental por medio del cual, al recompensar a los españoles, se organiza jerárquicamente la sociedad que empieza a conformarse y, al mismo tiempo, se la divide.

Como la forma más sencilla de asignar los indios es dando un cacique y sus indios lo que implica en general respetar las estructuras indígenas; la mezcla de indios de grupos diferentes habría creado problemas insolubles de organización y control; los caciques mismos entran a funcionar como elementos del sistema de dominación de los indios las encomiendas resultan de magnitudes muy diferentes según el tamaño original de las comunidades repartidas.

Por otra parte con frecuencia el número de encomiendas resulta inferior al de participantes en las expediciones de conquista, de modo que muchas veces no hay indios suficientes para dar a todos los españoles.

Así pues, en la medida en que el encomendero se convierte durante los primeros años de ocupación de una región en la figura dominante y en que la encomienda es la institución básica del sistema productivo, la división entre encomenderos y no encomenderos forma la división social principal del sector español, expresada en la distribución del poder y las oportunidades económicas, así como en diversos estilos de vida y formas de conducta que animan y dan color a la vida local y conducen, con frecuencia, a enfrentamientos entre grupos y personas separados por intereses divergentes.

Al asignarse las encomiendas, los adelantados, gobernadores, etc., seguían criterios que continuaban las jerarquías preexistentes dentro de las huestes conquistadoras. Entre éstos es preciso señalar y subrayar el diferente valor del aporte financiero a la expedición, el ejercicio dentro de ella de cargos y funciones de responsabilidad y mando y la pertenencia o afiliación a las facciones que se cristalizaban alrededor o en contra de un determinado conductor.
Como la ocupación de cargos de mando.
Capitanes, por ejemplo es a su vez resultado de muchos factores diversos, a veces los dirigentes escogen sus oficiales por razones familiares o localistas, a veces dan campo a personas protegidas por las autoridades españolas o a representantes de quienes han financiado la campaña la nueva jerarquía de encomenderos resulta afectada por antecedentes que se pierden en la compleja estructura económica y social de la España del momento.

Del mismo modo la posibilidad de ser un soldado de a caballo (por poseer el animal y el equipo adecuado) dependía al menos parcialmente de la mayor riqueza en España o de alguna fortuna en las Indias. Sin embargo, la conquista, con sus oportunidades para demostrar capacidad, esfuerzo, vigor, resistencia, audacia, y con la elevada mortalidad del grupo conquistador, producía un tipo de selección entre los españoles cuyo efecto era sin duda igualitario.

Oscuros soldados pudieron a veces, basados en sus propios actos, ocupar los sitios que más tradicionales consideraciones habrán reservado a los amigos del gobernador o a sus financistas.

Así, la conquista, aunque reproduce en cierta medida la jerarquización social española, la debilita y abre caminos para el ascenso individual, vías menos estrechas que las existentes en la península. Y al fin y al cabo, como lo señaló el obispo Martín de Calatayud, las Indias daban a todo español, incluso al que en su tierra nativa estaba destinado a la más baja posición, la oportunidad de colocarse en una posición de señor: el más pobre de los españoles, el más bajo en la escala social hacia parte del grupo que ejercía el poder sobre los indígenas.

Para tomar un ejemplo: las diferencias entre los españoles que llegaron al Nuevo Reino se confirmaron al dar Quesada las más valiosas encomiendas a nueve de sus capitanes y a cuatro caporales de la expedición; muchos de sus hombres quedaron sin la anhelada recompensa. La llegada de Belalcázar y Federmán, a cuyos hombres se asignaron igualmente encomiendas, aumentó también el número de quienes no recibieron ninguna.

Hacia 1540 los encomenderos representaban ya alrededor de la mitad de la población española, entonces superior a los 300 hombres. Los excluidos quedaban con la esperanza puesta en nuevas conquistas o en que una redistribución de los indios los colocara entre los elegidos; no es de extrañar que se creara una sicología inquieta, deseosa de nuevas aventuras y díscola entre estos grupos. Las redistribuciones, como se dijo antes, fueron frecuentes, sobre todo hasta 1545, y lograron el apoyo de muchos excluidos, además del de quienes llegaban con el nuevo gobernador y querían, un poco tardíamente, incorporarse al grupo encomendero.

Pero para 1550 este sector se encontraba ya bastante consolidado; a partir de entonces los cambios ocasionales en la asignación de los indios son esencialmente individuales y nunca ponen en cuestión a un grupo que se iba convirtiendo más y más en una compacta oligarquía. Colmenares, con base en informaciones de Flórez de Ocáriz, ha señalado la inestabilidad en la posesión de la encomienda y el desvanecimiento de la recompensa inicial para muchos de los conquistadores venidos antes de 1543: según estos datos, de 265 conquistadores conocidos 90 apenas la conservaban para 1560; el resto eran "simples habitantes de las nuevas ciudades".

En realidad estos datos no pueden aceptarse: los 175 habitantes que figuran como "vecinos" realmente no lo eran: en esta cifra están incluidos los conquistadores fallecidos para esa fecha, los que habían regresado a España y los vecinos de otras regiones fuera del Nuevo Reino.

La lista de encomenderos de Ocáriz, por otra parte, es muy incompleta: sólo se mencionan 90 encomiendas, cuando según López de Velasco el Nuevo Reino debía tener al menos 400 encomenderos. La pérdida de encomiendas fue menos notable de lo que sugiere Colmenares, y la capacidad de los compañeros de Quesada (por ejemplo) para mantener sus recompensas es bastante notable: a partir de las listas de Rivas y de otras informaciones disponibles, resulta que hacia 1560 por lo menos 62 compañeros de Quesada conservaban aún sus encomiendas; 22 habían muerto y 21 se habían ido a España.

Entre los residentes del Nuevo Reino apenas uno carecía de encomienda (y quizás un segundo): la existencia de un buen número de primeros conquistadores resignados al papel de simples vecinos no parece verosímil. Es posible que la situación haya sido parecida en relación a los compañeros de Federmán y Belalcázar: que la inmensa mayoría recibieron encomiendas y que quienes no lo hicieron abandonaron rápidamente la región.

Algunos vendieron o cedieron luego su repartimiento, usualmente para irse a otra parte; la muerte de otros permitió premiar a los recién llegados o a algunos excluidos. La mayoría de los que llegaban luego debían contentarse con encomiendas en nuevas regiones.

Algunos, los más cercanos a los gobernadores, podían obtenerlas en Santa Fe, Tunja o Vélez, pero para la mayoría esto no era posible: el esfuerzo de Lugo en 1543 fue anulado al poco tiempo, y la mayoría de sus hombres recibieron encomiendas en Tocaima o en otras ciudades. Los hombres de Díaz de Armendáriz resultaron favorecidos en Pamplona y algunos de los llegados en 1550 obtuvieron sus repartimientos en Ibagué.

En resumen, parece que pese a la frecuente reasignación de indios, a los pocos años de fundada una ciudad se había consolidado un grupo de encomenderos usualmente conformado por los primeros conquistadores y unos pocos advenedizos posteriores, que logró mantenerse aferrado a sus indios.
Los españoles sin indios podían lograrlos si se conquistaban nuevas tierras, aunque incluso en tal caso debían dejar algunas de las mejores encomiendas para algunos conquistadores de la ciudad de donde partía la expedición.

Ahora bien, este grupo, aunque colocado por encima de los demás españoles por su control sobre la mano de obra indígena, estaba también jerarquizado internamente, como ya se señaló.

El ingreso de un encomendero dependía principalmente del número de tributarios que tuviera su repartimiento, de modo que mientras algunos conquistadores podían vivir bastante bien, otros apenas tenían lo suficiente para subsistir: hacia 1560 Quesada hizo un listado de encomiendas en el que añadió al número de indígenas de cada uno, un comentario sobre el grado de bienestar que procuraban al encomendero: usualmente habla de que un español tiene "bien de comer" cuando posee más de 500 o 600 indios (por supuesto, a veces una encomienda pequeña puede ser muy productiva por razones locales); regular entre 200 y 500 y, según Quesada, pobre cuando tiene menos de 2004.

El Licenciado hablaba solamente del Nuevo Reino, pero probablemente un criterio similar es válido en las demás gobernaciones. Si es así, la mayoría de los encomenderos estaba en la última categoría y muy pocos eran los ricos.

El siguiente cuadro elaborado por Colmenares indica claramente que solamente en Santa Fe, Tunja y Pasto podemos esperar un número notable de encomenderos ricos; en las demás regiones, debieron ser muy escasos si se piensa que la mayoría de los encomenderos debían tener menos indios del promedio local.

PROMEDIO DE TRIBUTARIOS POR ENCOMIENDA HACIA 15605

Santa Fe 1.000 Pamplona 146
Tunja 923 Tocaima 142
Pasto 714 Cali 120
Popayán 331 Caramanta 90
Almaguer 321
Cartago 254
Anserma 158 Promedio General 423

Una visión de la distribución en algunas regiones señala los grados de diferenciación dentro de cada ciudad. En Pasto, por ejemplo, 4 encomiendas tenían más de 1.000, una de ellas con más de 3.000 indios; 15 tenían entre 500 y 1.000 tributarios y 11 menos de 5006. En Tunja, en 1565, 15 encomenderos (el 20% del total) tenían 15.055 indios, o sea un poco más de 1.000 en promedio; los 15 siguientes 8.375 (para un promedio de 558) y las otras 43 tenían un promedio de 287 (con un total de 12.340 tributarios); para la fecha de este dato el promedio general había disminuido a 490 indios por encomendero, en parte por disminución de la población y en parte por el aumento del número de éstos.

En las zonas más pobres pocos encomenderos podían vivir holgadamente de sus tributos: en Cali apenas 10 tenían más de 100 indios y el más rico tenía 463 tributarios; algo similar ocurría en Cartago, Caramanta y otras regiones. Pero debe tenerse en cuenta que fuera de los tributos en oro o productos, el encomendero gozaba de los beneficios obtenidos en la explotación de las tierras y minas que recibiera, así como en operaciones comerciales a las que muchos se dedicaron.

En conjunto, no obstante es evidente que para 1560 sólo unas cuantas decenas de encomenderos podían vivir de acuerdo con la imagen señorial a la que trataban de adaptarse los españoles: los beneficiarios de encomiendas de más de 600 o 700 indios, que daban a su usufructuario un ingreso aproximadamente igual al de un obispo o un oidor, fuera de una extensa servidumbre doméstica gratuita.

Los encomenderos que no pertenecían a este grupo podían, pese a que sus tributos apenas les permitieran mantenerse con un mínimo de holganza, beneficiarse con actividades económicas adicionales. Casi todos recibieron tierras de los cabildos, fuera del lote urbano asignado a todos los vecinos, y muchos trataron de participar en la explotación de las minas de metales preciosos.

Pero las continuas quejas sobre la pobreza de los encomenderos, aunque exageradas sin duda por el interés de lograr determinados favores de la monarquía, así como las peticiones de que no se dividan las encomiendas, muestran que existía la idea generalizada de que las pequeñas encomiendas no permitían a los españoles vivir al nivel deseado y conducían a una explotación excesiva de los nativos.

Como grupo los encomenderos conformaron, como ya se dijo, una compacta oligarquía, que fuera de estar colocada en el nivel más elevado de la jerarquía social controlaba los cargos públicos locales, en particular las sillas del cabildo y los demás empleos municipales.

Como se ha visto los gobernadores recibían su nombramiento de España, y era difícil influir sobre su selección desde una región de las Indias, sobre todo después de que ésta comenzaba a estabilizarse.

Pero los cargos de regidores, alcaldes y demás empleos urbanos se proveían localmente. Casi siempre la primera elección de cabildo la hacía el gobernador o su teniente, dentro de las formas jurídicas de fundación de una ciudad.

Este primer nombramiento, que sigue usualmente los mismos criterios por los cuales se determinan los encomenderos, hace que desde el comienzo los funcionarios locales sean los encomenderos más importantes.

A continuación, cada año, el cabildo debe usualmente elegir a sus sucesores; los nuevos elegidos se escogen habitualmente dentro del mismo círculo de los encomenderos principales.

En uno que otro caso, cuando se presentaban problemas especialmente graves, se ampliaba el cabildo para incluir a los más importantes vecinos de una ciudad. Un ejemplo de esto ocurrió en Tunja en enero de 1545, cuando se convocó un "cabildo general", en el que tomaron parte unos 40 asistentes, prácticamente todos encomenderos. La tendencia exclusivista del cabildo que nunca conformó, como a veces se ha sostenido, una institución representativa popular, se reforzaba además por el nombramiento de regidores perpetuos, hecho por el Rey o los gobernadores para premiar servicios especiales o por alguna otra razón.

Así en 1544 Alonso Luis de Lugo nombró varios regidores perpetuos para Tunja, probablemente para tratar de obtener una mayoría favorable a sus actuaciones; al tiempo que trataba de modificar la distribución de encomiendas cambiaba la conformación de los cuerpos de administración local.

El gobernador y el cabildo constituyeron las autoridades principales de las poblaciones españolas en el territorio colombiano hasta 1550, cuando el establecimiento de la Audiencia modificó la estructura de la administración. Al gobernador correspondían las funciones de autoridad política militar y de apelación judicial, mientras el cabildo asumía las funciones judiciales menores, a través de los alcaldes, y las tareas de administración local.

En estos años encontramos al cabildo de Tunja, por ejemplo, fijando precios de venta a la leche, los quesos y la mantequilla; señalando rutas precisas para las comunicaciones con Vélez, Santa Fe y Duitama; tomando medidas de aseo y otros servicios públicos. Desde el punto de vista económico, quizás la función más notable era la capacidad de asignar tierras a los pobladores, que fue utilizada intensamente por los encomenderos para obtener "estancias" en los alrededores de la ciudad.

La rapidez con la que se hizo la distribución de las tierras que la despoblación indígena dejaba desiertas o que no eran ocupadas continuamente por los indios fue asombrosa, hasta el punto de que para 1542 ya era difícil conceder "caballerías" en las vecindades de Santa Fe y Tunja.

Las tierras se daban para estancias de pan coger, de ganado menor y de ganado mayor. Las primeras iban a dedicarse a la labranza, y parece que una estancia de ganado menor tenía usualmente una cabida de unas 365 hectáreas; la estancia de ganado mayor parece haber cubierto unas 2.540 hectáreas.

Aunque jurídicamente se trataba de dos actos diferentes, uno mediante el cual se entregaba un grupo de indios a un español y otro mediante el cual se daban tierras, la situación real era más confusa. Los encomenderos, concentrados en el cabildo, se atribuían tierras en las zonas de sus encomiendas, para utilizar la mano de obra de los indios, y se iban apoderando de hecho de las tierras de los indios a ellos encomendados.

Por lo que parece, entonces, las grandes propiedades territoriales de finales del siglo XVI y del siglo XVII se originaron de hecho en las concesiones de encomiendas, aunque jurídicamente esto tuviera alguna precariedad. Pero si bien los encomenderos podían recibir estancias de los cabildos, así como utilizar parte de las tierras de los indios de su encomienda como propias, el despojo acelerado de la tierra de los indios sólo se dio posteriormente a la época analizada, al acentuarse el proceso de expansión de la ganadería.

Por el momento, la comunidad española podía bastarse con la tierra necesaria para fundar los centros urbanos y con el uso de tierras que formalmente seguían en posesión de los indios, sin necesidad de repartir a los españoles más tierras que aquellas que iban quedando sobrantes por la disminución de los aborígenes.

En todo caso, el control de la mano de obra indígena, de las instituciones locales de administración y de la tierra dio al grupo encomendero una posición de supremacía que no resultaba fácil desafiar.

Internamente, los encomenderos podían estar bastante diferenciados, y es posible que los cargos de los cabildos hubieran tendido a concentrarse dentro de círculos restringidos, quizás entre los encomenderos más ricos, pero sólo un estudio detallado de la administración urbana durante estos años permitirá obtener una imagen precisa de divisiones o incluso eventuales conflictos entre los beneficiarios de la encomienda.


Hacienda
Era un sistema económico que consistía en una explotación de tierras a cargo de un solo propietario, quien era un peninsular o criollo, que con escasa inversión de capital tomaba posesión de algunas tierras, en la que unos trabajadores asalariados producían alimentos para un mercado cercano o centro minero. Generalmente era mixta, agrícola y ganadera, y su mercado próximo una urbe o a las minas.
Origen
Desde fines del siglo XV, quedó patente el hecho de que los españoles no tenían inclinación por el trabajo manual y que la mano de obra sería la indígena. Por lo que se instituyó por esto el repartimiento, entregando cupos de naturales a los españoles para que les utilizaran en labores agrícolas o mineras. Pero estas tierras eran propiedad de la corona.
Con la ley de Composición de Tierras, se logra que los españoles y también los criollos tomen posesión de tierras que hasta ese momento eran de la corona. Y así La hacienda apareció en el siglo XVII coincidiendo con la crisis de los envíos de metales preciosos a España, el máximo decrecimiento de la demografía indígena y el hundimiento de la encomienda, por lo que se la ha relacionado con ellos.
Condiciones para la hacienda.
• Estos hacendados debían pagar un salario a quienes trabajaran en la hacienda, la mayoría de trabajadores eran mitayos, e indígenas forasteros que eran indígenas que abandonaban sus encomiendas para no tener que pagar tributo.

• Garantizarles una morada y fijarles una jornada laboral. Que muy difícilmente se cumplir por falta de alguna autoridad que inspeccionara este aspecto.

Factores para la formación de la hacienda:
.Para la formación de la hacienda hicieron falta cuatro factores esenciales:
1. Inversión de pequeños capitales en agricultura, estos dineros generalmente eran traslados de la minería.
2. Existencia de una mano de obra asalariada. Los cuales eran los mestizos, pero principalmente se utilizo a los indígenas, quienes sabían las técnicas de agricultura y de plantación, de los productos agrícolas.
3. Demanda de alimentos: demanda de alimentos motivada por el crecimiento de los centros urbanos y por los reales de minas.
4. Existencia de complejos mecanismos para retener la mano de obra, adelantos de jornal, tiendas de raya que les suministraban lo que necesitaban a cuenta, y subarriendos de parcelas a cambio de trabajo, muestran que tal mano de obra no Debía ser excesivamente abundante.

La Agricultura en la Hacienda
La agricultura fue una actividad que vario según la región, en cuanto a las formas de tenencia de la tierra y a los sistemas de control de la mano de obra, este ultimo aspecto garantizaba el éxito o fracaso de la producción de la hacienda con sus productos de pan de coger que eran; maíz, yuca, fríjol, papa y hortaliza, que garantizaban el abastecimiento de los centro urbanos y áreas mineras.
La aparición de los resguardos indígenas, lo que causo que se escaseara gran cantidad de mano de obra indígena, limitaron la expansión de la hacienda agrícola controlada por peninsulares y criollos.
En general en el siglo XVIII se vivió una época de gran desarrollo de la hacienda, mas importante social que económicamente y esta termino por remplazar a la encomienda.




LA HACIENDA

Se denomina hacienda a una finca agrícola, de gran tamaño, generalmente una explotación de carácter latifundista, con un núcleo de viviendas, normalmente de alto valor arquitectónico. Sistema de propiedad de origen español, concretamente andaluz, el modelo fue exportado a América durante la época colonial.

Como consecuencia de la conquista española, México se vio envuelto en un sinnúmero de drásticos cambios los cuales, sin lugar a dudas, vinieron a transformar, inevitablemente, el modo de vida de los habitantes del territorio recién colonizado.

Uno de los cambios quizá más significativos fue el del sistema de la tenencia de la tierra, el cual pasó a ser determinado, en su totalidad, por la Corona Española la que, con el propósito de fomentar el poblamiento de su nueva colonia, comenzó a repartir entre sus soldados de más alto rango y entre uno que otro aventurero de la nobleza, mercedes y encomiendas de tierra para el establecimiento de estancias ganaderas y huertas, así como de casas-habitación dichas encomiendas, que al inicio se componían de unas cuantas longitudes de terreno, algunos indios y muy contados animales.

Estas encomiendas llegaron a convertirse con el tiempo y por medio de la adquisición legal en unos casos y, a través de la apropiación arbitraria en otros, en una poderosa unidad socio-económica que vendría a jugar un papel de suma importancia en la historia rural del México colonial: La Hacienda

La hacienda fue como ya se mencionó, un complejo socioeconómico autosuficiente en la mayoría de los casos que se encontraba formado por un núcleo poblacional denominado Casco o Casa Grande en la que vivía el hacendado con toda su familia; además existían otras casas más modestas, destinadas al personal de confianza de la hacienda, tales como el administrador (o tenedor de libros), el mayordomo, y algunos capataces.

También existía una capilla en la que se ofrecían los servicios religiosos a todos los habitantes de la propiedad. No podían faltar obviamente, las trojes y las eras para el almacenamiento y la molienda de los granos, respectivamente así como los establos para los animales.

Dentro del esquema socio-productivo de la Nueva España existieron principalmente dos tipos de Haciendas: Las de Beneficio y las Agro-ganaderas, siendo las primeras aquellas en las que, por medio del beneficio del azogue (mercurio), se extraía la plata de los minerales (de ahí su nombre). Desde el momento en que se descubrieron los ricos minerales de plata en la intendencia de Guanajuato, comenzó el arribo de ansiosos mineros y, con esto, la proliferación de hermosas y productivas haciendas de Beneficio así como de innumerables propiedades agrícolas y ganaderas siendo estas últimas, a final de cuentas, aquellas en donde se producían todos los artículos de primera necesidad y, por consecuencia, las que abastecían de insumos a las primeras.

Con el transcurso del tiempo, las Haciendas de Beneficio se fueron fraccionando, ante la baja en la producción y la demanda creciente de vivienda, motivo por el que fueron abandonando su principal finalidad y fueron dando origen a determinadas ciudades. Tal es el caso de la ciudad de Guanajuato la cual se fue formando gracias al reparto de los grandes latifundios mineros hasta quedar asentada, casi en su totalidad dentro de los terrenos de las mencionadas haciendas, las cuales fueron dando nombre a los barrios más antiguos de la ciudad, tales como el de San Roque, el de Pardo, y otros.

Hacia fines del siglo XVI se inicio la exportación de cereales, cueros, sebos, frutas secas, charqui y otros productos, los que estaban dirigidos para el mercado peruano; esta situación se reforzó con la caída de la producción triguera del Perú, lo que desde 1678 en adelante convirtió a la colonia chilena como la principal proveedora de cereales del virreinato peruano.

El aumento de las exportaciones de trigo desde la segunda mitad del siglo XVII en adelante, fomentó una extensiva explotación de las tierras que trajo consigo el surgimiento de las grandes propiedades o haciendas. Las ganancias generadas por las exportaciones eran reinvertidas en la adquisición de manufacturas y otros productos que se importaban desde Perú; en este periodo los hacendados se transformaron en el principal sector de la sociedad colonial, y algunos de ellos llegaron a ostentar títulos nobiliarios y mayorazgos

Durante su época de esplendor, las haciendas de la región guanajuatense llegaron a tener tal prestigio e importancia que, a finales del siglo XVIII, se le llegó a conocer como "El Granero de la Nueva España" y en sus memorias de viaje, Alejandro Von Humboldt las describiría como "las llanuras y campos mejor cultivados de México y hacen recordar a algunos de los campos más atractivos de Francia".
Fue por esta misma época cuando Guanajuato llegó a ocupar el segundo lugar en Densidad Poblacional con el 9.4% de los habitantes de todo el Virreinato superado únicamente por el Valle de México.

En parte debido al declive de la actividad minera generado por la guerra contra la población local y la correspondiente baja en la cantidad de mano de obra disponible, las actividades agropecuarias experimentaron un progresivo crecimiento motivado por la mezcla de las técnicas agrícolas europeas y autóctonas.

La hacienda se convirtió en el eje de las actividades agropecuarias e, incluso, llegaron a ser independientes ya que en ellas se producían todos los productos que se requerían para satisfacer las necesidades básicas de la población.

En efecto, las haciendas no sólo poseían peones que realizaban las labores agrícolas, sino que además en ellas estaban asentados una serie de artesanos que fabricaban los productos derivados de la ganadería, como los cordobanes o el charqui. Junto a ellos, en las haciendas también habitaban los denominados inquilinos, que estaban encargados de custodiar los límites de las tierras incluidas en las haciendas.

Los propietarios de las haciendas eran considerados dueños de la voluntad de sus peones, y debido a la inexistencia o a la poca presencia de las autoridades, en la práctica el poder que ejercían no conocía censura. Por esta razón, la mayoría de las ciudades que se fundaron en el siglo XVIII fueron ubicadas en las cercanías de las haciendas con el objetivo de que las autoridades oficiales controlaran los excesos de los hacendados.

EL sistema esclavista en esas regiones sustentó así un tipo muy peculiar de hacienda hasta su abolición, a mediados del siglo XIX. Todo parece indicar, sin embargo, que el esclavismo había entrado en crisis desde finales del siglo XVIII. A partir de 1780 el comercio de esclavos bozales, o sea los que provenían directamente del África o eran reexportados de las Antillas y que eran los más apetecidos, cesó por completo.

Los precios, que habían venido declinando de una manera muy regular desde las primeras introducciones de 1680, alcanzaron su nivel más bajo.

Agotamiento de bozales y rebaja de los precios coincidieron con la reducción del tamaño de las grandes cuadrillas del Raposo, Nóvita y Citará y su venta o traslado a las antiguas minas de Caloto. En éstas podía integrarse mejor la actividad minera con la de las haciendas. Así, aunque el tráfico de esclavos no declinara, se hacía ahora con esclavos criollos cuyo número resultaba excesivo para los yacimientos empobrecidos del Chocó.

Aunque las haciendas incrementaron su participación en mano de obra esclava, en ellas también se estaban operando transformaciones sustanciales. El número de negros libres, de mulatos e inclusive de blancos pobres y mestizos iba en aumento.

Los nuevos elementos sociales tendían a disolver el dualismo absoluto de una sociedad esclavista y a favorecer nuevos arreglos en la organización del trabajo.

El Problema de las Haciendas. Modelo Empírico sobre su Racionalidad: Hasta aquí se ha mencionado a menudo a las haciendas como un elemento que debe considerarse simultáneamente con las empresas mineras. Ambos tipos de unidades productivas comparten un tipo de racionalidad que podría llamarse racionalidad precapitalista.

Hasta hace apenas dos decenios, en el proceso mismo de una acelerada modernización agraria, en América Latina era usual que la hacienda tradicional se mirara como un extraño producto de irracionalidad económica, similar a la irracionalidad de las economías campesinas. Entonces, en muchos sitios la colonia o la “servidumbre de corte feudal” parecían estar mucho más próximas en el tiempo que ahora.

El latifundio improductivo, así fuera un fenómeno de aparición reciente muchos no databan más allá del siglo XIX, se veía como un rezago colonial. No se discernía claramente entre las diferentes etapas históricas de la hacienda y del latifundio y se atribuía a una remota colonia lo que en gran parte había sido el producto de leyes republicanas, de otorgación inconsiderada de baldíos y de procesos de colonización recientes.

Hoy puede distinguirse claramente la hacienda colonial de formaciones posteriores. Tal unidad productiva se desarrolló en los claustros andinos, en donde las tierras estaban roturadas gracias a una abundante población indígena, y sólo excepcionalmente en las regiones bajas. En estas últimas predominó un tipo de explotación extensiva con ganados y haciendo uso de una mano de obra difícilmente controlable.

En las haciendas de las altiplanicies existió una clara relación entre la tendencia a apropiarse más y más tierras y la aguda competencia con respecto a una mano de obra escasa. Dicha competencia originó también cambios sucesivos en la forma de sujetar la mano de obra.

En el caso de la Nueva Granada, retener mano de obra en las haciendas tradicionales debió de ser cada vez más difícil, por lo menos desde la segunda mitad del siglo XVIII. Entonces se inició una tendencia, que iba a ser masiva en el curso de la centuria siguiente, a desplazarse hacia las laderas y las regiones bajas.

Por ejemplo, en el valle del Cauca, en donde predominaba una hacienda esclavista, una creciente población de blancos pobres, mestizos y mulatos fue capaz de constituir, frente a unidades tradicionales de explotación, comunidades campesinas y núcleos urbanos. La formación del campesinado en el valle del Magdalena y en la Costa es también un fenómeno relativamente reciente. Estas formaciones, mal estudiadas hasta ahora, señalan el verdadero fin de la colonia en la ocupación y en la roturación efectiva de tierras.

En parte debido al declive de la actividad minera generado por la guerra contra la población local y la correspondiente baja en la cantidad de mano de obra disponible, las actividades agropecuarias experimentaron un progresivo crecimiento motivado por la mezcla de las técnicas agrícolas europeas y autóctonas.


Hacienda Colonial

Durante la Colonia las haciendas dejaron de ser simples unidades autosuficientes, que se preocupaban de satisfacer las necesidades básicas de sus inquilinos, convirtiéndose ahora en exportadoras.

Esta consolidación de la hacienda hizo necesario contar con mayor cantidad de mano de obra, para lo que se contrataron peones libres en su mayoría mestizos que trabajaban a cambio de alimentos y algo de dinero.
Además de bienes agrícolas, la hacienda encerraba faenas artesanales, para satisfacer las necesidades de quienes tenían menos recursos, como los aborígenes, los campesinos y los mestizos. Las mujeres se dedicaban a la elaboración de ponchos y frazadas; se fabricaban objetos de cerámica con greda y se trabajaba la madera, el hierro y el cuero.

Durante este siglo se estableció una nueva estructura social agraria, donde la cabeza, en orden jerárquico, era el hacendado o patrón de la hacienda; bajo él se encontraba el resto, entre capataces, peones, inquilinos y vaqueros. En esta nueva estructura, cada cual se distinguía del otro por su vestimenta.

Las haciendas coloniales se ubicaron en la zona costera y alto-andina y fueron un centro de explotación de mano de obra. Entre los cultivos que introdujeron los españoles encontramos la caña de azúcar (muy extendida en la costa norte), el arroz, la vid (desarrollada en los fértiles valles de Ica y Cañete), la manzana, el olivo, el trigo (que fue desplazado por el cultivo de alfalfa, más rentable para los españoles).

Los productos cultivados por los españoles cubrían (junto a la producción aborigen) las necesidades alimenticias de las ciudades y centros mineros. Las haciendas y minas establecieron un sistema de intercambio comercial que permitió la explotación de grandes masas de indios, principalmente en la rica mina de Potosí.

La mano de obra en las haciendas dependía fundamentalmente de donde se ubicaban, las que se hallaban en la costa tenía una mano de obra negra y esclava, aunque eso no niega la presencia de mitayos o yanaconas indios en la costa.

Las haciendas de la sierra tenían mano de obra nativa, indios que cumplían su mita, jornaleros o yanaconas (estos se asemejaban a los siervos feudales pues se entregaban a un hacendado para trabajarles sus tierras por ello recibían protección de éste, una porción de tierra para su subsistencia y se exoneraban de la mita).

Las principales haciendas se encontraban en manos de a orden Jesuita que fue expulsada en el siglo XVIII, sus haciendas fueron administradas por la Oficina de Temporalidades creadas por Carlos III. Finalmente las tierras no explotadas dentro de la hacienda pagaban un impuesto llamado el cabezón.


Las Casas de Haciendas en La Nueva Granada

Las características agro-económicas de la mayor parte de las zonas que formaron Nueva Granada (Colombia y, en buena medida, Venezuela), muy limitadas en comparación con Nueva España o Perú, se reflejan de forma clara en la arquitectura rural.

La gran extensión en esta área de la modalidad de trabajo agrícola por concertación directa entre hacendados e indígenas, y la aparición de un campesinado mestizo, dio lugar a la existencia de formas de explotación de la tierra, como la aparcería, poco usuales en otras zonas.

Esta peculiaridad, afectó a la arquitectura hacendística colombiana.
La influencia andaluza sigue siendo muy fuerte, sobre todo en la ordenación de las construcciones y en los criterios tecnológicos, aunque en Nueva Granada se opera una reducción dimensional y estética extraordinaria, con tratamiento arquitectónico marginal.

Comparativamente a los modelos andaluces y mexicanos, las mayores haciendas de Nueva Granada apenas serían anexos secundarios en aquellos. De hecho, el término hacienda se aplicó en el área colombiana a toda explotación que superaba las 20 hectáreas. La volumetría y apariencia de las casas de hacienda de época colonial que aún se mantienen, datan básicamente de la segunda mitad del siglo XVIII, y se corresponden con una tipología claramente popular.

Se ordenan, como en todos los casos de haciendas americanas, alrededor de un patio central, aunque es usual que uno de sus lados no se cierre con construcción. El conjunto se organizaba a base de espacios no diferenciados o genéricos, solución muy funcional para economías de subsistencia, y sólo cuando el área construida superaba los 500-700 metros cuadrados, aparecía una cierta jerarquización funcional de los espacios.

Algunas casas de hacienda incorporaron elementos distintivos respecto de otras zonas, como el caney o galería abierta exenta de la casa, utilizada para el procesamiento del tabaco; o el trapiche, molino de caña de azúcar primitivo. Un elemento típico, de claro origen andaluz, son las tapias que delimitan los espacios complementarios a las casas.

Real Hacienda: era el organismo encargado de recaudar impuestos en las colonias.
Como una manera de apoyar a los propietarios de algunas ex-haciendas, el gobierno del Estado de Guanajuato a través de la Subsecretaría de Turismo, se ha propuesto el rescate, restauración y habilitación, para fines turísticos, de las más de 35 haciendas coloniales que existen dentro del territorio guanajuatense.

El origen de estas haciendas se remonta hacia las primeras encomiendas y mercedes de tierra que, a partir del siglo XVI, la Corona Española otorgara a sus soldados de más alto rango y que paulatinamente llegaron a convertirse en auténticos señoríos semifeudales llegando, incluso, a consolidarse como la propiedad rural más característica del México Novohispano y pilar de la economía colonial; situación que prevaleció hasta los primeros años del siglo XX, en los que como consecuencia del movimiento social revolucionario, promovido por líderes como Emiliano Zapata, se promulgara la Ley de la Reforma Agraria.

Esta nueva legislación cambió radicalmente el patrón de tenencia de la tierra, dando como resultado el reparto de las tierras y propiedades de la mayoría de las haciendas; distribución que a partir de entonces, se ha visto caracterizada por una infinidad de problemas económicos y administrativos de los entonces recién formados ejidos.

Estas dificultades han sido provocadas tal vez por la ausencia de un auténtico liderazgo, así como de una marcada conciencia social como las que predominaban durante el régimen hacendario. Esta falta de concientización, por parte de algunos de los habitantes de los ejidos, ha sido reflejada en el vandalismo y depredación del que han sido objeto hasta nuestros días las llamadas "casas grandes" de las haciendas.

Así pues, el interés de reutilizar lo que aún se conserva de estas magníficas construcciones de extraordinaria belleza, tanto arquitectónica como artística, constituye un loable intento por parte de sus actuales propietarios por exhumar del olvido en el que se encuentra una valiosa porción de nuestra grandeza colonial y, al mismo tiempo permitirles a presentes y futuras generaciones, el convivir con un mundo que, si bien estaría adaptado a las comodidades de la vida moderna, les ofrecería la oportunidad de sumergirse en el encanto de un periodo que, como hemos visto, fue de singular importancia en el desarrollo de nuestro legendario estado.

Como primer paso para lograr este objetivo, se ha llevado a cabo un levantamiento topográfico de cada una de las haciendas así como una exhaustiva investigación bibliográfica de situación legal y del grado de deterioro de los inmuebles en cuestión a fin de promover con inversionistas nacionales y extranjeros este singular proyecto y, de esta manera, proveerse de los recursos necesarios para la realización de esta magna obra, cuya meta ultima es, a final de cuentas, la rehabilitación de las mencionadas haciendas como paradores turísticos, ya sea como hoteles, balnearios, museos, o bien como proyectos turísticos mixtos.

El sistema hacendario virreinal logró sobrevivir con éxito hasta los primeros años del siglo XX, periodo en el que la inconformidad social se vio canalizada en el movimiento revolucionario de 1910, año que marca la ruptura de toda una era de latifundismo y el inicio de una nueva legislación agraria, la cual traería como consecuencia, el reparto de casi todos los bienes muebles e inmuebles de los, hasta entonces, poderosos hacendados, terminando así con un sistema semifeudal que perduró por más de tres siglos.

Como resultado de este reparto agrario, la mayoría de las haciendas de Guanajuato pasaron a convertirse en propiedades ejidales en las que, muchos de sus habitantes influenciados por odios infundados arremetieron vandálicamente en contra de las "Casas Grandes" de sus antiguos patrones, motivo por el que gran cantidad de estas construcciones se encuentran en muy mal estado físico.

En la actualidad, muy pocas de estas haciendas han sido reincorporadas a la vida actual y funcionan como residencias particulares, o bien, como hoteles, e incluso como viviendas comunales (vecindades) pero, la verdad es que la mayoría de ellas, han caído en el olvido y en la indiferencia, razón por la que se encuentran abandonadas y, muchas de ellas, a punto de derrumbarse. Sin embargo, gracias al esfuerzo de algunos de los propietarios de estas haciendas, podemos vislumbrar que se aproximan vientos favorables dentro de las perspectivas futuras de estas históricas y maravillosas edificaciones.




IMPUESTO DE ARMADA DE BARLOVENTO

La armada de barlovento, fue una institución militar creada por el imperio español para poder proteger sus territorios ultramarinos americanos de los ataques de sus enemigos europeos, a sí mismo para protegerlos de piratas y corsarios.

Desde mediados del siglo XVI, el gobierno español se ve en la necesidad de consolidar su poder marítimo y así poder asegurar el comercio interoceánico entre España y sus colonias sobre el cual se encontró afectado en buena medida ante las recientes incursiones de los corsarios ingleses y franceses que en aquel entonces acechaban las flotas del oro americano, así surge una propuesta informal de crear una serie de bases estratégicas entre las islas Bahamas y las Antillas , y así por supuesto la formación de una armada, para esto se ordena la construcción de nuevos buques de guerra, pero a finales del siglo, solo se ha logrado la construcción de pequeñas flotillas.

Ya en el siglo XVII, y ante el aumento de la actividad pirata establecida en el Caribe español, la armada se forma de manera seria, acarreando un gran costo económico, solventando a partir del cobro de nuevos impuestos en las colonias.

La armada a partir de este entonces es considerada como un elemento esencial en la política española en las colonias, así protegiendo hasta cierto punto el comercio, así también se protegerá a través de estas armadas el territorio español en América que empezaba a ser codiciado por las distintas potencias europeas.

Dentro del programa de reformas borbónicas que se llevaron a cabo en América, el gobierno español había procurado mejorar el sistema de recolección de impuestos desde 1736 se había implantado en el virreinato de la nueva granada el monopolio del aguardiente de caña, luego a mediados del siglo XVIII se estableció el monopolio de la venta del tabaco, dichos monopolios fueron reforzados entre los años de 1776 y 1780, para atender las necesidades de la guerra con Inglaterra, esto trajo demasiadas consecuencias como el aumento del precio del tabaco y del aguardiente para los consumidores, además no solo aumento el precio de estos productos si no que también trajo como consecuencias la duplicación de la alcabala, estas medidas contribuyeron al aumento de rentas y el virreinato se volvió más dependiente.

De acuerdo a lo anterior para poder garantizar los cobros se creó una figura denominada como el visitador regente, que en principio debía ser un jefe administrativo del virrey, pero que en la práctica iba más allá, porque los primeros nominados eran funcionarios de demasiada confianza de la corona española (especialmente eran de demasiada confianza para sus ministros).

La regencia de la Nueva Granada se entregó a Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, el cual el estableció una actitud en búsqueda de ingresos fiscales establecida en el año de 1781 sobre el cual esta búsqueda de ingresos provoco la rebelión de los comuneros.

Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres resucitó el antiguo impuesto de la Armada de Barlovento o impuesto a las ventas que afectaba de manera severa a la sociedad en general, pero la ciudad más afectada en este caso fue el departamento de Santander, porque el algodón crudo y los hilados de algodón figuraban entre los productos más afectados y esta región del Santander fabricaba textiles del material denominado algodón.

Este impuesto de Armada de Barlovento fue contradecido y puesto en contra por la antigua sociedad en la manera de que en el año 1752, 1764, y 1767, estallaron motines contra el monopolio del aguardiente, fueron las medidas tomadas a fines de la década de 1770, que provocaron que el nuevo levantamiento tomara una magnitud sin precedentes.

En los últimos meses de 1780 hubo motines contra las guardas de la renta del tabaco, pero la cabeza del movimiento fue la ciudad Socorro en donde el 16 de marzo de 1781 Manuela Beltrán rompió el edicto referente a las nuevas contribuciones , a los gritos de “viva el rey y muera el mal gobierno”, sobre el cual estas personas no querían el impuesto de Armada de Barlovento en la manera de que aplicaron impuestos, políticas que afectaban los intereses, políticos, sociales y básicamente el desarrollo de esa sociedad, sobre estas contradicciones del mal gobierno, fueron las personas pobres, tanto mujeres como hombres, sobre el cual las revueltas comenzaron a ser dirigidas por personas un poco mejor ubicadas como lo eran los comerciantes, carniceros, pequeños agricultores.

El virreinato de la nueva granada, al igual que las demás colonias españolas en América, se vio afectado en la manera de que por las importantes reformas que el régimen borbónico quiso introducir en su afán de modernización, porque la única finalidad que buscaban era que las reformas apunten a devolver la concentración del poder a la metrópoli y a poder solventar los gastos producidos por las guerras imperiales.

La tradición política de los criollos, que se expresaba en la ocupación de cargos burocráticos de mayor importancia, comenzó a ser sustituida por la presencia de un número cada vez más grande de funcionarios que eran provenientes de España.

Como lo nombramos anteriormente el régimen fiscal impuesto o ideado por Juan Francisco Gutiérrez de Piñeros fue ajustado para poder lograr un riguroso recaudo de los impuestos sobre la producción y el consumo del tabaco y aguardiente, también se elevó el cobro del impuesto de la alcabala, que grababa el ingreso y la salida de bienes comerciables.

Con el régimen de intendencias se transformó la organización administrativa y espacial de las colonias ya que se limitó la autoridad de los virreyes y las tierras comunales fueron recortadas o expropiadas y las comunidades indígenas fueron trasladadas, en la ejecución de todas estas reformas tuvo un lugar importante la presencia de Juan Gutiérrez de Piñeres que fue el visitador general y portador del nuevo paquete reformista enviado a España.

Los reclamos populares hechos por la sociedad de manera general a la nueva política de impuestos no se hicieron esperar, ya que estos tuvieron mayor relevancia a partir del 16 de marzo de 1781, fecha en que se conocieron las nuevas disposiciones acerca sobre el impuesto de Armada de Barlovento o también denominado como impuesto sobre las ventas.

En un gesto de rebeldía Manuela Beltrán la líder social de esa época o aquel entonces y otros inconformes rompieron en la población del Socorro la tabla que contenía el edicto sobre el modo y precios como debía ser pagados aquellos impuestos entre ellos el denominado impuesto Armada de Barlovento que contenía el edicto sobre el modo y precios como debían ser pagados los impuestos, ese día llegaron a la plaza varios hombres y mujeres del común gritando que no querían pagar las contribuciones extendiéndose como una numerosa protesta bajo el lema ¨viva el rey, pero no queremos pagar la Armada de Barlovento¨.

Pero todas esas revueltas en contra del impuesto de Armada de Barlovento no logró evitar que los alzamientos se extendieran por toda la geografía nacional. Las revueltas apuntaban a la destrucción de los símbolos de la realeza colonial, al desconocimiento de las autoridades españolas y al rechazo a las opresivas instituciones fiscales.

Pues el propósito de los comuneros se puede definir en términos actuales como una empresa masiva de desobediencia civil que proponía expresar al rey el repudio general sobre las nuevas políticas entre ellas el total rechazo sobre la imposición del impuesto de la Armada de Barlovento o impuesto a las ventas, establecidas en las colonias americanas.

En comienzos las personas inconformes eran gente del Socorro y de otras poblaciones vecinas, sobre quienes recaían los gravámenes , sin embargo por convicciones ideológicas o bien por presión , el movimiento de protesta fue extendiéndose a otros grupos que rechazaban la exclusión a las que se les sometía entre ellas reformas sociales políticas, imposición de impuestos como aranceles, aduanas, Impuesto de Barlovento o impuesto a las ventas a las que se los sometía por parte de los soberbios españoles
A este movimiento en contra de estos impuestos se aglutinaron más de 60 pueblos situados en el oriente del altiplano, como lo son los llanos orientales, la provincia de Antioquia y las zonas habitadas del alto Magdalena que ampliaron esta movilización, los criollos, mestizos, indios, orientales, negros libertos se reunieron en lo que John `Phelan lo denomino como la coalición multiétnica Ambrosio Pisco como representante de los indios, José Antonio Galán representante de los mestizos y Francisco Berbeo, Salvador Plata y los demás capitanes del movimiento como exponentes de los intereses criollos principalmente a nivel económico.


Al movimiento se sumaron, además del conjunto popular, los denominados terratenientes y pequeños propietarios que vieron amenazadas sus posibilidades de crecimiento ante la nueva política fiscal impuesta por Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, copaquira a una jornada de Santafé, fue considerado como el lugar de concentración del movimiento, ahí en ese lugar miles de personas de distintas poblaciones que habían marchado desde el Socorro midieron sus fuerzas con los delegados del gobierno.

En el proceso de negociación se llegó a la firma de las denominadas capitulaciones, de Copaquira, en los 35 puestos o postulados de estas capitulaciones se recogieron o se tuvieron en cuenta los principales motivos de insatisfacción de los pobladores , la mayor parte de la población aludía a la derogación o a la disminución de los impuestos con que inconsultamente se les obligaba a pagar a la gente como lo son la Armada de Barlovento, la alcabala, los estancos del tabaco y el aguardiente, entre otros.

En otros apartes se acordaron puntos que reivindicaban las aspiraciones de los indios, que les devolvieran las minas de sal y los resguardos expropiados, les rebajen los tributos y se desechara la obligación de pagar por los servicios religiosos, en cuanto a los criollos se devolverían algunos de los cargos que habían pasado a los metropolitanos, y a los negros libres se les pueda eximir del tributo, la firma de esas capitulaciones produjo división en el movimiento, mientras Juan Francisco Bermeo decidió aceptarlas como una gran salida, pero Antonio Galán las consideró una traición, y no pasó mucho tiempo para que sus temores fueran confirmados.

Finalmente existieron costos de defensa para sostener el tráfico comercial, sobre las cuales la Armada de Barlovento fue creado por el Consejo de Indias en 1575, para poder sostener una flotilla que pueda proteger el comercio en el Caribe en el año de 1636 y 1749 fue la época en que funcionó dicha armada aunque para ellas se recaudaron treinta millones de pesos, luego esta armada fue un autentico fantasma, pero este impuesto fue una realidad que engrosaba las arcas reales.

LAS CAPITULACIONES Y SU ANÁLISIS

La comisión de negociadores parlamentó con los jefes de los sublevados en El Mortiño (cerca a Zipaquirá, Cundinamarca), quienes presentaron un pliego de 35 demandas. La comisión decidió acceder a todas las demandas y se firmaron unas capitulaciones que fue aprobada por la Audiencia. En ella se rebajaban unos impuestos, se suprimían otros, se atenuaba su recaudo y se convenía en dar preferencia a los americanos sobre los españoles para algunos cargos en que éstos eran mal vistos. También se acordó perdonar toda falta a los comuneros.

La negociación finalizó con un juramento ante los Evangelios y una misa solemne presidida por el Arzobispo, quien procedió a convencer a los insurrectos de marchar a sus hogares.



INCUMPLIMIENTO DE LAS CAPITULACIONES

El virrey Manuel Antonio Flórez, quien se encontraba en Cartagena de Indias, desconoció las capitulaciones, bajo el argumento de que habían sido firmadas bajo amenaza y envió el regimiento fijo desde esa ciudad para implantar la autoridad en Santafé.

Todo volvió a su antiguo estado. Un grupo de comuneros, al mando de José Antonio Galán decidió levantarse de nuevo. En represalia él y sus compañeros Isidro Molina, Lorenzo Alcantuz, y Manuel Ortiz, recibieron castigos ejemplares.

Galán fue ahorcado en enero de 1782 junto con los otros tres jefes comuneros y sus cabezas, manos y pies fueron expuestas en estacas en las plazas públicas de la capital virreinal y en los pueblos más activos de la rebelión. Sus descendientes fueron declarados infames, todos sus bienes confiscados y sus hogares destruidos y regados con sal.

El cacique Ambrosio Pisco fue encarcelado en Cartagena y pese a que luego fue indultado, nunca pudo volver al interior del país. Otros dirigentes fueron sentenciados a sufrir 200 latigazos, vergüenza pública y prisión en África. Muchos campesinos sin tierra fueron enviados a Panamá, donde debieron perecer por cuenta de las inclemencias del malsano clima tropical.

Las pocas penas impuestas a los participantes más ricos fueron mucho menos horrendas; algunos simplemente fueron encarcelados en Cartagena y después fueron indultados. Mucha gente se dispersó a las zonas periféricas por temor a las represalias.

LEVANTAMIENTOS EN OTROS LUGARES

En junio de 1781 fue muerto por un levantamiento en Pasto motivado por la imposición del "Estanco", don José Ignacio Paredo, teniente gobernador de Popayán. Igualmente se sublevaron Neiva, Guarne, Tumaco, Casanare y Mérida como reflejo del moviento en Socorro.

La revuelta también se extendió a la región de Antioquia con los comuneros de Guarne, con los de Sopetrán y Sacaojal, quienes pedían también el libre cultivo del tabaco. Los de Guarne solicitaban, igualmente, que se reconociera el derecho de mazamorreo (lavar en las arenas de los ríos el oro), como también que en el valle de San Nicolás de Rionegro no gobernaran los forasteros en el ramo de justicia.

CONSECUENCIAS DEL MOVIMIENTO

Fuera del aspecto económico, que tuvo como fin la lucha contra los impuestos, la revolución comunera abarcó aspectos sociales y políticos, ya que una de las estipulaciones contenidas en la capitulación hecha en Mortiño era la preferencia de los americanos para la provisión de ciertos empleos, lo que implicaba ya una cierta alteración importante en el régimen colonial.

Por otra parte, también se aspiró a rehabilitar la raza indígena y Galán proclamó la libertad de los esclavos en las minas de Malpaso, cerca de Mariquita (Tolima). Este fue uno de los cargos por los cuales se condenó a muerte a los sublevados.

Pese a sus reivindicaciones coyunturales y a su declaración en pro de la autoridad real, el movimiento comunero ha sido visto por varios autores como un anticipo de la Independencia, en la medida que fue una expresión de furia popular contra los funcionarios españoles y una aspiración de tener gobiernos con participación criolla. Aunque estas manifestaciones distan aún de lo que será el proceso de Independencia, es visto como un paso dado hacia un sentimiento nacionalista.

Se resalta finalmente, que la insurrección comunera, con sus reivindicaciones de igualdad social, política y económica se da antes que la Revolución francesa. Las proclamas comuneras no estaban lejos de Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que luego fueron emitidas en esta.




JUICIOS DE RESIDENCIA

Fue un procedimiento de investigación y establecimiento de responsabilidad de las autoridades y funcionarios reales a cargo de un juez nombrado por el consejo de indias en el orden central y por la real audiencia en América.

Este juicio se instauraba al finalizar el periodo de los funcionarios que tenían periodos fijos en sus cargos, pero si el cargo era vitalicio, la residencia se hacía cada tres años en consecuencia a todos los servidores de la corona se les investigaba mediante el juicio de residencia con el objeto de impedir fraude y desfalco de los caudales reales en esta medida se aspiraba a si era del caso imputar responsabilidad y castigar severamente a los responsables.

El juez nombrado para conocer del caso dictaba una decisión con la cual se producía la apertura formal de la investigación la cual se hacía pública a todo el mundo poniendo en conocimiento que a partir de ese momento se recibirían todas las quejas y testimonios en contra el funcionario.

Los primeros testimonios eran tomados de las personalidades destacadas quienes deban fe sobre la conducta.

Por causa de su función, al finalizar el juicio, se imponían condenas consistentes en sanciones pecuniarias pero si la conducta era muy grave, se imponía como pena la muerte por sentencia condenatoria.

Así, existía un control sobre la conducta y la gestión de los funcionarios y autoridades coloniales, el cual se cumplía a través de los juicios de residencias y visitas en los que se evaluaban la conducta y las actuaciones en el ejercicio de los cargos de los funcionarios administrativos.
En ellos se castigaba con multas, suspensión temporal de sus funciones y otras sanciones que les impiden el ejercicio de su cargo.

Los Juicios de Residencia Fue un procedimiento judicial del derecho castellano e indiano, qué consistía en que al termino del desempeño de un funcionario público se sometían a revisión sus actuaciones y se escuchaban todos los cargos que hubiese en su contra.

El funcionario no podía abandonar el lugar donde había ejercido el cargo, ni asumir otro hasta que concluyese este procedimiento. Generalmente el encargado de dirigir el proceso, llamado JUEZ DE RESIDENCIA, era la persona ya nombrada para sucederle en el cargo. Las sanciones eran variables, aunque frecuentemente consistían en multas.

EL JUICIO DE RESIDENCIA tuvo en la administración indiana una gran importancia, y comprendía a toda clase de funcionarios, desde VIRREYS y PRESIDENTES DE AUDENCIA hasta ALCALDES y ALGUACILES. Fue suprimido con la entrada en vigencia de la CONSTITUCION DE 1812.

Todos los VIRREYES debía pasar su juicio de residencia antes de que tomara posesión del cargo del sucesor, pero en el siglo XVIII estos juicios se realizaban una vez que había regresado a España.

En este largo proceso se analizaba el grado de cumplimiento de las instrucciones recibidas a lo largo de su mandato y durante seis meses se investigaba su labor, reuniendo numerosa información a través de diferentes testigos.

Otra de las formulas empleadas para la Corona para controlar a sus funcionarios, incluido el Virrey en su calidad de presidente de la audiencia, era atreves de la inspección conocida con el nombre de VISITA. Efectuada por un visitador, nombrado para el caso por el rey, tenía como fin conocer los abusos cometidos por las autoridades, proponiendo las reformas necesarias.

Toda autoridad que termina de ejercer su cargo debe ser sometida a un JUICIO DE RESIDENCIA, es decir, las autoridades no se pueden mover de su lugar físico mientras dure una investigación en relación del desempeño.

Este juicio es sumario y publico.

Terminando el juicio, si era positivo, la autoridad podía ascender en el cargo; en cambio, si había cometido cargos, errores o ilegalidades, podía ser sancionado con una multa o la prohibición de por vida de su cargo.



LA MITA

Se constituyó en una modalidad de trabajo para el indígena que se origino a principios del siglo XVII, el trabajo no era gratuito, pues al indígena se le pagaba con un salario o en especie, pero sí era obligatoria.

En este sistema se obligo a los indígenas a realizar trabajos forzados en ciertas actividades económicas en climas malsanos, eran separados de sus familiares, lejos de su tribu y tierra, haciendo cada vez más difícil la preservación de su raza.

Aunque se les decía a los indígenas que volverían a sus tierras después de cierto tiempo de realizar su trabajo, era muy difícil ya que algunos morían debido a las malas condiciones de trabajo y explotación a los que eran obligados y solamente la décima parte de ellos sobrevivía.

Por el gran número de vidas que consumió esta institución infame, se la considera la más atroz de todas y la que provoca la mayor mortalidad del indígena, principalmente por la mita minera.

En la nueva granada, Indígenas eran reconocidos vasallos de la corona, no estaban considerados propiamente como esclavos, pero al mismo tiempo estaba permitida su explotación, mediante instituciones socioeconómicas como lo eran, la encomienda y la mita.

La mayoría de los indígenas se los obligo a los indígenas a trabajar en la encomienda. La corona española empezó a aprovechar el trabajo de los indígenas que no estaban encomendados, para que fueran obligados a trabajaran en la mita, siguiendo el modelo empleado por los incas.

Origen de la Mita

Esta forma de organización del trabajo indígena tenía su origen en la época precolombina, pueblos como el Inca y el Chibcha la conocieron y la practicaron como sistema económico.

En este sistema se obligaba a los indígenas de los pueblos conquistados a trabajar de forma obligatoria en actividades relacionadas con la agricultura. La diferencia fundamental entre la Mita Precolombina y la Mita Coloniales la presencia de un salario en esta última. Ya que en la mita precolombina el pago se realizaba en especie.

Clases de Mita.
Existieron básicamente 3 distintas clases de mita que fueron:

La Mita Agraria:
Se creo en 1602 para que el indígena trabajara en la haciendas, duraba de tres a cuatro meses, realizando labores agrícolas, a esta clase también se le conoció con el nombre de "Concierto Agrario “

La Mita Minera:
Esta se creo en 1612, se desarrollaba en las minas, para la explotación principalmente del oro, esta dura más o menos un período de diez meses a un año y se llamo al mitayo a indígena que trabajaba en esta mita.

Esta institución contribuyo mas que otra a la desintegración de las comunidades indígenas, ya que el mitayo era trasladado a regiones distantes de su lugar de origen, con otro tipo de clima que ellos no podían soportar, porque en efecto se los trasladaba de climas fríos, a minas ubicadas en climas muy calidos, y a esto se le suma el trabajo excesivo al que se le sometía, y la pobres condiciones laborales. Por lo que solo una mínima parte sobrevivía.

la explotación minera llego a su apogeo en 1620 y decayó, en 1680 volvió a prosperar en el Choco y en Antioquia donde resurgió gracias a los mazamorreros que eran mineros independientes que a finales del siglo XVIII explotaban el 80% del oro de la región

La Mita de Obrajes: consistía en que el indígena trabajara en la elaboración de distintas prendas hechas de algodón y tela, este trabajo se realizaba en las incipientes fábricas de tejidos y paños creadas por la corona. Este trabajo le resultaba pesado al indígena por las jornadas laborales y la falta de instrumentos.

CONSECUENCIAS DE LA MITA

1. La mita causó la desintegración de la comunidad indígena y rompió el vínculo de ésta con la tierra.

2. Crisis demográfica indígena y la creación del cabildo bajo administración de un cacique para solucionarla.

3. la llegada de los esclavos africanos para que remplazara a los indígenas en la explotación de las minas.



LOS CABILDOS

Los Cabildos ó Ayuntamientos eran instituciones electivas de largo funcionamiento en España, establecidas en América por los primeros conquistadores para la administración del gobierno urbano en las poblaciones de alguna importancia y para garantizar la apropiada convivencia de sus pobladores.

Para llegar a ocupar un cargo en el Cabildo era necesario ser "vecino", calidad que se obtenía teniendo "casa poblada", lo cual significaba ser padre de familia, propietario y domiciliado en el lugar. Quedaban, por tanto, excluidos los sacerdotes, los funcionarios no avecindados y los hijos de familia.

Tampoco podían ser elegidos los extranjeros, los parientes del gobernador y de los otros cabildantes, los deudores del fisco, quienes tuvieran tiendas o negocios con venta al menudeo, o los que desempeñaran oficios viles.

Varias reales cédulas ordenaron que para el puesto de alcalde de primer voto fuesen preferidos los descendientes de conquistadores y pacificadores y, para el de segundo voto, se designara a hombres honrados, hábiles y suficientes que supieran leer y escribir.

Los Cabildos, estaban constituidos por los siguientes cargos:

1. Los alcaldes ordinarios (llamados de primero y de segundo voto porque opinaban sucesivamente en las deliberaciones). Desempeñaban individualmente funciones judiciales. Conocían en primera instancia los juicios civiles y criminales que se suscitaban en la ciudad.

No debían inmiscuirse en las causas de gobierno ni en ninguna otra que correspondiera a algún fuero especial o privilegiado. Entre ambos se dividían las tareas judiciales según la costumbre de cada ciudad, según fuera por turno o por razón de la materia. Actuaban "a costas", lo cual significaba que los litigantes debían pagar su trabajo con arreglo a un arancel.

2. El alférez real, preferido jerárquicamente a todos los regidores, se encargaba de llevar el estandarte de la ciudad en las ceremonias y campañas militares, y de cargar las insignias características de la corona;. Era un oficio vendible pero, no habiéndolo, el Cabildo designaba como tal a uno de sus miembros.

3. Los regidores, eventuales reemplazantes de los alcaldes, ocupados prioritariamente de las cuestiones vinculadas con la policía de abastos, obras públicas y visitas de cárcel.

4. El alguacil mayor, ejecutor de las decisiones judiciales y de mantener el orden en la ciudad.


5. El alcalde provincial de la Santa Hermandad, su competencia se limitó, en principio, a entender en los "delitos de hermandad que se cometían en yermos o en despoblados": robos y hurtos, incendios de campos, violación de mujeres, etc. En estos casos podían sustanciar la causa y dictar sentencia.

También desempeñaban funciones administrativas y policiales, y con frecuencia tuvieron comisión delegada para juzgar pleitos civiles de escaso monto. Era un cargo vendible y, por tanto, no siempre provisto.

6. El depositario general, oficio vendible y raramente provisto, tenía a su cargo la guarda de todos los embargos y secuestros judiciales.

7. El fiel ejecutor, uno de los regidores del Cabildo, encargado de vigilar el abastecimiento de la ciudad, controlar los pesos y medidas utilizados por los comerciantes y hacer observar los precios y aranceles fijados por el cuerpo; a tales efectos, podía imponer multas y ejercer funciones judiciales. El cargo fue generalmente desempeñado por los regidores, que se turnaban cada dos o cada cuatro meses.

Además de estos cargos propios de los miembros del Cabildo, éste podía designar, anualmente, otros funcionarios que no formaban parte de la corporación municipal, como:

El procurador general o síndico procurador, que representaba los intereses del común y formulaba peticiones en nombre de la ciudad, velaba por los intereses de la comunidad informando y pidiendo al cabildo tomar medidas tendientes al mejoramiento de la vida local y la defensa de los pobres. Posteriormente aparece la figura del procurador o curador de menores quien se encargó de velar por lo intereses de las castas inferiores como esclavos, indios y mujeres.

El mayordomo de la ciudad (llamado en el siglo XVIII tesorero de propios), que podía ser un regidor o un vecino, cuya tarea era la de administrar los bienes comunales.

El escribano fue una figura de mucha relevancia en la administración colonial, pues fue el encargado de llevar registro de todas las actuaciones de la administración en sus diferentes instancias. Actuaba como secretario, notario y testigo entre otros.

Existieron muchas clases de escribanos pero la corporación municipal contó con la participación de escribanos de cabildo y del número.


El de cabildo se encargaba de asistir a todas las reuniones, estar al tanto de todos los asuntos que se trataran, levantar las actas de las reuniones, velar por el cuidado del archivo, copiar los documentos enviados como reales cédulas, despachos, títulos y reales provisiones, redactar la correspondencia y presenciar y contar los votos durante las elecciones anuales.

Por estar en contacto con los documentos expedía certificaciones, daba copia de documentos y participaba en actos de justicia, también actuó como secretario del procurador general y autenticaba con su firma toda la documentación oficial.

Los escribanos del número se encargaron a manera de notarios, de dar fe en documentos como testamentos, compra ventas, carta de dotes, y causas judiciales entre particulares.

Funciones que desempeñaba el Cabildo:

Fuera de las actividades individuales de sus miembros, el Cabildo era un organismo colegiado que debía reunirse regularmente para considerar los problemas de la ciudad. Las sesiones se celebraban en la casa capitular bajo la presidencia del gobernador, de su teniente o de uno de los alcaldes por su orden. Eran atribuciones de los cabildos:

1. Funciones electorales: que comprendían el nombramiento de alcaldes, regidores y otros funcionarios cuya designación le fuera atribuida.

2. Registro de títulos: todos los funcionarios de gobierno, justicia y hacienda (exceptuando virreyes y oidores) estaban obligados a presentar sus títulos al Cabildo, prestar juramento y ofrecer fianzas destinadas a asegurar su buen desempeño.

3. Gobierno de la ciudad y de su distrito: el Cabildo ejercía la administración de la ciudad y de la campaña. Dentro de sus atribuciones cabían todas las medidas de carácter edilicio y sanitario, de abastecimiento, de fijación de precios, salarios y aranceles, y otras destinadas a proteger a los pobres, organizar fiestas cívicas y religiosas, proveer a la enseñanza primaria, construir la cárcel, la casa del Cabildo, la acequia pública, etc.

4. Funciones políticas: eran también organismos consultivos a los cuales recurrían otras autoridades para conocer la opinión de la ciudad acerca de problemas de interés local; formulaban en representación del vecindario peticiones al rey o a los gobernantes, y podían apelar ante la Audiencia o el Consejo de Indias las medidas que consideraban perjudiciales.


Cuando vacaban, a la vez, los cargos de gobernador y su teniente, era el alcalde de primer voto quien asumía el mando político.

5. Funciones financieras: tenían por objeto la administración de los bienes del Cabildo y el cobro y empleo de las rentas llamadas propios y arbitrios.

El Cabildo no podía imponer gravámenes, pero contaba con los impuestos, derechos y beneficios establecidos con autorización superior.

Esporádicamente, se realizaban en las ciudades otras reuniones más numerosas destinadas a deliberar sobre problemas de interés general: los cabildos abiertos.

A tal efecto era necesaria la autorización del gobernante político (virrey, gobernador o teniente), aunque la convocatoria y la lista de invitados eran hechas por el Cabildo.

La finalidad de los cabildos abiertos fue de la más diversa índole: la construcción de alguna obra pública, el pedido de un donativo al vecindario destinado a un objeto determinado, la organización de la defensa de la ciudad, la creación de un nuevo gravamen, etc.

A ella concurrían los vecinos principales, los altos funcionarios, los militares y los sacerdotes, sin que hubiera, al respecto, normas establecidas y pudiéndose cambiar el elenco de los invitados según los propósitos perseguidos. En realidad, su celebración no era legalmente necesaria, ya que los mismos problemas podían ser resueltos por las demás autoridades permanentes; sin embargo, una convocatoria más amplia buscaba afianzar con el concurso de la población y con una deliberación colectiva medidas que se consideraban indispensables.

Muy diferentes fueron los cabildos revolucionarios de la primera década del siglo XIX, porque en ellos se tomaron decisiones contrarias al orden legal imperante. En estos casos, además, aparece una nueva fuerza política, el pueblo, que ejerce presión sobre el ánimo de los asistentes.

No hay que olvidar que también los pueblos de indios tuvieron en el Cabildo la institución vertebradora de la vida municipal. El papel de la nobleza indígena dentro del estado español establecido en las Indias no fue de poca monta.

En función del prestigio y del poder de esa minoría, los españoles intentaron convertirla en un eslabón que facilitara para los indios del común el tránsito hacia la nueva forma de vida "en policía". Para ello no sólo se respetó la institución del cacicazgo sino que, además, se implantó la figura del gobernador indígena, electo entre los "principales" (aristocracia local), y se trasplantó también en ellos el cabildo castellano con características similares a los de los lugares de españoles.

Acuciado por la necesidad de buscar nuevas fuentes de ingreso, sobre todo en las provincias de ultramar, Felipe II introdujo la práctica de vender cargos al mejor postor. El adquirente obtenía un título perpetuo que luego se hizo transmisible pagando nuevamente una parte del valor. A partir de entonces, sólo los alcaldes fueron electivos y anuales ya que, siendo su función de justicia, no era susceptible de venta.

Ese sistema produjo una gran decadencia en los cabildos, que provino de una doble vía: por una parte, la pobreza de muchos vecindarios y la falta de provecho económico de los cargos restaron interés a los posibles adquirentes, lo cual determinó que la composición de los Cabildos quedara reducida a los dos alcaldes y a un número muy limitado de regidores, cuando no a su ausencia total.

Por otra, el cuerpo quedó en manos de una élite urbana, frecuentemente unida por lazos de parentesco (matrimonio o compadrazgo), que utilizaron la perpetuidad en sus puestos para velar por la defensa de sus propios intereses.

SISTEMAS DE INTERVENCION DE LOS CABILDOS EN LA VIDA AGRARIA

Estos sistemas se implantaron para asegurar los abastecimientos, atenuar las crisis de subproducción y para estimular o deprimir, por el contragolpe, la economía agraria. Los Cabildos sostuvieron luchas enconadas, contra el comercio clandestino.

Su preocupación consistía principalmente en dar regularidad a los abastecimientos, ya que el temor del hambre, casi era una obsesión en el mundo antiguo.

Estas tareas económicas de los Cabildos se concretaban principalmente a:

1. Crear obligaciones de aprovisionamiento de artículos vitales, (como cuando el Cabildo de Santafé de Bogotá que imponía a los ganaderos de los valles de Neiva y Timaná la obligación de surtir carnes al mercado de Santafé en cantidades y periodos fijos).

2. Fijar aranceles de precios, en aplicación del principio medioeval del justo precio, aunque sin organismos de control de los intermediarios ni sistemas racionales de cálculos de precios.

3. Obstrucción de las pequeñas tiendas y pulperías.

4. Reglamentación de los oficios, en un sentido jerárquico para impedir el ascenso social de ciertos grupos étnicos.

5. Cierto control de calidades en el renglón de artículos alimenticios.

6. Establecimiento de Pósitos y Alhóndigas para los tiempos de escasez, aunque su mala organización y manejo explica que tuviesen existencia casi exclusiva en las ciudades capitales de Capitanía o Virreinato (Buenos Aires, Santafé, Quito, etc.), en la Nueva Granada. ni aún en las villas de mayor de importancia comercial y manufacturera como las de la provincia de Socorro, tuvieron estos “almacenes de depósito”, por lo que las crisis de escasez se presentaron con una inquebrantable frecuencia.


Después del fugaz período democrático de la fundación de ciudades y creación de fuentes de aprovisionamiento, el Cabildo degenera e una institución oligárquica y cerrada, que convierte la ciudad y su zona aledaña de influencia en un feudo cuasi señorial.




EL MEMORIAL DE AGRAVIOS

En el 2010 se cumplen 201 años de la aprobación por parte del Cabildo de Santafé del documento que redactó Camilo Torres.

BIOGRAFÍA DE CAMILO TORRES

Nació en Popayán el 22 de noviembre de 1766, y fue hijo de don Jerónimo Francisco de Torres y Herreros, castellano establecido en el Nuevo Reino desde mediados del siglo XVIII, y de doña María Teresa Tenorio y Carvajal.

Camilo Torres fue un destacado patriota y afamado jurisconsulto; su dominio de la oratoria y del derecho hizo que se le conociera como el catón y el Demóstenes colombiano. Fue el alma de la política de su patria durante los angustiosos momentos previos a la Independencia, y es considerado como uno de los primeros libertadores de Venezuela, pues respaldó a Bolívar, en los peores años de la lucha por la independencia americana.

A los 22 años llegó a Santafé sin ningún bien de fortuna, pero en posesión de una sólida educación que incluía los cursos de filosofía moderna, algo de derecho, teología, y tres o cuatro idiomas.

Bajo la administración del virrey Amar y Borbón, accedió Torres a ocupar la plaza de asesor del Cabildo de Santafé, con el fin de tener una posición cerca del elemento oficial que le permitiera ser útil a la causa independentista. Así, en 1809, Camilo Torres redactó el documento "Representación del Cabildo de Santafé, capital del Nuevo Reino de Granada, a la Suprema Junta Central de España".

Ilumino el espíritu de muchos por medio del cual puso en actividad la razón de otros. Convenció de la injusticia de la cual éramos victimas
Aclarando las ideas difusas de nuestros derechos, nos hizo conocer el oprobio de vivir en la dependencia de un gobierno lejano, injusto avaro e imparcial, mostrando de esta manera los dones y los medios que teníamos para hacernos independientes, buscando alcanzar la prosperidad del país y la libertad que constituye la verdadera felicidad de los pueblos.

Este escrito fue la causa impulsiva de un acontecimiento tan heroico y tan glorioso como la insurrección nacional de la antigua nueva granada
Esta obra estuvo 22 años expuesta a la perdida.

Torres fue de los primeros hombres que vio el momento de independencia del país y desde entonces se prepara para escribir el memorial de agravios y estuvo dispuesto a sacrificarlo todo por la libertad de su patria y por eso acepto el cargo de asesor del cabildo en 1809 asistió a las juntas convocadas por el virrey el 6 de septiembre de 1809 y en la última leyó su voto escrito por el establecimiento de una junta suprema en este reino igual a las de España

Torres hoy es desconocido y también todos los esfuerzos que hizo para independizar a su patria y ni siquiera se recuerda la injusta y cruel muerte que le dieron los alguaciles de Fernando VII el 2 de octubre de 1816 fue llevado a la provincia de Popayán el 3 fue juzgado y sentenciado en un consejo de guerra verbal el 4 entro en la capilla y el 5 sufrió la muerte de los criminales fusilado por la espalda como traidor y colgado en un horca y posteriormente descuartizado a los 50 años de edad.
Lo que buscaba la corona con este acto, era extinguir el amor a la libertad y el odio a la tiranía.

ANTECEDENTES AL MEMORIAL DE AGRAVIOS

La destitución de Fernando VII provocó a formación de juntas regionales que defendían los derechos del monarca español. Estas juntas tenían representación en un organismo central, la Junta Centra de Sevilla, que posteriormente se llamó Consejo de Regencia y asumió las funciones de un gobierno provisional mientras Fernando VII fuese prisionero de Napoleón.
El objetivo principal de estas juntas era organizar a lucha del pueblo español contra los invasores franceses.

Entre tanto Napoleón había ofreció garantías a los Americanos pero la Junta Central, para impedir que las colonias se pasasen a los franceses, decidió pedir a aquellas que nombren sus respectivos representantes al gobierno provisional, sin embargo solo aceptó un representante de cada una de las colonias americanas mientras que las provincias españolas contaban con dos.

Fue entonces cuando Camilo Torres redactó el memorial de agravios para protestar contra la desigualad en la representación. Dicho memorial de Agravios para protestar contra la desigualdad en la representación. Dicho memorial demuestra que la clase criolla perseguía exclusivamente la igualdad de derechos con los españoles.

REPRESENTACIÓN DEL CABILDO DE SANTAFÉ, CAPITAL DE LA NUEVA GRANADA, A LA JUNTA SUPREMA CENTRAL

Este documento fue escrito a fines de 1809 cuando era más incierta la situación política en Europa y pasó a la historia con el nombre de ¨El Memorial de Agravios¨. No cabe duda que, por su contenido y el momento crucial en el que fue escrito, representa uno de los textos más importantes de la historia política colombiana, este documento fue dado a la luz pública un año antes de los sucesos del 20 de julio en Santafé, el cual circuló activamente en copias por la capital y vino a ser uno de los elementos determinantes en el desarrollo del grito de independencia del Nuevo Reino de Granada.

Al redactar el Memorial, Camilo Torres no esperaba realmente convencer a los miembros de la Suprema Junta de la justicia de las apreciaciones contenidas en el documento, sino producir una proclama destinada a la propaganda revolucionaria. Así lo pregona el tono mismo del Memorial en el que se expresan claramente referencias vehementes a la libertad y sugerencias no veladas a la posibilidad de separación y autogobierno del Nuevo Mundo.

Camilo Torres consideraba de manera acertada que el momento político era adecuado para la separación: por difíciles que fueran en esa época las comunicaciones, no hay duda que Torres conocía muy bien la situación de España, y se daba cuenta de lo propicia que era la época para el éxito de los movimientos independentistas y estaba en posición de valorar justamente las condiciones que en América permitían pensar en términos de emancipación.

Con el "Memorial de agravios", Camilo Torres quiere llegar más allá del dilema de representación adecuada y digna ante la Corona, o de emancipación, para plantear una concepción de Estado, a la vista de las circunstancias históricas y sociales de la Nueva Granada, y siguiendo los preceptos de los maestros en la teoría política europea, cuyas obras Camilo Torres conocía en detalle.

VS


Torres comprendía muy bien que la situación política entre el reino y sus colonias no admitía alternativas, y que debía ser planteada en términos excluyentes: rey o pueblo, absolutismo o democracia, monarquía o república. Debido a que Torres se desempeñaba como asesor del Cabildo, un escrito destinado a la Junta que representaba al rey, en momentos en que la estructura colonial se encontraba aún en pie y con un virrey a quien respaldaban las armas, debió apelar a los recursos de la dialéctica para enmascarar con un discurso respetuoso la circunstancia que era la base del Memorial: la sustitución de la autoridad monárquica por el régimen representativo, que es la base y la esencia de la democracia.

Todo el Memorial no es más que un ataque al poder absoluto con el arma de la justificación de un gobierno en que el pueblo, por medio de sus representantes legítimos desarrolla sus funciones y prerrogativas esenciales.

Es cierto que existía la finalidad aparente por parte de Torres de dar a entender que la idea del documento era la de ejercer un legítimo derecho de reclamación ante el rey de España para lograr una mayor representación ante la Corona, pero su intencionalidad profunda es la de preconizar que el sistema representativo es la meta ideal de gobierno para América.

Los líderes de los cabildos planteaban ante la Corte y el Consejo de Indias, y en nombre de las ciudades del Nuevo Reino, problemas tan importantes como el apoyo a la construcción de caminos, la equitativa distribución de los repartimientos, la provisión de fondos para obras primordiales en los nacientes municipios, la justa exención en el cobro de algunos tributos y de los diezmos que afectaban no sólo al algodón sino a la mano de obra de los aborígenes, y otros muchos aspectos de la interacción de la administración con la población civil.

Más tarde, en el ocaso de la dinastía de los Austrias, los cabildos vinieron a menos por muchas razones, principalmente porque fueron privados de algunas de sus más importantes prerrogativas, y el Gobierno central, acosado de deudas, optó por autorizar la venta de los cargos públicos, abriendo así la puerta a innumerables abusos y en general a la desidia y al desorden en la vida municipal.

Pese a todo, los cabildos mantuvieron siempre la facultad de representar los intereses públicos y llevar la voz de la comarca y en momentos decisivos hicieron honor a estas consignas como en el memorable año de 1781, cuando las nuevas exigencias y los abusos de los funcionarios reales produjeron el gran movimiento popular de los Comuneros del Socorro, al cual se adhirieron entusiastas muchos de los cabildos del Nuevo Reino.

En los años previos a las independencias hispanoamericanas fueron escritas distintas “Representaciones”, principalmente por criollos comprometidos con la autonomía, pero también por religiosos que defendían prerrogativas.

El Memorial de Agravios trata un elemento principal, la igualdad de las colonias hispanoamericanas con España.

Igualdad es la palabra más nombrada en este documento de casi 36 folios. Para Camilo Torres la falta de igualdad era el origen de todos los males del Nuevo Reino de Granada. Pero conviene tener presente desde ahora que igualdad, en el Memorial y en el lenguaje político del momento, no refiere a las relaciones entre los individuos, como a las de los reinos que conformaban la nación española y, por ese conducto, a la de su representación.

Así, la desigualdad con la que se había tratado a las colonias americanas era la razón de la inequidad, atraso, corrupción, impotencia y desgano presentes en la sociedad. Y era ese trato inferior el que anulaba los potenciales económicos y humanos de las colonias.

Su memorial, más que un alegato, fue un ensayo emotivo y radical en favor de la igualdad y la autonomía.



Don José de Ascázubi
Gobernador de la Junta Suprema

La Junta Suprema envió emisarios a las colonias para conseguir recursos y apoyo. Fue esta coyuntura de extrema urgencia, en la que se requería asegurar fidelidad y recursos, la que condujo a que el 22 de enero se decidiera convocar representantes americanos.

Esta orden, no cabe duda, contenía un nuevo lenguaje. Uno de sus apartados más relevantes dice:

“Considerando que los vastos y preciosos dominios que España posee en la Indias no son propiamente colonias o factorías como los de otras naciones, sino una parte esencial e integrante de la monarquía española […] que los reinos, provincias e islas que forman los referidos dominios deben tener representación nacional inmediata a su real persona y constituir parte de la Junta Central […] por medio de sus correspondientes diputados.

Para que tenga efecto esta real resolución, han de nombrar los virreinatos Nueva España, Perú, Nuevo Reino de Granada y Buenos Aires, y la Capitanías Generales independientes de la isla de Cuba, Puerto Rico, Guatemala, Chile, Provincia de Venezuela y Filipinas un individuo cada cual que represente su respectivo distrito”.

Era natural que las palabras utilizadas por la Junta produjeran alegría y esperanzas entre los criollos americanos. De hecho en casi todas las provincias se llevaron a cabo elecciones de representantes. No obstante, en casi todos lados fue vista con desencanto la escasa representación que se le daba a las colonias.

Camilo Torres encuentra en este hecho una nueva demostración del trato desigual que se da a los americanos y a ello dedica el cuerpo principal de su memorial “, jamás podrá haber un amor sincero y fraterno, sino sobre la reciprocidad e igualdad de derechos. Cualquiera que piense de otro modo, no ama a su patria, ni desea íntima y sinceramente su bien”, manifiesta Torres en el prólogo de su reclamo.

La asignación de treinta y seis vocales para España y nueve para todas las colonias hispanoamericanas resultaba a todas luces desigual. Como solución, Torres propuso una fórmula para hacer equitativa esa representación: debe ir un competente número de vocales, igual por lo menos al de las provincias de España, para evitar desconfianzas y recelos, y para que el mismo pueblo de América entienda que está suficiente y dignamente representado.

Los cuatro virreinatos de América, pueden enviar, cada uno de ellos, seis representantes y dos, cada una de las capitanías generales; a excepción de Filipinas, que debe nombrar cuatro, o seis, por su numerosa población, que en el año de 1781 ascendía a dos millones y medio, de este modo resultarán treinta y seis vocales, como parece son los que actualmente componen la Suprema Junta Central de España.

El Memorial arguye que era razón de justicia y dignidad darle igual representación a las colonias, si en forma sincera se las quería tratar como iguales. Al respecto, se preguntaba si en un hipotético caso de que el rey viniera a residir a América, ¿las provincias españolas aceptarían una representación minoritaria? ¿Si aceptarían las decisiones que sobre gobierno y cargas fiscales estableciera una Junta residente en América? Evidentemente, las respuestas eran negativas.

En aras de no afectar la naturaleza y particularidad de cada provincia convenía una representación equitativa y de todas las provincias. No cabía un trato distinto y desigual por cuanto se trataba de partes de una misma nación.

Desde al menos un siglo atrás, los españoles americanos reclamaban igualdad de honores y privilegios que los de la península. El memorial insiste en el hecho de que a lo largo de tres siglos América ha sido poblada por españoles, que arraigaron en estas tierras que su sangre y cultura permanecen, sin que se pudiera acusar de que al mezclarse con los naturales se hubiera corrompido.

¿Acaso no ocurrió igual mezcla en la avanzada de los montañeses en la península? “Las Américas, no están compuestas de extranjeros a la nación, tan españoles somos, como los descendientes de don Pelayo, y tan acreedores, por esta razón, a las distinciones, privilegios y prerrogativas del resto de la nación”. Esta afirmación tan sentida, y probablemente ingenua, era albergada por la élite criolla americana. Era ella la que se expresaba en la entusiasta fidelidad a la monarquía.

Camilo Torres, en defensa de su argumento lleva a cabo un análisis con elementos propios de la cultura de la ilustración: la geografía, la demografía y economía. Así entendiera que estos no fueron los factores que determinaron la asignación del número de representantes en las provincias españolas.

Pues efectivamente, ni Jaén, ni Murcia, ni Navarra, ni Asturias, ni Vizcaya hubieran podido enviar dos representantes. En tamaño y población distaban de Galicia, Aragón y Cataluña. El criterio que primó en España fue el de la igualdad entre las provincias, el mismo que Torres aspiraba se aplicara para América.

Como si quisiera ilustrar a la Junta Suprema, Torres precisa que el tamaño del sólo virreinato del Nuevo Reino de Granada triplica o cuadriplica al de España. “Su extensión es de sesenta y siete mil doscientas leguas cuadradas, de seis mil seiscientas diez varas castellanas.

Toda España no tiene sino quince mil setecientas, como se puede ver en el Mercurio de enero de 1803, o cuando más diez y nueve mil cuatrocientas, setenta y una, según los cálculos más altos”. Un virreinato conformado por más de veinte gobernaciones y provincias, más de setenta villas y ciudades, más de mil aldeas, y ocho obispados eclesiásticos.

En términos de población, la Nueva Granada decía Torres según los cómputos más moderados superaba los dos millones de habitantes. Mientras, Galicia, la más poblada, sólo ascendía a un millón trescientas cuarenta y cinco mil almas.

Cataluña en 1804 tenía ochocientas y ocho mil y Valencia ochocientos veinticinco mil. Este recurso a cifras actualizadas de geografía y población no era un acción injusta, sencillamente le permitía a Torres mostrar la justeza de su demanda de representación igualitaria.

Pero el criterio de la riqueza o pobreza de una provincia tampoco valdría para reducirle su participación. Para el caso de las colonias, Torres con cierta ironía recuerda que la propia Junta de Sevilla el 17 junio de 1808 les había pedido “la sostengan con cuanto abunda su fértil suelo, tan privilegiado por la naturaleza”. Y en la propia comunicación de 22 de enero de 1809 se afirmaba que: “La España y la América contribuyen mutuamente a su felicidad”.

El Memorial recuerda las enormes riquezas mineras de oro y plata que América ha entregado a España. Al respecto, se pregunta:
“¿De dónde han manado esos ríos de oro y plata que, por las pésima administración del gobierno, han pasado por las manos de sus poseedores, sin dejarles otra cosa que el triste recuerdo de los que han podido ser con los medios poderosos que puso la providencia a su disposición, pero de los que no se han sabido aprovechar? Inglaterra, Holanda, Francia y toda Europa, ha sido dueña de nuestras riquezas, mientras España, contribuyendo al engrandecimiento de los ajenos Estados, se consumía en su propia abundancia”.

Pero cómo desconocer que para entonces las colonias eran, en cierta medida, el granero de Europa. Azúcar, cacao, añil, algodón, café, tabaco, maderas, tintes, eran enviados regularmente a la península.

Si el Memorial se detuvo en nombrar las cualidades del Nuevo Reino, no olvidó las de otras provincias americanas. De la industriosa Quito, una provincia con más de medio millón de habitantes, y la capital con setenta mil, con presidencia de Audiencia, episcopado, universidad y colegios, era natural que contara con al menos dos representantes. Y qué decir de México y Perú, en las que todas sus cabezas provinciales deberían poseer un representante.

De alguna manera podríamos decir que el Memorial es una restitución de la población americana, no sólo en términos de su número, sino de su calidad.

Al respecto dice que es una gente “industriosa, hábil, imaginativa, con amor a la patria”. Un pueblo así dotado, con dos mares y una extensión que algún día les dará comunicación, predecía Torres, sería llamado a ser uno de los más prósperos, sino fuera por su dependencia.

Dependencia, este término que se haría familiar en los estudios sociopolíticos del siglo XX, fue introducido en forma llamativa por Torres.

El Memorial de Agravios culpa del atraso del Nuevo Reino de Granada al mal gobierno de las administraciones españolas. Un hecho que parecía estructural impedía cualquier progreso. “Los gobernantes de la América, principalmente los que ocupan sus altos puestos, han venido todos, o los más de la metrópoli; pero con ideas de volverse a ella, a establecer su fortuna, y a seguir la carrera de sus empleos.

Los males de las Américas no son para ellos, que no los sienten; disfrutan sólo sus ventajas y sus comodidades.

Él no sufre las trabas del comercio que le imposibilita hacer su fortuna, él no ve criar a sus hijos sin educación y sin letras, y cerrados para ellos los caminos de la gloria y la felicidad. Su mesa se cubre de los mejores manjares que brinda el suelo; pero no sabe de las extorsiones que sufre el indio, condenado a una eterna esclavitud, y a un infame tributo que le impuso la injusticia y la sinrazón.

Él, en fin, ignora los bienes y los males del pueblo que rige, y en donde sólo se apresura a atesorar riquezas para trasplantarlas al suelo que lo vio nacer”. Podríamos decir, para Torres el peninsular no podía gobernar bien porque carecía del conocimiento y del amor a la tierra requerido.

Uno de los agravios más sensibles entre los americanos de la segunda mitad del siglo XVIII era su exclusión de los cargos de gobierno. Esta queja no era nueva, bien lo sabemos, pues hasta en el movimiento de los Comuneros, la capitulación No. 22, reclamaba justamente su incorporación al gobierno.

En esta circunstancia, cuando a los americanos se les negaba la posibilidad de ocupar un cargo y demostrar sus capacidades, ¿cómo hablar de confianza entre España y América? Respecto a este asunto, dice Torres, “Debemos arreglarnos pues que el español no entienda que tiene un derecho exclusivo para mandar a las Américas, y que los hijos de estas comprendan que pueden aspirar a los mismos premios y honores que aquellos.

” Efectivamente, era un hecho conocido que desde 1773 una política deliberada había buscado el control peninsular de la Audiencia. Y, justamente, en el momento de redacción del Memorial, el control que tenían los criollos en el cabildo se veía amenazado por decisión del virrey Amar y Borbón

Otra crítica que realiza el Memorial al gobierno español es la del atraso cultural del Reino. La falta de luces no podría ser motivo para negar la representación igualitaria a los americanos. “Es cierto que ellos no podrán competir con sus colegas europeos en los profundos misterios de la política; pero a lo menos llevarán conocimientos prácticos del país, que éstos no pueden tener”.

El Memorial condena a España del atraso en distintas materias. ¿Acaso no era ella culpable de la escasa difusión de la imprenta en las distintas provincias? ¿Acaso no era también culpable de la supresión de las cátedras de derecho natural y del mantenimiento de programas de filosofías escolásticas? Hechos que parecerían una estrategia, dice Torres: para mantener al pueblo en la ignorancia, “¡Bárbara crueldad del despotismo, enemigo de Dios y de los hombres, y que sólo aspira a tener a estos como manadas de siervos viles, destinados a satisfacer su orgullo, sus caprichos, su ambición y sus pasiones!”.

Al retomar el tema de la representación, el Memorial exalta el hecho de que los vocales sean elegidos en una votación. El cabildo, institución a la que Torres había tenido tantos vínculos, le parecía que desfiguraba el sentido de la representación. Es conocido que al cabildo se llegaba no por votación, sino por herencia, renuncia o compra del cargo.

En este sentido la convocatoria realizada por la Junta Suprema constituyó uno de los eventos más significativos en la historia política de la época.

Tal parece que la idea de ampliar la representación americana hubiera sido objetada por los costos que los viajes y sostenimiento de los representantes que tendrían en el erario. Torres llegó a calcular en 10 o 12 mil pesos, el costo de cada uno, que multiplicados por 36 significarían cuatrocientos mil pesos. Suma muy inferior a lo que consumía la corte, o a los gastos que ocasionaban los cuerpos diplomáticos y militares.

Nada era comparable al bienestar que traería a las colonias la presencia de un nutrido grupo de representantes en las cortes españolas. Hecho que sellaría la unidad de la nación, pero que además incidiría en corregir los errores que durante trescientos años se habían cometido.

Camilo Torres, en forma audaz, sino atrevida en aquel momento, propuso que si la pobreza de las arcas impidiera tal representación, entonces podrían crearse Cortes Generales en América. Cortes en las que podrían tratarse las leyes y el gobierno que adoptasen en España, y donde también podrían discutirse las contribuciones justas.


Cortes que debían ir acompañadas con la creación de Juntas Provinciales a la manera de las españolas. Las Juntas serían las únicas que podrían conservar la unidad de las provincias y el sosiego de sus gentes.

La circunstancia presentada con la creación de la Junta de Quito merecía respaldo, antes que odio y animadversión. En este punto, Torres pide que se revise si acaso en las sesiones del 6 y 11 de septiembre, en las que se trató dicha Junta, quienes votaron en su favor no fueron todos criollos prominentes, representantes de los cuerpos civiles, militares y eclesiásticos.

De manera vehemente, sobre la obstinada oposición del virrey y la audiencia se pregunta: “Qué oposición es esta, a que la América tenga unos cuerpos que representen sus derechos? ¿De dónde han venido los males de España, sino de la absoluta arbitrariedad de los que mandan? ¿Hasta cuándo se nos querrá tener como manadas de ovejas al arbitrio de mercenarios, que en la lejanía del pastor pueden volverse lobos? ¿No se oirán jamás las quejas del pueblo? ¿No se le dará gusto en nada? ¿No tendrá el menor influjo en el gobierno, para que así lo devoren sus gobernadores, como tal vez ha sucedido hasta aquí? ¿Si la presente catástrofe no nos hace prudentes y cautos, cuándo lo seremos?, ¿cuando el mal no tenga remedio?, ¿Cuándo los pueblos cansados de opresión no quieran sufrir el yugo?”.

No cabe duda que los líderes criollos a finales de 1809 veían como única alternativa a la crisis la formación de juntas autonomistas. Bien se presentaran como el medio para preparar la defensa de posibles invasiones francesas, o como el único medio para acabar con el despotismo de los peninsulares. Sin Juntas dice Torres, “Todo lo demás es precario.

Todo puede tener fatales consecuencias. Quito ha dado ya un funesto ejemplo, y son incalculables los males que se pueden seguir, si no hay un pronto y eficaz remedio. Este no es otro que hacer esperar a América su bien, y la América no tendrá esta esperanza, y este sólido fundamento, mientras no se encamine sobre la igualdad.

”De alguna manera las juntas representaban un elemento de modernidad política, un rescate de la soberanía secuestrada. Pero también, era una manera de reclamar el derecho que le había sido concedido al pueblo de la península que se había levantado para conformar sus juntas provinciales.

Camilo Torres concluyó el Memorial con palabras que han sido consideradas proféticas. Para él, que había vivido de cerca los hechos políticos del virreinato, que conocía de los cambios políticos de su tiempo, tal vez no le era imposible prever los sucesos que se desencadenarían.

De hecho, en el propio Memorial anotó que si Inglaterra hubiera escuchado a sus colonias americanas y las hubiera atraído a su gobierno en un plano de igualdad, tal vez no las hubiera perdido. Ahora, en el crucial mes de noviembre de 1809, Camilo Torres usaba un lenguaje propio de quien sabe vive un momento decisivo.

Así, diría: “¡Igualdad! Santo derecho de la igualdad: justicia que estribas en esto, y en dar a cada uno lo que es suyo; inspira a la España europea estos sentimientos de la España americana, ¡Quiera el cielo que otros principios, y otras ideas menos liberales, no produzcan los efectos de una separación eterna!”.

El Memorial de Agravios fue legalizado por el cabildo de Santafé el 20 de noviembre de 1809, pero nunca llegó a la Suprema Junta Central de España. El virrey Amar lo guardó en su escritorio, interesado en impedir que sus ideas fueran difundidas.

Pero, es comprensible que las ideas expuestas en el Memorial eran ideas de conversación corriente en el Cabildo y aun más en los círculos de letrados de la ciudad.

Por ello es posible reconocer la influencia que tuvo el Memorial en las ideas que avivaron el levantamiento del 20 de julio de 1810. En ese entonces la multitud agrupada en la plaza gritó apasionada: ¡Junta! ¡Junta! ¡Junta! Manifestó su lealtad a Fernando VII, reclamó el protagonismo criollo y condenó el despotismo de los gobernantes.

Finalmente, los sucesos ocurridos en Santafé al terminar 1809, la represión sangrienta en Socorro, los sucesos de Quito y la disolución de la Junta en España, operaron una radicalización en Camilo Torres.

La aparente ambigüedad que enseña el memorial respecto a qué tipo de relación establecer con España, o mejor, cierta esperanza que parecería guardar respecto a la monarquía, quedaron selladas en las palabras que Camilo Torres dirigiera a su tío Ignacio Tenorio en el mes de mayo siguiente: “Nuestros derechos son demasiado claros, son derechos consignados en la naturaleza, y sagrados por la razón y por la justicia.

Nada apetezco, a nada aspiro, y viviré contento con un pan y un libro, pero conozco que ha llegado el momento feliz de la libertad de mi patria, y que si se malogra ahora esta ocasión, nuestra esclavitud queda sellada para siempre.

Si mi patria es libre, yo seré feliz, y lo serán también mis compatriotas; pero si el cielo dilata todavía este momento de nuestra mayor gloria; si he de tener el dolor de verla todavía esclava de tiranos o hecha el juguete de hombres ambiciosos, huiré de ella, abandonaré el país en que comencé a respirar, los lugares en donde me educaron, los sepulcros de mis mayores, los amigos y compañeros de mi juventud, para ir a buscar una patria donde encuentre un asilo y en donde pueda olvidar las desgracias de la mía”.




MERCEDES DE TIERRAS, EJIDOS.
LA PROPIEDAD DE TIERRA EN LA COLONIA

Mercedes, composición de títulos y resguardos indígenas
Desde temprano, la Corona española organizó el acceso del colonizador a la propiedad de la tierra realenga: al respecto, las formas más comunes fueron las mercedes de tierras, la venta y la composición.

La distribución de tierras por mercedes se efectuaba tanto al momento de fundarse una nueva población, como, más tarde, en la medida en que lo solicitan los interesados. Conquistadores, virreyes, gobernadores, audiencias y cabildos estuvieron, en uno o en otro momento del período hispánico, facultados para conceder mercedes en nombre del rey.

El requisito de la confirmación real quedó consagrado en la Recopilación de 1680, que lo exige para las tierras dadas o, incluso, vendidas por las autoridades locales. Sin embargo, las demoras y las erogaciones causadas por el envío de testimonios solían acobardar a los habitantes de las Indias que preferían seguir con su título imperfecto. Sólo en 1754 se derogó la exigencia de acudir a la Corte y se autorizó a las audiencias para despachar confirmaciones.

En principio, el beneficiario de una merced podía ser cualquier vasallo español, indio o negro libre. En las peticiones se alegaban servicios prestados a la Corona, propios o de ascendientes, se invocaba la carga de una familia a la que se debía sustentar y el tener la calidad de "vecino" o el ser conocido como persona honrada. La extensión de la tierra concedida fue variable.

Siguiendo la misma práctica que durante la reconquista española, que señalaba recompensas diferenciadas según se hubiera luchado a pie o a caballo, en los primeros años las porciones de tierra en las Indias se diferenciaron en caballerías y peonías.

Aunque algunas disposiciones fijaron las medidas de unas y de otras, en la práctica no tuvieron general aceptación y, según los accidentes del terreno, parece habérseles dado un contenido diferente según las zonas.

Por lo general, la concesión de una merced de tierra implicaba algunas obligaciones para el beneficiario, que se orientaban básicamente a que la tierra no constituyera un factor de especulación sino de arraigo.

La principal fue la de "vecindad", o sea la de residir en el lugar durante cierto lapso. Las Ordenanzas de población de 1573 mencionan, además, la construcción de edificios, el cultivo de las tierras y la crianza de ganado. Sólo cumplidos los requisitos exigidos, el dominio queda perfeccionado y su titular puede disponer de la tierra como dueño para venderla, arrendarla, hipotecarla, legarla, etc.

En un primer momento, dado el interés de la Corona por alentar el proceso de población, las tierras se distribuyeron gratuitamente. A mediados del siglo XVI, dos factores se combinaron para modificar la sit uación: la valorización de la tierra y las necesidades económicas del real erario.

Esto supuso la convivencia de los dos sistemas: la venta, que se realizaba en pública subasta con adjudicación al mejor postor en aquellas zonas donde hubiera interesados, y la merced, en la que predominaba el interés por fijar nuevos núcleos de población (zonas fronterizas o costas amenazadas por desembarcos enemigos).

La composición suponía la legalización de una ocupación de hecho de tierras realengas al margen de lo determinado por las leyes vigentes.

Incluía a quienes hubieran ocupado tierras sin título alguno, a quienes se hubieran extendido más allá de los límites fijados en sus títulos, a quienes hubieran recibido mercedes de funcionarios o de instituciones no habilitados y a quienes no hubieran hecho confirmar las recibidas de autoridades locales.

Una real cédula de 1591 dispuso, en tal sentido, que todos los poseedores de tierras presentaran a las autoridades los títulos correspondientes a fin de que se procediera contra los ocupantes indebidos obligándoles a restituir lo mal habido o a pagar una módica composición.

A partir de entonces, la composición se convirtió en la forma preferida de adquisición: quien pretendía una tierra la ocupaba, la denunciaba a las autoridades, pagaba la información de realengo y la tasación y, tras el pago fijado, obtenía el título de propiedad.

El arrendamiento puede considerarse un modo habitual de obtener un provecho de la tierra que no se posee directamente. En el Nuevo Reino de Granada, la presión que ejerció el campesinado no indio por la vía del arrendamiento de las tierras de los resguardos desembocará en un proceso irreversible de extinción y agregación de pueblos de indios y en el remate de las tierras declaradas "vacantes" a favor de los vecinos.

Otras formas de acceso a la propiedad mucho menos frecuentes fueron la expropiación y el mayorazgo.

Las ideas fisiocráticas y utilitaristas en boga con el iluminismo dieciochesco sumadas a las crecientes necesidades económicas de la Corona impulsaron una serie de medidas que se iniciaron con la real instrucción de 1754 que reglamentó el camino por seguir con relación a "las mercedes, ventas y composiciones de bienes realengos, sitios y baldíos" hechos hasta el momento y que se hicieran en adelante.

La instrucción impuso el criterio de "borrón y cuenta nueva" para las irregularidades producidas con antelación a 1700 aunque anotó que, en caso de que las tierras no estuvieran cultivadas, se debía señalar un término competente para ello bajo apercibimiento de que, de lo contrario, bajo la misma obligación, se haría merced de las mismas a quien presentara la denuncia.

Para las situaciones posteriores a 1700 se exigió, en cambio, la presentación del título legítimo con constancia de que hubiera precedido medida y avalúo. El pago de una composi ción siguió siendo el camino jurídico para consolidar situaciones contrarias a la doctrina legal vigente.

Los resultados de la aplicación de la instrucción no parecen haber sido satisfactorios. Poco más de dos décadas más tarde, el virrey Manuel Guirior planteó la cuestión tanto a la Corona como a su sucesor en términos harto elocuentes. Según el virrey, se había hecho necesaria una orden general que obligara a abandonar las tierras que permanecían incultas o sin ser aplicadas en la cría de ganados, permitiendo el ingreso de quienes, tras pagar a su dueño el valor de la parte, estuvieran dispuestos a hacerlas producir "en beneficio del común".

Solo así -decía- se podría evitar que quienes, por mercedes antiguas o por algún otro título fueran dueños de grandes extensiones, las dejasen yermas.

Un informe de tal naturaleza era inaceptable para la Corona que, tras escuchar las versiones del fiscal Francisco Antonio Moreno y Escandón y del juez de realengos Benito del Casal y Montenegro, expidió finalmente la real cédula del 2 de agosto de 1780 que, acorde con el dictamen del juez, exhibió un contenido más tradicionalista que moderno.

La cédula ordenó no se inquietara a los poseedores de tierras realengas con legítimos títulos ni se les obligara a vender contra su voluntad, aunque aceptó que, por medios suaves, se procurase que los propietarios de tierras incultas las hicieran fructificar, ya por sí mismos, ya por venta o arrendamiento a terceros.

Como un avance, se previno se concediera tierra graciosamente a todo aquel que la solicitara con ánimo de cultivarla. De todas formas, a estas alturas una buena cantidad de campesinos blancos, mestizos y mulatos había accedido a la propiedad de parte de las tierras que habían formado parte de pueblos indígenas extinguidos. Veamos, pues, este otro proceso.

Desde temprano, la Corona reconoció la legitimidad de la propiedad anterior a la conquista. En las instrucciones impartidas a los conquistadores se aclaraba que no debía repartirse a los peninsulares la tierra de los indios y que sus estancias debían ubicarse lejos de los pueblos de naturales para evitar que el ganado dañase sus labranzas.

Las leyes 7,9,12,16,17,18 y 19 del título 12, libro 4 y las leyes 8 y 20 del título 3, libro 6 de la Recopilación se refieren a la protección de las tierras de los naturales dentro de las dos vertientes señaladas.

Paralelamente, las leyes que reglamentaron el régimen de encomiendas precisaron que el derecho del encomendero debía limitarse a percibir el tributo indígena sin que pudiera bajo ningún concepto disponer de su tierra.

Fue tarea de los oidores-visitadores del siglo XVII inquirir, entre otras cosas, si las comunidades indígenas gozaban de tierras suficientes para su manutención y para hacer frente al pago del tributo.

En tanto solían amparar a los indios ya reducidos en las tierras que poseían o ampliarlas si lo consideraban necesario, en los casos de los naturales cuya reducción ordenaban, debían trazar con la mayor exactitud posible los límites de las tierras de comunidad y poner a los naturales en "quieta y pacífica" posesión de las mismas.

El globo de las tierras co munales abarcaba tres subpartes: el resguardo propiamente dicho (término que se hizo extensivo a la totalidad de tierras del común), que debía ser repartido entre los integrantes del grupo; el potrero destinado a la cría de ganados y la labranza de comunidad, trabajada en conjunto en turnos de rotación obligatoria, cuyo producto debía destinarse a dotar un hospital, al auxilio de pobres, viudas y huérfanos y al mantenimiento del culto.

Dado que los indios debían ser preferidos "en primer lugar" a fin de que sus tierras estuvieran "juntas y contiguas" a su pueblo e iglesia sin presencia de españoles u otras etnias, los visitadores ordenaban respetar estrictamente los linderos de los resguardos y daban por "nulos y de ningún valor" los títulos de tierras incluso en los límites, dejando a los blancos la posibilidad de acudir ante la Real Audiencia para solicitar compensación.

En función de la tutela protectora a la que los naturales estaban sujetos por haber sido asimilados legalmente a los "rústicos" del derecho común, los resguardos se consideraron inalienables y se prohibió su arrendamiento.

Si bien en materia de ventas la prohibición se cumplió, no ocurrió lo mismo con el arrendamiento, que parece haber sido, en mayor o menor grado según las zonas, práctica frecuente a lo largo del período. Era obvio que el arriendo beneficiaba a ambos grupos.

A los indígenas les proporcionaba una renta extraordinaria que les permitía hacer frente con menor esfuerzo al pago del tributo, sin descartar la posibilidad de echar mano de las leyes de segregación a fin de deshacerse de los intrusos si eventualmente su permanencia se tornaba poco deseable.

A los grupos no-indios les permitía gozar del bien arrendado y conseguir, para su explotación, el trabajo "concertado" de la población nativa.
Hacia mediados del siglo XVIII, las teorías propias del siglo ilustrado, las crecientes necesidades económicas del real erario y la transformación de la población rural neogranadina abrieron paso a una política que desembocó en el proceso de descomposición de los resguardos.

En 1754 llegaba a América la real instrucción de 1754, ya comentada, que, lejos de innovar en relación con la propiedad indígena, protegía al indio cultivador, ordenaba la devolución de las tierras usurpadas y mandaba que, en caso de considerarlo adecuado, los resguardos fueran ampliados según las necesidades de las comunidades.

Para llevar a la práctica la instrucción, el oidor Andrés Verdugo y Oquendo practicó durante 1755 y 1756 una visita a las provincias de Tunja y Vélez.

A su regreso, redactó un informe en el que plasmó tanto la irreversible transformación de la sociedad rural neogranadina, como las soluciones que había aplicado. La disminución de la población indígena era a estas alturas una realidad incontrovertible: a las epidemias, se habían sumado otros factores como el mestizaje en aumento y el éxodo de los indios mitayos quienes, ya por la fuerza, ya atraídos por los jornales ofrecidos por los españoles dueños de fincas, abandonaban sus pueblos.

A esta situación, se sumaba el aumento del pequeño campesinado blanco, mestizo o mulato que arrendaba las tierras improductivas de los resguardos en los que vivía de asiento en contra de la política de segregación vigente.

Si bien no se mostró partidario de las traslaciones de pueblos a las que consideraron similares a un destierro, sí cercenó las tierras más apartadas del núcleo del poblado en aquellos lugares donde encontró menos de una tercera parte de los indígenas que habitaban el sitio al tiempo de deslindar sus resguardos. Para justificar una práctica que podía parecer contraria a las leyes vigentes, Verdugo echó mano del argumento de que las tierras de comunidad se habían otorgado a los naturales no como "a propios dueños para venderlas y arrendarlas" sino más "como usufructuarios" para que pudieran aprovecharse de ellas, reservando a los visitadores la facultad de "ampliar o restringir los resguardos" según lo tuvieren por conveniente.

La política iniciada tímidamente por Verdugo se fortaleció y se amplió durante la década del 70 de la mano del criollo Francisco Antonio Moreno y Escandón y dio por resultado la extinción y traslación de medio centenar de pueblos de indios cuyas tierras fueron vendidas a los vecinos por remate al mejor postor.

Según el fiscal, el procedimiento había sido beneficioso para el real erario porque, además del dinero ingresado a sus arcas, se lo había liberado de pagar el estipendio de varios doctrineros y de hacerse cargo de reparar y ornamentar las iglesias de pueblos cuyo escaso número de habitantes no lo justificaba.

Por otra parte, se había logrado que los vecinos que vivían en calidad de arrendatarios comprasen las tierras vacas y, sin la contingencia de ser expuls ados, se empeñaran en cultivarlas.

Dadas las protestas de los indios y la oposición de parte de la Audiencia a las medidas de Moreno, el virrey Manuel Antonio Flores decidió consultar al regente Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, quien acusó al fiscal de haberse excedido en sus funciones y sugirió al virrey ordenar la suspensión de las actuaciones pendientes. La decisión del regente llegó tarde para evitar la participación indígena en la revuelta comunera de 1781.

La cláusula séptima de las capitulaciones de Zipaquirá se hacía eco, en teoría, de las reivindicaciones indígenas en materia de tierras al establecer que los grupos cuyos resguardos no hubiesen sido "vendidos ni permutados" podían volver a ellos recobrando no sólo el uso sino la "cabal propiedad", lo cual significaba la posibilidad de venta y/o arriendo y, en el fondo, allanaba el camino para que los sectores no-indios accedieran con facilidad a las tierras de comunidad.

Las capitulaciones se anularon en marzo de 1782. Desde entonces hasta el final del período la situación fue caótica: al retornar a sus tierras muchos grupos las encontraron ocupadas por vecinos que, tras los remates, se resistían a abandonarlas. En muchos casos los pleitos concluyeron con un arreglo entre las partes que permitió a los blancos permanecer en las tierras sobrantes.

SEGÚN LA CONSTITUCION POLITICA
Ordena que los bienes de uso público sean imprescriptibles, inalienables e inembargables. La Ley Barberena decreta que los ejidos situados en cualquier municipio del país no están sujetos a la prescripción, por tratarse de bienes municipales de uso público o común.

El Código de Régimen Político Municipal ordena que el producto del patrimonio público ejidal se deba destinar “exclusivamente” a fomentar y ejecutar planes de vivienda.



PALENQUE

En Latinoamérica, la palabra palenque o quilombo (del kimbundu: quilombo) se usaba para denominar a los lugares o concentraciones políticamente organizadas por negros esclavos cimarrones en lugares con fuente de agua y cuevas, con alcaldes que ejercían su autoridad al interior de los palenques.

Originalmente, palenque es el terreno cercado por una estacada para celebrar algún acto solemne.

• HISTORIA

En 1502, llegaron los primeros esclavos negros de África a América. Fueron traídos para reemplazar la mano de obra indígena, que iba disminuyendo ostensiblemente en las colonias españolas.

Desde ese momento y hasta comienzos del siglo XIX, unos 60 millones de africanos fueron sacados por traficantes europeos de sus tierras, de manera violenta, para ser utilizados como mano de obra esclava en América, llegando con vida sólo unos 12 millones.

Eran traídos en buques especiales, llamados "Ataúdes" o "Tumbeiros". Estos nombres eran expresión de las características de tales expediciones mercantilistas, porque llegaban vivos a América sólo la mitad de los negros que habían salido de África. Venían enmarrocados (amarrados), apiñados en las bodegas de los buques, sin las mínimas condiciones de higiene, sin la adecuada alimentación; en estas condiciones aquellos negros eran presa fácil de enfermedades y epidemias.

En América, miles de negros esclavos eran vendidos a los hacendados y citadinos españoles en los llamados mercados de trata. Para este fin eran exhibidos encadenados apenas arribaban mientras eran denigrantemente subastados. Los precios variaban de acuerdo al sexo, fortaleza, salud y edad.

Adquiridos pasaban a ser patrimonio de su amo, quien disponía de su destino y de su vida. Tenían un valor en dinero y pertenecían a alguien y los alimentaban para utilizarlos en faenas y servicios que el amo creyera conveniente.

Si el amo quería deshacerse del esclavo, lo ofertaba en el mercado de trata de esclavos, poniendo un sobreprecio, para recuperar su inversión y sacar algún dividendo.

• CONDICIONES DE VIDA DE LOS ESCLAVOS EN AMERICA

Los esclavos vivían en las haciendas en barracas o barracones; en las ciudades, estas barracas estaban ubicadas en un rincón de los huertos o solares. Dichas barracas, como es de suponer, propendían al hacinamiento y la promiscuidad.

Las mujeres negras esclavas, en las haciendas y en los solares virreinales, fueron destinadas para labores domésticas. Sin embargo, muchas de ellas, en las haciendas, principalmente costeñas, hacían labores de campo como, por ejemplo, en los viñedos y algodonales, conocidas en este último caso, como "apañadoras". Los varones efectuaban el trabajo más pesado tanto en las zonas urbanas como en las haciendas como, por ejemplo, limpieza de excusados, galpones, porquerizas, caballerizas, etc.

Los amos retribuían este servicio gratuito con la vivienda y la alimentación que les proporcionaban. Los esclavos no podían salir de la propiedad del patrón y carecían de libertad. Al esclavo que infringía alguna norma se le castigaba severamente, por lo que existieron varios sistemas de tortura. Sea cual fuere el castigo acordado para el esclavo rebelde, se cuidaban de no desfigurarlo dado que, de ser así, su precio de venta en el mercado disminuiría.

Sin embargo, se tiene noticia de que al negro muy rebelde o cimarrón, le cortaban las orejas, lo castraban e incluso le cortaban las manos.

•UNA TEMPORAL FORMA DE REBELION NEGRA

A fines del siglo XVII y principios del siglo XVIII se formaron unas rancherías en los alrededores de la ciudad de Lima, como en Huachipa, Carabayllo, Monte Zambrano, etc. Fueron hechas por negros esclavos que, en busca de su libertad, habían preferido huir y rebelarse contra el opresor sistema.

Estas rancherías en lo posible, se ubicaban en las zonas menos transitadas, con bosques para ocultarse de sus perseguidores.
Alrededor del año 1710, esas rancherías evolucionaron hasta convertirse en palenques. Los palenques, entonces eran asentamientos rurales de negros cimarrones, rebeldes.

•ZONAS LIBERADAS DE NEGROS EN AMERICA LATINA

Hubo este tipo de organizaciones en todas las colonias, tanto españolas como portuguesas, en América Latina. Los quilombos, mambices, cumbes, ladeiras, etc., fueron otras denominaciones adoptadas por los negros rebeldes. El más famoso palenque del colonialismo en América Latina fue el Quilombo de los Palmares, en el Brasil (colonia portuguesa).

Tenía una población de más o menos, 15.000 negros esclavos rebeldes y se mantuvo durante casi todo el siglo XVII. Las tropas reales portuguesas usaron 6.000 soldados y les demandó 2 años rendirla. Incluso en muchos de esos palenques, existieron reyes negros.

Por ejemplo Benkos Biohó, el Rey de Arcabuco, cerca de Cartagena de Indias, en Colombia. En Venezuela fue famoso el Rey Miguel. En Panamá, el Rey Bayano.

En el Virreinato del Perú, hubo en Huaura un rey cimarrón, a mediados del siglo XVI. El virrey de la época envió una tropilla de 120 soldados españoles, que incursionaron violentamente en el palenque, matando a todos sus integrantes.

•INFRAESTRUCTURA]

Un palenque tenía una fuente de agua, un pedazo de tierra para cultivo, un almacén subterráneo y una pequeña cantidad indispensable de lampas y hachas. Sé conoce como palenque al localidad destinado a realizar peleas de gallos

•ORGANIZACIÓN

En los palenques, los negros cimarrones mantenían una vida comunitaria, caracterizada por la igualdad entre todos sus integrantes, tanto para el trabajo como para el reparto del alimento y el comportamiento social y moral.

Para su defensa, en algunos palenques se habían construido fuertes.
Estaban hechas de palizadas, en el punto más alto de su temporal albergue.

Tenían como únicas armas, espadas, cuchillos y otras armas blancas. Nunca poseyeron armas de fuego. En otros casos completaban su defensa acopiando piedras. Hacían ejercicios de corte militar, utilizando la táctica de las guerrillas.

En el caso de los cimarrones criollos, no poseían rey. Sus jefes se hacían llamar coroneles o capitanes, por cuanto éstos no procedían directamente del África, ya que eran, como se dijo, cimarrones criollos.

•POBLACION

En su búsqueda de libertad, se habían unido negros de diversas etnias africanas, incluso algunas que en África, mantenían rivalidades muy marcadas, como es el caso de las etnias africanas congós, minas y terranovos.

•ECONOMIA

Tenía cierta independencia, aunque mantenía relaciones económicas más o menos normales con las ciudades y haciendas vecinas. En sus áreas de cultivo, sembraban maíz y zapallo, se abastecían de carne cazando venados y pájaros y obtenían algún que otro dinero vendiendo sombreros y canastas.

•En Latinoamérica la palabra Palenque o Quimbolo se usaba para denominar a los lugares o concentraciones políticamente organizadas por negros esclavos cimarrones en lugares con fuentes de agua y cuevas, con alcaldes que ejercían su autoridad al interior de los palenques.

HISTORIA DE LOS PALENQUES

•En 1.502 llegaron los primeros esclavos negros de África a América.

•Hasta comienzos del siglo XIX, unos 60 millones de africanos fueron sacados por traficantes europeos de sus tierras para ser utilizados como mano de obra esclava en América y solo llegaron con vida 12 millones.

•Mercados de Trata.

•Patrimonio del AMO.

•Trabajo y Retribución (Mujeres y Varones).

•Castigos y tortura.

REBELION NEGRA

 A finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, se forman RANCHERIAS en los alrededores de la ciudad de Lima, para huir y rebelarse contra el opresor sistema.
 En 1710 hubo evolución de las rancherías y se convirtieron en Palenques.
 Quilombos de los Palmares en Brasil con 15.000 negros.


INFRAESTRUCTRUA –ORGANIZACIÓN –POBLACION-ECONOMIA
 Infraestructura: Fuente de agua, Tierra para cultivar, Almacén subterráneo, lampas, hachas
 Organización: Vida comunitaria. - Para su defensa contaba con FUERTES. - ARMAS

Los cimarrones criollos sus jefes se hacían llamas capitanes o coroneles.
 Población: Se unieron de diversas Etnias.

Economía: Independencia. Cultivan maíz y Zapallo. - Dedicados a la Caza. – Venta de sombreros y canastas.





REAL AUDIENCIA


La Real Audiencia (Audiencia Real o, simplemente, Audiencia) fue el máximo órgano de justicia de Castilla, creado por Enrique II en 1369.
Fue un ente creado por el auge de la minería y los conflictos que ella causa entre encomenderos e indígenas en su lucha por su riqueza la real audiencia solucionaba estos problemas de manera jurídica y estaba conformada por un presidente y sus oidores los cuales eran nombrados por la corona.


ORIGEN DE LA REAL AUDIENCIA

Los oidores constituyen un órgano nuevo, la Audiencia, delegada del rey y en estrecha vinculación con el ejercicio personal de la justicia apareciendo en las Cortes de Alcalá de 1348 como órgano específico.
Formalmente, la primera Audiencia fue establecida en Valladolid el año 1371.

Isabel la Católica en 1494, divide dicha Audiencia en dos: la Audiencia de Valladolid, con competencia al norte del río Tajo; y la de Ciudad Real, con competencia al sur del mismo río. En 1500 se decidió trasladar esta última a Granada, lo que se verificó en 1505.

LA REAL AUDIENCIA EN LA PENINSULA

Carlos I instala en 1528 la Audiencia de Aragón en Zaragoza. Su hijo Felipe II creo numerosas Audiencias en España, entre otras, la de Sevilla en 1566, la de Las Palmas en 1568, y la de Mallorca en 1571. En 1717 se establece la Audiencia de Asturias y, en 1790, la de Extremadura.

AUDIENCIAS PENINSULARES

•Real Audiencia de Valladolid

•Real Audiencia de Granada

•Real Audiencia de Galicia

•Real Audiencia de Canarias



•Real Audiencia de los Grados de Sevilla

•Real Audiencia de Asturias

•Real Audiencia de Extremadura

•Real Audiencia de Aragón

•Real Audiencia de Valencia

•Real Audiencia de Cataluña

LA REAL AUDIENCIA EN INDIAS


En América, se instala por primera vez una Audiencia, en Santo Domingo (en la isla La Española) en 1511, durante la gobernación de Diego Colón, pero al poco tiempo fue suprimida (siendo restablecida en 1526).

Bajo Carlos I y Felipe II, entre 1526 y 1583, se extendieron las Audiencias por América y las Filipinas, creándose: la Audiencia de México (Nueva España) en 1527; Panamá en 1538; Guatemala y Lima (Perú) en 1543; Guadalajara (Nueva Galicia) y Santa Fe de Bogotá (Nueva Granada) en 1548; Charcas (Alto Perú) en 1559; Quito (Ecuador) y Concepción (Chile) en 1563 (la última entre 1565-1575); y Manila (Filipinas) en 1583.

En 1605 se crea la Audiencia de Santiago (Chile) y la de Buenos Aires (Río de la Plata) en 1661 (hasta 1671). Finalmente, se reinstala la Audiencia de Buenos Aires en 1783 y se crean las Audiencias de Caracas y la de Cuzco en 1786 y 1787, respectivamente.

En la América hispánica colonial la Real Audiencia adquirió una creciente importancia, velando por el cumplimiento del Derecho, la protección de los gobernados y por la aplicación de la justicia en el continente. Asimismo, llegaron a ser también Reales Chancillerías, por lo que se les consideraba representantes del monarca en sus respectivos territorios, siendo depositarias del sello real.

COMPOSICION

Las Reales Audiencia estaban compuestas por un Presidente, que era por lo general el respectivo virrey o gobernador, y por un número variable de Oidores (jueces), más algunos alcaldes del crimen, (en México y Lima). Además, formaban parte de este tribunal un fiscal y "otros oficiales subalterno", entre ellos: un alguacil mayor, un relator, un escribano de cámara y un portero.

En el siglo XVIII se le agregó un Regente, que en la práctica se encargó de dirigir este órgano y otro fiscal.


FUNCIONES

Las Reales Audiencias eran quizás los únicos órganos de la época que tenían una función más marcada: la administración de justicia.
En América hispana fueron los más altos tribunales de justicia. Hacia el siglo XVIII, principalmente por evolución espontánea, que por reformas legales, se convirtieron esencialmente en tribunales de apelaciones.

•Conocían de los juicios civiles y criminales, excepto los de fuero eclesiástico, militar o mercantil.

•Sus fallos podían apelarse ante el Consejo de Indias (siempre que se tratase de asuntos por más de 6.000 pesos oro).

•Conocían del recurso de fuerza, es decir, la reclamación de los agraviados por los jueces eclesiásticos, que procedía en caso de incompetencia de éstos para conocer de las causas, inobservancia de las normas que regían los juicios eclesiásticos y en las negativas de apelación que eran procedentes.

•Conocían de las contiendas de competencia entre jueces laicos y eclesiásticos.

•Conocían de algunos juicios eclesiásticos y los juicios de encomiendas.

•Los agraviados por las resoluciones del virrey o del gobernador podían "apelar" ante ellas

•Podían dictar auto acordados, para una adecuada administración de justicia, pudiendo con ellos suplir los vacíos normativos en cuanto a los procedimientos o para interpretar las normas procedimentales vigentes.
En caso de vacancia del virrey o gobernador, podía reemplazarlo interinamente el oidor más antiguo (llamado oidor decano). Asimismo eran órganos consultivos de los virreyes y gobernadores en materia de gobierno y hacienda.

Debían hacer cumplir las reales órdenes y eventualmente podían "suplicar" una ley (cuando esta adolecía de un vicio) representándola al Consejo de Indias.

Además, debían examinar las ordenanzas, los reglamentos y decretos del respectivo virrey o gobernador. Asimismo, en caso que estos se extralimitaran en sus facultades y atribuciones, podían representarles dicha situación, y en caso de no ser oída, dar cuenta al soberano.

Igualmente, debían preocuparse por el buen tratamiento de los indígenas y podían prohibir la circulación o requisar determinados libros. Además, se preocupaban de informar al rey sobre la conducta de los sacerdotes dentro de su territorio jurisdiccional y podían detener las bulas que considerasen atentatorias al patronato.

CLASIFICACION

Las Reales audiencias tuvieron una clasificación, de acuerdo a su jerarquía:

•Audiencias virreinales: estaban presididas por un virrey y tenían su asiento en la sede virreinal. Fueron de este tipo las Audiencia de Santo Domingo (siglo XVI) México y Lima y, en el siglo XVIII, las de Santa Fe de Bogotá y Buenos Aires.

•Audiencias pretoriales: estaban presididas por un presidente-gobernador (de una presidencia-gobernación). Fueron de este tipo las de Santo Domingo, Panamá (durante un periodo), Manila, Chile, Guatemala, Buenos Aires y Santa Fe de Bogotá.

•Audiencias subordinadas: estaban presididas por un presidente letrado y, dependían del virrey en los asuntos relativos a gobierno civil, eclesiástico, guerra y, eventualmente, hacienda. Fueron de este tipo las de Guadalajara, Quito, Charcas, Panamá y Caracas.

AUDIENCIAS INDIANAS

•Real Audiencia de Buenos Aires

•Real Audiencia de Caracas

•Real Audiencia de Charcas

•Real Audiencia de Chile

•Real Audiencia del Cuzco

•Real Audiencia de Guadalajara

•Real Audiencia de Guatemala o de los Confines

•Real Audiencia de Lima

•Real Audiencia de Manila

•Real Audiencia de México

•Real Audiencia de Panamá

•Real Audiencia de Quito

•Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá

•Real Audiencia de Santo Domingo

•Real Audiencia de La Habana

•Real Audiencia de Puerto Rico

•Real Audiencia de puerto príncipe


REALAUDIENCIA DE SANTA FE DE BOGOTA

La Audiencia y Cancillería Real de Santa Fe de Bogotá fue el máximo tribunal de la Corona española sobre el territorio del Nuevo Reino de Granada. Tuvo sede en Santa Fe de Bogotá. Hasta la constitución del Virreinato de Nueva Granada, su territorio jurisdiccional pertenecía administrativamente al Virreinato del Perú.


Fue creada en 1549. En su origen, se encargó a esta Real Audiencia administrar y pacificar el territorio; sin embargo, entre 1564 hasta 1717, poseyó un presidente al que se le otorgaron funciones gobernativas.

HISTORIA

Atendiendo los reclamos de Gonzalo Jiménez de Quesada, Carlos V concedió a Bogotá el título de ciudad el 27 de julio de 1540. Nueva Granada fue organizada bajo la autoridad de la Real Audiencia de Santa fé.
La Real Audiencia fue creada por la Real Cédula del 17 de julio de 1549; la autoridad de ella comprendía los territorios comprendidos por las provincias de Santa Marta, Río de San Juan, Popayán, Guayana y Cartagena. Aunque, las provincias de Caracas, Cumaná, Guayana y Maracaibo dependieron de la Real Audiencia, en diversas ocasiones, alternándose en esta función, sobre todo en el ámbito judicial, con la Real Audiencia de Santo Domingo, dependiente del Virreinato de la Nueva España.

La Real Audiencia, como tal era un organismo que administraba la justicia, sin embargo, se encargó de la administración y pacificación del territorio. Su primera sesión se hizo el 7 de abril de 1550 en una casona que comunicaba a la Plaza Mayor (hoy plaza de Bolívar), actual Palacio de Justicia. Además es de resaltar a los jueces de la Real Audiencia, que eran conocidos como Oidores.

En Santa Fe de Bogotá de el Nuevo Reino de Granada y más precisamente la Audiencia Real, se conformaba por Presidente, Gobernador y Capitán General, cinco Oidores, Fiscal, Alguacil mayor, Teniente de Gran Canciller, y los demás Ministros y Oficiales necesarios, que tenga por distrito las Provincias del Nuevo Reino, y las de Santa Marta, Rio de San Juan, y la de Popayán, excepto los lugares, que de ella están señalados á la Real Audiencia de Quito, y de la Guayana, ó Dorado.

Además el Gobernador y Capitán General de dichas Provincias, y el Presidente de la Real Audiencia, se le asignaba que tenga, por si solo la gobernación de todo el distrito de aquella Audiencia, así como la tenían los Virreyes de la

Nueva España, también le asignaron que provea los repartimientos de Indios, y otros oficios, que se hubieren de proveer, otra tarea era despachar todas las cosas y negocios, que fueren del gobierno, y que los Oidores de dicha Audiencia que no se entrometan en lo que á esto se refiera estas personas tenían que firmar conforme a la justicia lo que se probé, lo que se sentenciare y lo que se despache.

Molesta con la gestión de los Oidores, la corona española enviaba a los Visitadores. Esto probó ser bastante ineficaz, por eso sólo duró entre 1545 y 1558. La corona decide enviar a Santa fe de Bogotá un hombre fuerte para controlar la situación.

Por eso, desde 1564 hasta 1717 en la Nueva Granada existió un presidente, quien dirigía a la Real Audiencia a quien se le asignaron funciones de gobierno.

En 1715, los Oidores se rebelaron contra don Francisco Meneses Bravo de Saravia, originando una crisis en el sistema presidencial, el golpe contra Meneses y la nueva situación política en España de la época, acabaron con la presidencia y dio origen al virreinato.

Al ampliar la jurisdicción de la Capitanía General de Venezuela, la Real Cédula del 8 de septiembre de 1777 agregó a la jurisdicción de la Real Audiencia de Santo Domingo las provincias de Maracaibo y Guayana.

Así mismo se resolvió separar en lo jurídico la Audiencia de Santa Fe, y agregarla a la de Santo Domingo, las dos Provincias de Maracaibo y Guayana, como lo está la de Cumaná y las islas de Margarita y Trinidad, para que hallándose estos territorios bajo una misma Audiencia, un Capitán General y un Intendente inmediatos, sean mejor regidos, y gobernados con mayor utilidad del Real Servicio.

Lista de Presidentes de la Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá.

1. Andrés Díaz Venero de Leiva (1564–1574)
2. Francisco Briseño (1575)
3. Lope Díez Aux de Armendáriz (1578–1580)
4. Francisco Guillén Chaparro, presidente encargado
5. Antonio González (1590–1597)
6. Francisco de Sande (1597–1602)
7. Juan de Borja y Armendia (1605–1628)
8. Sancho Girón de Narváez (1630–1637)
9. Martín de Saavedra Galindo de Guzmán (1637–1645)
10. Juan Fernández de Córdoba y Coalla (1645–1652)
11. Dionisio Pérez Manrique de Lara (1654–1659, 1660)
12. Diego de Egües y Beaumont (1662–1664)
13. Diego del Corro y Carrascal (1666–1667)
14. Diego de Villalba y Toledo (1667–1671)
15. Melchor de Liñán y Cisneros (1671–1674)
16. Francisco Castillo de la Concha (1679–1685)
17. Gil de Cabrera y Dávalos (1686–1691, 1694–1703)
18. Diego Córdoba Lasso de la Vega (1703–1710, 1711–1712)
19. Francisco Cossío y Otero (1710–1711)
20. Francisco Meneses Bravo de Saravia (1712–1715)
21. Francisco del Rincón (1717–1718)
22. Antonio de la Pedrosa y Guerrero (1718–1719)
23. Jorge de Villalonga (1719–1723)
24. Antonio Manso Maldonado (1724–1731)
25. Rafael de Eslava (1733–1737)
26. Antonio González Manrique (1738)
27. Francisco González Manrique (1739–1740)

TERRITORIO JURISDICCIONAL

Se compone la Real Chancillería del Nuevo Reino de Granada de siete gobiernos de provisión del Supremo Consejo de Indias: el de la ciudad de Santafé, la metrópoli, que juntamente es Presidente y superior a los demás; el de Santa Marta, desde el río de El hacha, el de Cartagena, el de Popayán, por los pueblos y ciudades de Toro, Cartago, Anserma y Arma, el de Antioquia, el de Mérida o La Grita, y el de Guayana

También habían doce gobiernos de capitulación; el de la Provincia de San Juan de los Llanos, Neiva, Río del Oro, los Orotomos, Santiago de la Atalaya, Medina de las Torres, el Caguán, el de Arauca, la Sed de Cristo, la villa Rica de los Cañaverales, Apure y Zarara; el gobierno de Chinatis, de la ciudad de San Faustino de los Ríos; una alcaldía mayor de la ciudad de Salazar de las Palmas, y cuatro alcaidías de minas de oro, plata, y esmeraldas. Dos corregimientos de provisión real Tunja y Mariquita.

Además de veinte corregimientos de indios que provee el Presidente. y Gobernador, que son: Sogamoso, Turmequé, Zipaquirá con administración de salinas, Ubaté, Guatavita, Duitama, Chivatá, Chita, los Llanos, Sáchica, Ubaque, Bosa, Bogota, Panches, Gámeza, Tenza, Paipa, Pamplona y Mariquita; Otros de provisión del Gobernador de Mérida, y tres a la de Neiva; la
Alcaldía Mayor de indios coyaimas y natagaimas, que todo se forma de cuarenta ciudades, ocho villas, dos aldeas, y a este modo nueve asientos de minas, que son: Las lajas, Santa Ana, San José de Frías, Bocaneme, con San Juan de Córdoba y Pamplona.

El gobierno de Santa Marta tiene en el territorio las ciudades de Santa Marta, Tenerife, los reyes del Valle de Upar, Ocaña, Tramalameque, la Nueva Sevilla, la Nueva Córdoba y Pueblo Nuevo; en el río de el hacha y Margarita hay pesquerías de perlas.

El gobierno de Cartagena se compone de la misma ciudad el Simití y las villas de Tolú y Mompós.

El gobierno de Antioquia tiene en su jurisdicción las ciudades de Antioquia, Zaragoza, El Guamoco, San Jeronimo del Monte, San Agustín de Cáceres, todas las minerales de oro.
El gobierno de La Grita y Mérida se forma de las ciudades del Espíritu Santo de La Grita, la de Mérida, Barimas, Gibraltar, Pedraza y la villa de San Cristóbal.

El gobierno de Guayana contiene las ciudades de Santo Tomas de Guayana, San José de Oruña, el Santísimo Sacramento de la Trinidad.
Tunja comprende la misma Ciudad y las de Pamplona, Vélez y Muzo (que antes era cabeza de gobierno que se extinguió) y la villa de Nuestra Señora de Leiva.

El Corregimiento de Mariquita son la misma ciudad y la de Tocaima (que solía ser la cabeza), la de Ibagué, los Remedios y La Palma (que era del gobierno de Muzo) y la Villa San Bartolomé de Honda.



REVOLUCIÓN” INDÍGENA EN LA PROVINCIA DE TÚQUERRES EN EL AÑO DE 1800

En 1792 llegan a Túquerres dos personajes, los Clavijos, don FRANCISCO y don ATANASIO, el primero designado corregidor de la provincia, el segundo quien compra los predios de Túquerres y se encarga de cobrar los impuestos y diezmos con el fin de obtener mayores ganancias con las nuevas obligaciones impuestas a los indígenas de la región.

Don Francisco y don Atanasio se aprovecharon de los indígenas y de la élite de la provincia con su despotismo, tiranía y abuso, creyéndose dueños y señores no solo de las tierras sino también de la gente y sus posesiones.

El gobierno de ellos dos perduró por un lapso no mayor a diez años, en los cuales se cometieron atropellos a la dignidad humana de los habitantes y trato desigual marcado a los indígenas como violaciones, saqueo de chozas, arrebato arbitrario de sus pertenencias, azote, tortura, trabajos forzados sin remuneración, aborto y asfixia, entre otros, motivo por el cual pasados un par de años se contemplo el ideal revolucionario de acabar con estos tiranos y devolverle así a Túquerres la paz que tenían antes de su llegada ya que por la vía legal no pudieron hacer nada.

En 1800 es expedido el “recudimiento de diezmos” por la Real Audiencia de Quito, noticia que favorecería a don Francisco y don Atanasio por que este documento aumentaría los impuesto ya cobrados por ellos en la provincia, y agregaría mas artículos dentro de su cobro desmedido.

Solo hasta una misa mayor celebrada 18 de mayo de 1800, para avisar a la población de la aplicabilidad del documento, es que se subleva el vulgo y con la ayuda de MANUELA CUMBAL y FRANCISCA AUCUG, se genera la conmoción al tomar el documento y romperlo en frente de los presentes, lo que ocasiona una revuelta en la plaza principal de Túquerres.

El día 19 de ese mismo año, se captura a las dos mujeres indígenas para ser trasladadas a la capital de la provincia donde serian juzgadas, pero el pueblo indígena manda a rescatarlas para así parar el despotismo, razón por la cual más de 300 indígenas se armaron con palos y piedras para perseguir a los Clavijos, a don Francisco y a Atanasio quienes velando por su vida se internan en la iglesia principal de la plaza. Al día siguiente, la turba seguía al frente de la iglesia, esperando por su “libertad”, y sin poder realizarse la misa ese domingo, se oían en la plaza los gritos, exigiendo que se abrieran las puertas, cosa que no sucedió y fue así como Entraron furiosos, con odio, armados con palos, piedras, herramientas de trabajo, con churos y tambores, reclamaban justicia.

"Que dios ni que dios, ya está el diablo con nosotros", gritaban, "no hay perdón, guerra, guerra...". Pero allí no paró todo, porque los indígenas logran entrar a la iglesia, acorralan a Atanasio, lo lesionan y maltratan hasta que el borracho del pueblo le propina un hachazo en la cabeza acabando con la vida de Atanasio, pero que ironía matar con la misma forma que los mismos indígenas rechazaban, no hubo juicio, no hubo derecho de defensa, no hubo nada que parara al ideal revolucionario de esos 300 personajes, por lo menos accedieron a darles cristiana sepultura por parte del sacerdote. Fueron 17 los indígenas condenados por los delitos cometidos ese día, dentro de las condenas se encontraron los azotes, vergüenza pública y destierro.

Pero a RAMON CUCAS REMO y JULIAN CARLOSAMA, considerados los cabecillas principales y encontrados culpables de los crímenes, "reos de la lesa Majestad humana y divina", fueron condenados a la pena de muerte, arrastrados por las calles de Pasto amarrados a la cola de caballos, llevados a la horca y descuartizados, en tanto el pregonero decía: "quien tal hace que tal pague", las cabezas de los dos serían expuestas en la plaza de Túquerres y sus manos en la plaza de Guaitarilla.

Después de lo acontecido, nada mas paso, solo queda el recuerdo de esa sangrienta tarde, donde un grupo de seres humanos clamaron libertad y se libraron de los opresores.



SEPARACION DE PANAMA DE COLOMBIA

Fue un hecho ocurrido el 3 de noviembre de 1903, y que desencadenó en la proclamación de la República de Panamá, anteriormente des de el año de su adhesión ocurrido el veintiocho de noviembre de 1821 en donde se consideraba este como un departamento de la República de Colombia, posteriormente Desde su declaración de independencia del Reino de España el cual se dio en el año 1821 en donde Panamá se unió voluntariamente a Colombia, conocida también en ese entonces como la Gran Colombia, y que se encontraba integrada por las actuales naciones de Colombia, Venezuela y Ecuador.


Panamá tubo barios intentos de separación ocurridos el primero en 1830 en donde este se encontraba liberado por José Domingo Espinar, el otro evento se presento en los años de 1840 a 1841 a cargo de Tomas Herrera en donde este preparaba la protección del Istmo contra las fuerzas del gobierno nacional, Luego de la desintegración de la Gran Colombia en 1830, el departamento de Panamá había intentado con actos separatistas en ese mismos años, donde se estableció como estado independiente en ese breve período de independencia, Mariano Arosemena planteó la conveniencia de lograr que los Estados Unidos y Francia protegieran la integridad y la neutralidad del istmo.


Lo que ocurrió al reintegrarse el istmo de Panamá a la Nueva Granada en 1841, las autoridades neogranadinas contemplaron la misma idea de sugerir a dichos países, las garantías para que la Nueva Granada mantuviera el control sobre el istmo Con ese propósito, el ministro de Relaciones Exteriores de la Nueva Granada, hizo entrega de un documento confidencial de su gobierno al encargado de los negocios estadounidenses, en donde el gobierno neogranadino advertía a los Estados Unidos del peligro que significaba las ambiciones del Reino Unido de controlar los puntos más mercantiles del continente americano.


Luego de la separación del Istmo por parte de los dos países se adelantan los primeros contactos en Cartagena entre el canciller colombiano Vásquez cobo y el secretario de estado cobo y el secretario de estado Root quienes acuerdan las bases de un tratado que seria negociado en Norteamérica, obteniendo como resultado un protocolo el 17 de agosto de 1907 donde se dejan sentadas las bases para la elaboración de sendos tratados de Colombia con los estados unidos y panamá.


Para Colombia la cuestión de los límites estaba definida por una ley colombiana del 9 de julio de 1855 y por una sentencia de la corte. Panamá en cambio busco adueñarse de la región de jurado basada en un decreto dictado por el general Mosquera en 1874 en la que Colombia respondió con su ocupación militar que tubo la aprobación de los estados unidos.

Una vez perfeccionados los tratados con los estados unidos y panamá, fueron firmados el 9 de febrero de 1909por el plenipotenciario con el secretario de estado Roof y con el plenipotenciario panameño C.C. Arenosa y puesto luego a consideración del gobierno respectivo, en el documento realizado con panamá Colombia reconoce oficialmente la independencia de esa nación, y ambas señalan como su frontera desde cabo el cabo tiburón, en el océano atlántico y los altos de aspeve, dejando el tratado occidental para que fuera definido por un tribunal de arbitramento.

Estos acontecimientos hicieron que se presentaran disputas que ocasionaron la caída del jefe de estado, quien lo remplazo fue el general Jorge Holguín, en calidad de designado, quien retiro los tratados de asamblea para calmar los ánimos.

Despejado el camino los plenipotenciarios de Colombia Enrique Olaya Herrera y de panamá Ricardo Alfaro se reúnen en Washington y teniendo como testigo al secretario de estado de los estados unidos Charles Hugues escriben un acta el 8 de mayo de 1924 en la cual establecen el restablecimiento de las relaciones y la negociación de un tratado sobre límites.

Finalmente el 20 de agosto en ese año en la ciudad de Bogotá el ministro de relaciones exteriores Jorge Vélez y el primer plenipotenciario de panamá en Colombia Nicolás Victoria firman el tratado conocido como Nicolás-victoria que señala las fronteras terrestres entre las dos naciones tomando como bese la ley del 9 de junio de 1855.

Concluidas estas negociaciones la diplomacia colombiano en la década de los 60 busca definir las fronteras con sus vecinos marítimos, el entonces presidente Alfonso López Michetsen inicia con el canciller Indalecio Lievano Aguirre un proceso de acercamiento con las autoridades Panameñas de un tratado sobre delimitación sobre sus aéreas marinas y submarinas en el mar Caribe y en océano pacifico, con el tratado Lievano-Boyd, Colombia obtiene el reconocimiento y soberanía sobre 1.817 KM de área marina y submarina .

El instrumento fue suscrito en Cartagena de Indias el 20 de noviembre de 1976, y el canje de las ratificaciones del tratado formalizado en Panamá el 30 de noviembre de 1977.

Para panamá la unión a Colombia no fue más que un escape a desequilibrio económico una salida a tantos problemas que lo aquejaban en esos momentos, y aunque tenían varias fichas de unión decidió tomar a Colombia como una estrategia geográfica y porque si se unían a otra región no tendrían el mimo apoyo económico q tendrían con Colombia teniéndolo tan cerca, nuestro libertador al oír la noticia de que la región del istmo como lo llamaban en aquellos tiempos se unía a nuestra región lo tomo como una victoria propia, pero lo que muchos sabían y él quería ocultar era que panamá se separaba de España diplomáticamente sin guerras sin violencia alguna y fue mas bien una victoria de ellos que de nosotros.

En realidad existieron muchos motivos por los cuales panamá decidió separarse de Colombia no les prestaba la suficiente atención como esta región desde sus tiempos fue centralista, entonces la atención se centraba en Cundinamarca, pero en la historia se relata que fueron mandados al istmo muchos diplomáticos pero dos de ellos murieron por causa del clima, panamá fue una región que desde su principio devengaba muchas obligaciones economía y a la región de Colombia le costaba mantenerla pero esta no fue la verdadera razón por la cual panamá se separo.

Los estados unidos empezaron a rondar al istmo mucho decían que tenían una nueva estrategia económica pero en Colombia no se prestó atención a dichos comentarios y en esos momentos fue cuando comenzó la guerra de los mil días guerra que se prolongo más de lo que se suponía en esos momentos fue donde panamá comienza a hablar de separación claro que muy bien respaldada de estados unidos los cuales si tenían una estrategia económica el gran canal de panamá donde se tendría el dominio de los dos océanos en pocas palabra el dominio marítimo.

Los diplomados colombianos en un principio negaron que panamá se parara muchos negaron tal posibilidad era absurdo para muchos pero más pudo la guerra de los mil días que dicha discusión de que si se separa o no se separa pasaron a segundo plano dicha discusión y concentraron toda su atención tanto económica como política en tal guerra ya que esta era entre conservadores y liberares que polémica.

Y llego el momento panamá se separo de Colombia ya era una total realidad y sin más preámbulos ni discusiones ya el istmo era una región aparte y nadie podía evitarlo (que tristeza) estados unidos ha logrado su propósito y en realidad no dejo pasar mucho tiempo y comenzaron los planes del canal de panamá; existen unos comentarios donde dicen que ingenieros alemanes fueron a panamá a plantear el canal pero estados unidos se adelanto por que Alemania solo quedo en planes.

Y Colombia quedo con un gran hueco económico por que aunque el istmo no era una región con grandes salidas económicas Colombia de alguna manera ya se había acostumbrado a su presencia. En estos momentos muchas personas pesaran que sería de Colombia con el istmo pues analistas dicen que panamá fuera una zona baldía y vacía por que siempre se a catalogado a los colombianos con personas de pocas decisiones y otros pocos dicen que seriamos un país con riquezas no muy grande pero si se entra un gran auge económico y muchos otros dice que no se necesita a panamá por que Colombia tienen acceso a los dos océanos…



HISTORIA ECONOMICA DEL TABACO EN COLOMBIA


Ambalema nació privilegiada para la codicia de nacionales y extranjeros. Del norte de Colombia se nutrió la población de cosecheros de la hoja de tabaco.

De la Nueva Granada y partiendo de Bogotá llegaron funcionarios y empresarios atraídos por la fortuna. De Francia, Italia e Inglaterra incursionaron prósperos comerciantes atraídos por el Nuevo Dorado. Ambalema, pequeño pueblo de clima ardiente, sobre la Cordillera Oriental en tierra tolimense, situado en el centro de Colombia entre Girardot y Honda, aledaño al Rió Magdalena.

Es cierto que Ambalema fue durante el siglo XVIII y parte del entrante XIX la más próspera despensa colombiana que abrió las puertas a la noción del comercio internacional y luego cayó en la desgracia, en la ruina económica, abandonada a su suerte por los poderes estatales.

Pero como el ave mitológica, la ciudad ha retornado a su actividad, no con los ímpetus de antaño pero si ágil en el comercio pueblerino de los asentamientos humanos del Tolima, alimentados por el caudal del Rio Magdalena abierto a la navegación comercial y transporte de carga.

La bonanza económica de Ambalema comenzó con la presencia de dos emprendedores antioqueños, Montoya, Sáenz, que integraron una compañía para la siembra de tabaco, observando un brillante porvenir económico.

Tal fecha se remonta a 1809. El tabaco fue la puerta abierta para nuevas campañas de progreso en el amplio y fértil Valle del Magdalena, derrotando los ideales de la sociedad esclavista de la época.

El gobierno abrió la llave de las exportaciones y así Ambalema comenzó su progreso económico sin antecedentes en la historia del país. Montoya & Sáenz y CIA era ya una enorme empresa solventada con las concesiones oficiales; se convirtió pronto en monopolio del tabaco y duplicó su producción a partir de 1835. Elevó los despachos internacionales de tabaco de Ambalema de 18 mil a 200 mil pesos anuales.


La ciudad fue conocida en los bancos londinenses, en los salones aristocráticos de Versalles Francia y Berlín Alemania.



Entraron en su muelle los vapores de Juan Bernardo Elbers que trajeron de Europa a las damas de la alegría y el amor, de strepless, mariñaque y corsé, empapadas de perfumes parisienses. Los jornaleros, dueños de plantaciones de tabaco, vagos y forasteros, gozaron del amor prohibido, el oro, la bonanza y soñaron con conocer el Viejo Mundo.

Pero luego La guerra civil de 1840 dejó huérfana de brazos de trabajo las plantaciones de tabaco en Ambalema, las damiselas se fueron a otros lares, comenzó el cultivo en otras latitudes y regiones extranjeras avizoraron el monopolio de la hoja. Ahí llegó la crisis y la decadencia.


Vale la pena recordar compañías que hicieron la bonanza del tabacoen Ambalema. Fueron 50 mil los habitantes de la ciudad en esa época de esplendor. Hoy son poco más de 10 mil. La gran mayoría de operarios trabajaron para la Casa Inglesa, deslumbrante construcción con 54 cuartos enchapados con mármol de las canteras de Carrara Italia.

Pero surgieron otras a la par como la Habanera, fábrica de tabacos Patria con 500 personas a su servicio y otras factorías de menor calado y capital, que contribuyeron a llenar las arcas del Nuevo Reino de Granada y la incipiente Colombia de finales de siglo XVIII y comienzos del XIX.

La bonanza del tabaco también causó desastres sociales, así los más encopetados personajes del país y del extranjero fumaran tabacos producidos en Ambalema. Winston Churchill era aficionado a ellos. La Primera Guerra Mundial y nuevas plantaciones en el Viejo Mundo y regiones asiáticas, plantearon definitivamente el final económico de Ambalema.

El auge trajo consigo también páginas dolorosas en el orden social de ese colectivo entregado al trabajo creador, que le dio progreso a la comarca tolimense, que proyectó al Tolima como centro de la febril actividad productora y dio distinción a la economía regional y nacional poniendo en bocas extranjeras el nombre de Ambalema.


La fiebre de las ganancias, el dinero que brotaba a borbotones en el Valle del
Magdalena gracias a la hoja de tabaco, también fructificó en tragedia. La locura
del dinero arrojó a propietarios, jornaleros y sus familias enteras, en los brazos
de la embriaguez.

la embriaguez. El aguardiente de caña es la bebida popular de nuestras poblaciones de tierra caliente y el abuso de ella alcanza ya las proporciones de una cuestión social de primer orden; pero que ninguna otra parte ha presentado la intensidad que desplegó en aquella comarca de 1850 a 1870 cuando la abolición del monopolio levantó el precio del tabaco en rama de 0.90 a 5 o 6 pesos la arroba y cuadruplicó casi de un golpe la tasa de los jornales.

Ya no se bebía el aguardiente de caña sino coñac, ginebra y otros licores extranjeros, a precios altos; tampoco se le tomaba en dosis pequeñas de cinco centilitros a lo más, como de en tiempos pasados, sino en vaso y aún en totuma.

La perversión de vicio fue más lejos todavía; ya no se bebía el licor puro y sin mezcla, sino una combinación extraña de licores y vinos; de aguardiente, brandy, vino tinto, de Málaga y de Oporto, con el nombre calumnioso de matrimonio” y después con el más expresivo de “tumbaga”. La noche del sábado presentaba en las calles de Ambalema el teatro de la más espantosa orgía.


Por todas partes mesas de juego; en gran número de casas bailes de
lechona, de esos que la tradición ha bautizado con el nombre expresivo de candil y garrote; en todas las esquinas, corrillos de tiple y bandola, rodeados de gran circulo de cosecheros y alisadoras, que celebran con grandes risotadas canciones obscenas. Recuerdo haber oído en uno de ellos mercachifle o buhonero, que por lo visto debía de ser casado y padre de familia, algo más cargado de alegría de lo necesario, cantar con voz ya agonizante de caña rajada, esta estrofa, fiel traducción del sentimiento dominante en la multitud: “quien fuera libre y soltero/señor de su voluntá/pa tunar toda la noche /al uso de jatativa”.

La fiesta duraba hasta el amanecer, para recomenzar el domingo, después de misa, hasta las cuatro o las cinco de la tarde, hora en que los cosecheros tomaban la vuelta de sus campos, provistos de un mercado semejante al que un antiguo jefe de la Independencia censuraba por demasiado gasto en pan, al ordenanza, que le avisaba llevar para la campaña nueve pesos y medio de aguardiente y cinco reales en pan.

Toda la labor de varios meses de trabajo constante, era consumido en un día y lo que es más lastimoso aun, a veces en compañía de las mujeres e hijos. No hubo una caja de Ahorros que tratase de hacer siquiera menor el desastre, ni una autoridad que persiguiese los juegos y pusiese algún freno a la prostitución ni un ministerio del Evangelio que levantarse la cruz e hiciese oír palabras de temperancia y dominio sobre las pasiones en medio de esa multitud desenfrenada. Nada quedo de esa prosperidad pasajera sino el dolor de haberla perdido. Era imposible que, dadas esas condiciones iniciales se pudiera combatir contra un tropiezo en el camino industrial.



IMPUESTO AL TABACO EN LA COLONIA

Antecedentes

El tabaco es un producto originario de América, cuya utilización la efectuaban los indígenas muchos siglos antes de la llegada de los conquistadores, siendo adoptado como un elemento importante en ceremonias religiosas y militares, lo cual le daba un ambiente de misticismo, aunque luego su consumo se propagó en todo el mundo como fuente de placer y su producción se extendió a más de 125 países, de todos los continentes, siendo un cultivo especialmente adoptado por países en vía de desarrollo.

En Colombia, la producción comercial del tabaco se remonta a la época de la Colonia y se constituyó conjuntamente con el oro, como los productos de mayor aporte a los ingresos de la Corona Española, además de ser fuente generadora de empleo e ingresos a la población campesina.

En 1776, el gobierno español estableció el monopolio del tabaco en el Virreinato, delimitando cuatro áreas de producción: Ambalema, Palmira, Zapatoca y Pore1, pero este se abolió en 1850, dando paso a los productores privados y a los inversionistas extranjeros, convirtiéndose en producción a gran escala y base de la economía nacional.

De igual manera, el cultivo de este producto tuvo repercusión en otras regiones en el siglo XIX, debido al desplazamiento de una gran cantidad de trabajadores a las zonas productoras de tabaco, con el fin de atender el proceso desde la siembra, hasta la cosecha de la hoja.

Al desembarcar Cristóbal Colón y sus hombres en el nuevo mundo, descubrieron un espectáculo nunca antes visto por lo europeos: el fumar. Fue el español Rodrigo de Jeréz el primer blanco que se atrevió a imitar a los indígenas. Las diferentes tribus americanas usaban el tabaco (cajibá en algunas regiones de América) para oler, masticar, fumar y como elemento ritual.

Desde América, el franciscano español Fray Romano Ponce, envió en 1.518 hojas y semillas a Carlos V, Rey de España, quien dispuso que se ensayase su cultivo en la península. Desde entonces data la introducción del tabaco en Europa. En 1.560, Juan Nicot, embajador de Francia en Portugal, le ofreció a su Reina Catalina de Médicis, quien fue la primera que usó tabaco en polvo. A fines del siglo XVI, Juan Nicot le descubrió propiedades terapéuticas, razón por la cual se cultivó, se intensificó y aumentó su popularidad hasta nuestros días.

De Europa el se extendió por el resto del mundo. La producción y transformación del Tabaco Negro está ligado a la historia económica de Colombia desde la colonia, ya que fue el primer producto agrícola de exportación, con significación en nuestra balanza comercial y dentro del terreno fiscal, constituyó la principal fuente de ingreso.

En época de la colonia, el gobierno español a través del estanco, controlaba la cantidad de tabaco (máximo 5.000 matas) y la ubicación de las siembras y a la vez como único comprador y vendedor, obtenía un beneficio con la diferencia entre los precios de las dos acciones.

A raíz de la abolición del estanco mediante la Ley del 23 de mayo de 1.848 declaró: "Desde el 1 de enero de 1.850 es libre en toda la República el cultivo y comercio del tabaco". La Ley del 12 de junio de 1.849 estipuló: "Desde el 1 de enero de 1.850 es libre en toda la República el cultivo del tabaco, pagándose a beneficio del Tesorero Nacional a razón de diez reales por cada mil matas que se siembren".

Murillo Toro, como Secretario de Hacienda de José Hilario López, propuso que se aboliese ese impuesto a la siembra y así se sancionó la Ley del 16 de mayo de 1.842 cuyo artículo único dispone: "Desde el día de la sanción de esta Ley quedaron abolidos los impuestos en que la Ley del 12 de junio de 1.849 gravó la siembra y exportación de tabaco.

Los derechos ya causados, siempre entraron en las Arcas Nacionales". A raíz de estas leyes, el cultivo se extendió hacia la Costa Atlántica, muy especialmente hacia El Carmen de Bolívar y Ovejas.

Hasta 1780 las exportaciones de la Nueva Granada estuvieron compuestas casi exclusivamente de oro. A partir de esa fecha empieza a surtir efecto la política de estímulo a exportaciones agrícolas tales como el algodón, el tabaco, el cacao, el palo de tinte y la quina.

La Economía Pública

La Estructura Fiscal

El sistema fiscal del Virreinato fue considerado por sus contemporáneos, incluso por funcionarios de la Corona, como oneroso para los diversos sectores productivos, y sabemos que se convirtió en una de las más fuertes motivaciones de la Revolución Comunera de 1781 y luego del movimiento de Independencia. Sin embargo, tuvo que ser conservado por los gobiernos republicanos en sus aspectos esenciales y sólo vino a ser sustituido a partir de 1850.

El sistema se caracterizaba por una compleja red de impuestos indirectos y monopolios fiscales como los de aguardientes, tabaco, sal, naipes, pólvora y, al finalizar la época colonial, otros como el de exportación del palo de tinte y el de la quina, de corta duración.

Estos estancos o monopolios, especialmente el de aguardientes y tabaco, fueron el blanco de las mayores críticas, porque restaban campos de actividad a comerciantes y agricultores, que estaban en capacidad de hacer inversiones y explotar por su cuenta la siembra, la producción y el mercadeo.

Se los consideraba la mayor restricción a la libertad de comercio, que ya empezaba a ser una de las aspiraciones de hacendados y comerciantes y el más claro ejemplo de la política monopolista del gobierno español.

Había en realidad una multiplicidad de cartas tributarias “engorrosas y complejas”, según lo afirma Ospina Vásquez. Los ingresos fiscales de mayor envergadura, que representaban cerca de la tercera parte del total (31.47%), provenían de los estancos o monopolios del tabaco y el aguardiente.

Seguían en importancia los quintos, que pesaban sobre la producción minera y que a pesar de su nombre eran equivalentes a un 3% del oro y la plata que se llevaba a las Casas de Moneda de Popayán y Santa Fe o las de fundición. Comprendían el 9.28%. Los diezmos, que gravaban la producción agropecuaria —4.07% del total—, eran un impuesto que recaudaba la Corona pero que estaba destinado al sostenimiento de la Iglesia.

Por acuerdo entre la Santa Sede y el gobierno español, de la suma percibida por este concepto el Estado retenía 2/9 partes y el resto pasaba a las autoridades eclesiásticas. Del diezmo se hallaban excluidos los productos agrícolas producidos por los indígenas, que éstos vendían en los mercados locales.

La renta de aduanas, compuesta por varios impuestos que pesaban sobre el comercio de importación como el almojarifazgo, la avería, la internación, la alcabala de mar, etc., equivalía al 7.78% de los ingresos totales. Otra renta importante era la alcabala, que gravaba todas las transacciones comerciales de bienes muebles e inmuebles y operaciones de crédito como los censos o hipotecas.

Los bienes llamados de “la tierra”, es decir, de producción nacional, pagaban el 2% del valor de la venta, y los importados o bienes de Castilla el 4%. De la alcabala estaban exentos, como en el caso de los diezmos, los artículos comercializados por los indígenas.

Rendimiento Anual de los Impuestos en La Nueva Granada
(Año común de los inmediatamente anteriores a 1810)

Tabacos
Aguardiente
Naipes
Pólvora
Aduanas
Alcabalas
Quintos de metales
Casa de Moneda
Papel sellado
Venta de tierras baldías
Tributos de indios
Derechos sobre la miel
Derechos de pulperías
Derecho de lanza
Medias anatas de empleos
Oficios vendibles
Salinas
Diezmos y vacantes
Mesadas y medias anatas eclesiásticas
Anualidades
Bulas de Cruzadas
Correos
Confiscaciones
Patios de gallos
Pasos de ríos y peajes
Derecho de bodegas
Réditos de bienes de temporalidades
Masa común de Real Hacienda

Total 470.000

295.000
12.000
11.500
191.000
184.880
78.000
150.000
53.000
4.000
47.000

6.000

15.000
10.000
65.000
100.000
22.000
23.000
30.000
35.000
25.000
700
6.000
3.500
47.500
567.958
2.453.096

FUENTE: Francisco Soto, Memoria de Hacienda de 1837.

La historia cuantitativa de Colombia antes del siglo XX aguarda a ser elaborada, especialmente sus cuentas nacionales. Existen cálculos serios sobre la evolución del PIB de 1905 en adelante (Urrutia y GRECO, 2002), pero no hay intentos sistemáticos de calcularlo para el siglo XIX y más atrás.

Para estimar el valor agregado del Virreinato se cuenta con datos fiscales de 1761-1800 y 1810, incluidos los estancos de tabaco y aguardiente, de la parte de los diezmos percibidos por la Corona y de impuestos al comercio interior y exterior que permiten hacer un cálculo a mano alzada del valor agregado del sector correspondiente.

Hay, además, series de diezmos para la Nueva Granada central, para el Cauca y Antioquia que permiten inferir un valor aproximado de la producción agropecuaria.

La unidad básica fiscal era la Caja Real, que contaba con un contador y un tesorero.

En la Nueva Granada había 37 cajas reales, 13 principales y 24 subalternas, que enviaban sus excedentes a las principales. Los ingresos de la Corona en su última década de dominación alcanzaron en promedio la suma de 2,4 millones de pesos, unos 770.000 pesos aportados por los estancos de tabaco y aguardiente. Los otros productos estancados –como la sal, la pólvora y los naipes– completarían un monto de 861.000 pesos (33,4% del recaudo) al final de la dominación española, constituyendo el rubro más importante de los recursos acopiados por la Corona.

El impuesto a la minería había sido reducido sustancialmente por los Borbones para fomentar la actividad, del quinto inicial al 3%, lo cual debió tener efectos multiplicadores y conducir a una mayor prosperidad general; los estancos y las alcabalas, debieron aumentar sustancialmente el recaudo tributario. El monto coleccionado contra el oro producido fue por lo general de un 9% a un 10% de los impuestos totales.

Como se aprecia en el cuadro, el tributo indígena era relativamente bajo en 1783, 2,8% del total de impuestos, y se redujo al 1,9% en 1810, lo que refleja la virtual extinción de la nación de indios. Los cultivos pequeños y sobre todo la agricultura y la ganadería de la Costa, que generaban pocos excedentes, estaban exentos y posiblemente lejos del poder de los diezmeros.

Valor anual de los impuestos entre 1761 y 1810

Fuentes: promedios de los quinquenios de 1761 a 1800, Meisel (2004); 1810, Jaramillo (1987) (ésta es una cuenta fiscal que está posiblemente incompleta)

El Estanco al Tabaco.

El estanco o monopolio del tabaco, la “pieza maestra” del sistema fiscal de la colonia, como lo llama Ospina Vásquez, tuvo una historia más estable y conservó sus crecientes niveles de productividad hasta finales del período virreinal.

Siguiendo una política que la Corona había ordenado para todo el Imperio al instaurarse el Virreinato, en 1740, el virrey Eslava había recibido instrucciones para organizar como monopolio del Estado la producción y distribución del tabaco, que hasta entonces había sido de libre cultivo y comercialización, pero la idea sólo tuvo realización en 1764 bajo la administración del virrey Messía de la Zerda.


En su primera etapa el estanco fue dado en administración a capitales privados mediante el sistema de remates y se limitó a la compra de la hoja producida en la región de Honda y a su distribución en las provincias de Antioquia, Cartagena, Santa Marta y Mompós.

El primer rematador de la renta fue el comerciante de Honda, José Mesa Armero, quien pagó por ella la suma de 50.000 pesos anuales. Este sistema de administración privada duró hasta 1774, cuando el virrey Solís estableció la administración directa por las autoridades virreinales y fijó las zonas de cultivo y distribución.

Finalmente, el visitador Gutiérrez de Piñeres reorganizó la totalidad del sistema por medio de minuciosas ordenanzas. Estableció cuatro zonas de cultivo: Ambalema, Girón, Pore-Nunchía y Palmira, y seis administraciones y factorías de distribución para todo el Virreinato.

A esto se agregaron estrictas normas técnicas para la elaboración y empaque de la hoja y un sistema de resguardos policiales para el control estricto de la comercialización. En consecuencia quedaron excluidos de la producción numerosos pueblos y regiones que antes cultivaban libremente el tabaco, sobre todo en Antioquia y Santander.

El precio del producto subió y el resultado fue el descontento general, que tuvo su culminación en la Revolución Comunera de 1781.

La lucha en torno a políticas favorables a la expansión del comercio exterior -es decir, lo que comúnmente se conoce con el nombre de librecambio- se dio en frentes muy diversos.

Los dos más importantes fueron la batalla por la eliminación del monopolio del tabaco y por la adopción de un sistema arancelario liberal
En el caso de la política arancelaria, las posiciones librecambistas fueron mucho más tibias en los primeros decenios de la república e incluso predominó más bien una actitud moderadamente proteccionista.

Después de mediados de siglo, las necesidades fiscales se tornaron, además, en obstáculos francamente insalvables para la adopción de los principios más puros del librecambio en materia arancelaria.

Desde el punto de vista fiscal hubo, así mismo, una clara contradicción entre la lucha de los comerciantes por la libertad del cultivo del tabaco y por un arancel liberal, que se resolvió en favor del primero.

En efecto, la abolición del monopolio sobre el comercio y el cultivo de la hoja aumentó la dependencia del gobierno de la renta de aduanas y eliminó, así la posibilidad de nuevas aventuras librecambistas.

Tanto la lucha por la liberación del monopolio del tabaco como aquellas que se libraron en torno al sistema arancelario muestran claramente los límites dentro de los cuales operaban las concepciones más puras de librecambio y proteccionismo.

En el caso del tabaco, debe recordarse que la implantación del monopolio fue particularmente traumática en la Nueva Granada, hasta el punto de haber sido una de las causas básicas de la Revolución de los Comuneros, en 1781.

La resistencia al monopolio, que se expresaba a través de siembras clandestinas, fue un problema constante en los últimos decenios de la colonia, en particular en las zonas donde la implantación del estanco había reducido significativamente las áreas cultivadas.

La libertad del cultivo y comercio de la hoja -o, al menos, el arrendamiento de las factorías- figuró, además, como uno de los reclamos reiterados de los comerciantes en los primeros decenios de la república 6.

Esto último estuvo asociado no sólo a las posibilidades que planteaba el comercio interno de la hoja sino también, y quizá especialmente, a las potencialidades que brindaba el mercado internacional.

En efecto, a diferencia de los otros monopolios estatales importantes (aguardiente y sal), el del tabaco se refería a un producto con bajos costos de transporte -un hecho decisivo, cuando se tienen en cuenta las precarias vías de comunicación que existían en Colombia en los primeros decenios de la república y las características geográficas del país- y una buena demanda externa, asociada en los años treinta y cuarenta al cambio en los patrones de consumo internacionales (de la pipa y el rapé hacia el cigarro) y a la desorganización de la producción en Virginia y Maryland, en los Estados Unidos, que hablan sido en el siglo XVIII las principales fuentes de abastecimiento de tabaco para el mercado internacional.

7. Pese a este conjunto de factores favorables, las necesidades fiscales impidieron por mucho tiempo considerar seriamente la posibilidad de eliminar el mono- polio.

La supresión de otros tributos y el fracaso de la contribución directa en los años veinte reiteró la necesidad de mantener el monopolio. Su reorganización en los años treinta fue, en gran medida, obra del gobierno liberal moderado de Francisco de Paula Santander.

No obstante, las condiciones bajo las cuales se reorganizó el estanco permitieron la penetración del sector privado en el negocio, lo cual satisfizo en parte las aspiraciones de los comerciantes, pero también hizo inevitable su privatización. El sector privado entró en el negocio tabacalero a través de dos vías diferentes

8. La primera de ellas fue la exportación. Como parte de las medidas de reorganización de la renta, y ante la solicitud de una casa comercial extranjera, el gobierno de Santander permitió la primera exportación de tabaco.

Aunque ésta se hizo por cuenta del gobierno, las remisiones subsiguientes estuvieron en manos del sector privado, ya sea como producto de los remates de tabaco para exportación realizados por el monopolio, o del pago de deudas públicas garantizadas con los recursos del estanco.

Por otra parte, como resultado de la continua penuria fiscal, el gobierno se vio obligado en algunas ocasiones a recurrir a los fondos de caja de las factorías para cubrir sus gastos ordinarios. De esta manera, en el momento de hacer los pagos a los cosecheros, se encontraba sin fondos suficientes.

Este problema fue particularmente grave durante la Guerra de los Supremos, llevando al gobierno a emitir vales que no había pagado todavía en su totalidad dos años después de terminada la disputa. Esto lo obligó, además, a permitir siembras a los hacendados que tuvieran acceso al crédito y a pensar en entregar la administración del monopolio al sector privado, utilizando facultades que se le habían concedido desde 1832.

Este último paso se dio finalmente en 1847, durante el gobierno de Mosquera, el cual aprobó, además, la creación de nuevas factorías destinadas exclusivamente a la exportación. La entrega de la administración del monopolio al sector privado permitió un crecimiento rápido de las exportaciones de la hoja. Ante este hecho, la presión para abolir el estanco se torné frontal.

Pese a la oposición del gobierno de Mosquera, el Congreso aprobó la abolición del monopolio en mayo de 1848, sustituyéndolo por un impuesto a la exportación. Un año después, este impuesto fue reemplazado por uno mixto, a la exportación y a las siembras. Ante los reclamos según los cuales los tributos eran excesivos, en mayo de 1850 la producción y comercio de tabaco quedaron finalmente libres de toda restricción y gravamen.

Cronología del comercio del Tabaco

Factores Internos:

•Desmoronamiento de monopolio estatal
•Apertura externa

 El mercado mundial estaba en crecimiento: absorbía casi cualquier cantidad de tabaco que el país estuviera dispuesto a exportar.
 Creciente injerencia del sector privado, presionando para abolir el monopolio.
 1948: Abolición del monopolio, pero altos impuestos de exportación.


Factores Externos

• Mercado mundial del tabaco

• Primera mitad del siglo XIX: Incremento en el consumo mundial de cigarros.

 Colombia respondió con cierta agilidad a las oportunidades que creaba la expansión del consumo.

•1862 – 1864: Bonanza colombiana (Crecientes exportaciones)

•Importadores: Alemania (Bremen), Estados Unidos

• 1865: Fin de un típico mercado de vendedores, comienzo de un periodo de competencia creciente en el mercado mundial.

 Creciente producción de Estados Unidos, Indias Holandesas Mercado mundial del tabaco
• El tabaco colombiano tenía serios problemas de calidad, por lo cual Colombia fue desplazada del mercado de tabacos de calidad.
(Fundamentalmente deficientes sistemas de producción, procesamiento y empaque)
• Marcó el comienzo de la decadencia tabacalera colombiana:

 Las exportaciones colombianas lograron mantenerse en términos de cantidad hasta 1875.

 Posteriores recuperaciones frustradas:

 Finales 1880:  Sobreproducción en Sumatra.

 Finales 1890:  Guerra de los Mil Días (caída de precios).

 Primera década del siglo XX:  Cierre del mercado alemán durante la primera guerra mundial.

 Problema clave en la decadencia del tabaco colombiano:

Incapacidad para sostenerse en un mercado mundial más competitivo después de la bonanza de 1862-1864 (calidad)








UNIDAD # 3

ESTRUCTURA ECONOMICA DE COLOMBIA



CONTABILIDAD NACIONAL: Rama de la macroeconomía conocida también como contabilidad social, esta se preocupa por diseñar un conjunto sistemático de registros que mide “cuantitativamente” las principales transacciones de los diferentes factores de la economía durante un tiempo determinado, generalmente un año.

Se puede decir que el diseño de un sistema de contabilidad nacional, que entregue información adecuada, correcta y oportuna sobre las principales variables económicas, es muy útil para el diagnostico y toma de decisiones en materia de política económica.

LAS CUENTAS NACIONALES: Se refiere a la suma del valor monetario a precios del mercado de bienes y servicios en primer periodo determinado
Como los bienes y servicios, son de diferente naturaleza, se han definido unos sectores económicos, para poderlos registrar

SECTORES ECONOMICOS

SECTOR PRIMARIO:

AGROPECUARIO.

Agro: Hace referencia a todos los bienes que provienen de la tierra entre ellos Café, Banano, platano, algodón, azúcar, flores etc.

Pecuario: Se refiere a todo lo que tiene que ver con la producción, cría y aprovechamiento de los animales, entre ellos tenemos el ganado, porcino bovino, equino, la pesca, la avicultura, etc.

Extracción minera: Se refiere a la exploración y explotación de bienes tales como el petróleo, carbón, hierro, cobre, zinc, grafito, esmeraldas, etc.

CONCLUSION: El primer sector de la economía tiene que ver con la explotación directa de recursos naturales, renovables y no renovables.



SECTOR SECUNDARIO:

Manufactura: Es aquella que se dedica a la producción de bienes utilizando procesos manuales no tan tecnificados como el cuero, el barniz, y las artesanías en general.

Industria: Son procesos de transformación los cuales se realizan en cadena o en serie ya que utilizan de manera más eficiente la tecnología.
Los dos anteriores realizan actividades que utilizan recursos del primer sector de la economía para transformarlo y comercializarlo.



TERCER SECTOR DE LA ECONOMIA

Se refiere al sector comercio o al sector servicios. Si bien no maneja ningun proceso de transformacion, es aquel que le da dinamica a la economia ej: educacion, transporte,comunicaciones, recreacion, servicios publicos, privados de cualquier tipo, turismo, entre otros.


SECTOR EXTERNO: Se refiere a las exportaciones o importaciones de bienes y servicios al resto del mundo.

Para este caso se transan bienes generados en los tres sectores anteriores, pero este sector es catalogado como un sector independiente.


La institucion encargada de realizar el anterior ejercicio contable, por sectores el DANE, pero tiene unos organismos que le colaboran en dicha tarea como son:

DNP: Departamento Nacional de Planeacion, y el Departamento de Investigaciones Economicas del Banco de la Republica, siendo estos dos ultimos quienes suministran informacion sobre estas cifras al publico en general.


En la contabilidad Nacional los bienes y servicios, despues de ser agrupados por sectores, se organizan por origen y destino, es decir de donde vienen y hacia donde van, lo que constituye la oferta y demanda nacional.

OFERTA Y DEMANDA NACIONAL.

Para establecer la oferta, se debe pensar que todos los bienes finales tienen un valor agregado, por sencillo que este sea, como por ejemplo un fruto que llega al consumidor final tiene un valor agregado, como lo es el transporte, el esfuerzo humano para sembrar, cosechar, y si se le agrega algún proceso productivo, tomara mayor valor, de esta manera:

LA OFERTA NACIONAL:

Es la suma de las diferentes remuneraciones que se han pagado en el transcurso antes de llegar al consumidor final.

Dicho de otra manera son los ingresos recibidos por quienes aportan recursos a la producción.

DE DONDE VIENEN…..


DEMANDA NACIONAL:

Son los bienes y servicios que son destinados para el consumo o la inversión. En este caso, estos ingresos no toman en cuenta para su cálculo, el costo de cada uno de los bienes y servicios que intervienen en la producción de un bien final, ya que se realizaría una duplicación contable.

Las cuentas nacionales relacionan “PRODUCTOS-INGRESO- GASTO”, de la economía ya que estas son equivalentes, porque lo que para una es un gasto para otra es un ingreso.

PARA DONDE VAN……



PRODUCTO INTERNO BRUTO Y PRODUCTO NACIONAL BRUTO. PIB – PNB.


PRODUCTO INTERNO:

Se le llama así, porque se considera que la producción se obtiene por procesos productivos realizados en el país, independiente de si los factores productivos son nacionales o extranjeros.


PRODUCTO NACIONAL:

Es cuando se quiere saber qué parte de la producción es fruto del esfuerzo real de una nación, entonces, se deduce la parte del producto generado por extranjeros en el país y adicionamos lo producido por nacionales en otro países.

De lo anterior se desprenden 2 escenarios,

“PRODUCTO NETO,” Es cuando se realiza el cálculo de producto, descontando su depreciación.

“PRODUCTO BRUTO,” Es cuando se realiza el cálculo del producto teniendo en cuenta toda la inversión.

DEPRECIACION: Es el efecto desgaste que sufren los bienes de capital con el paso del tiempo.

De las anteriores definiciones se tienen los siguientes conceptos:

PIN: Producto Interno Neto.
PIB: Producto Interno Bruto.
PNN: Producto Nacional Neto.
PNB: Producto Nacional Bruto.


PIB = Producción Nacional + Producción Extranjera – Producción Nacional en el Extranjero.
PNB = Producción Nacional – Producción Extranjera + Producción de Nacionales en el Extranjero.

Los conceptos nacional e interno al relacionar actividades en el exterior marcan la diferencia entre países desarrollados y en vía de desarrollo.
Por esta razón se observa que países como Japón, Estados Unidos, China, utilizan en sus estadísticas el PNB, a razón de que tienen muchas inversiones en el exterior, las cuales les generan ingresos considerables.


EQUILIBRIO ENTRE INGRESOS Y GASTOS NACIONALES

En los agentes económicos y en la Economía Colombiana, no existe igualdad entre ingresos y gastos o entre ahorro e inversión, pues no todo el que ahorra o deja de consumir, invierte.

Esto produce un desequilibrio en la economía, y la participación del gobierno, tanto como el intercambio comercial y financiero con el exterior, pueden compensar este desequilibrio, con el fin de lograr un equilibrio económico nacional.

A manera de ejemplo, si la inversión supera el ahorro privado disponible, tal exceso se puede financiar consiguiendo que los ingresos del gobierno no excedan sus gastos corrientes o de consumo, es decir con ahorro gubernamental.

De igual manera un incremento de los ingresos del sector externo sobre los pagos que el país debe efectuar al exterior, también permitirá completar el ahorro domestico, con recursos provenientes del ahorro exterior para eliminar la diferencia existente.

En el caso del comercio exterior, se habla de la capacidad financiera del país, siempre que los ingresos recibidos por exportaciones de bienes y servicios, sean mayores que los egresos causados por importaciones.
Esta situación en superávit, mejora la capacidad de negociación del país con el resto del mundo.

Esta situación en déficit, refleja la necesidad de financiamiento urgente que tiene el país (caso Grecia, Portugal).

De esta forma es claro observar, la importancia que tiene el déficit o el superávit, en las finanzas publicas de un país, o en el equilibrio general, lo mismo que el déficit o superávit en la balanza de pagos.




CON RESPECTO A CONTENIDO LA ASIGNATURA DE ECONOMIA COLOMIANA Y REGIONAL SE ENCUENTRA TERMINADA.......TODAVIA EN CONSTRUCCION LO REFERENTE A GRAFICOS, IMAGENES, VIDEOS, ENLACES, TABLAS, Y AQUELLOS APORTES SOBRE INVESTIGACIONES DE TERCERA UNIDAD REALIZADAS POR DIVERSOS COMPAÑEROS QUE APORTAN A LA ASIGNATURA.......


ESP JORGE ALEXANDER ROSERO ORDOÑEZ